Uno de cada 20 argentinos sufre depresión

Salud

Uno de cada veinte argentinos sufre depresión, enfermedad que crece en el mundo de manera alarmante y es un factor de riesgo de infarto, de ACV y de deterioro cognitivo temprano. Más allá de la manera en que afecta la calidad de vida de las personas que la sufren, la depresión desde hace tiempo preocupa como causa de discapacidad y de ausentismo laboral.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a la Argentina en el medio de la tabla en cuanto a la tasa de prevalencia de esta enfermedad, con algo más de un 5%: uno de cada 20 argentinos sufre depresión.

Pero no todas esas 2 millones de personas son atendidas adecuadamente. Según la Organización Panamericana de la Salud, seis de cada diez no reciben tratamiento. Y a raíz de esto, el número de personas que sufre depresión «aumentó notablemente en las últimas dos décadas», señala la OPS, afectando en la actualidad a más de 300 millones de hombres y mujeres en el mundo.

La falta de tratamiento se debe en gran medida a los prejuicios y la estigmatización social que conlleva revelar un estado depresivo, o al hecho de que mucha gente desconoce o niega los síntomas emocionales que padece.

Definida como un trastorno mental frecuente que genera un cambio en el estado personal, en el que el individuo afectado es invadido por sentimientos negativos (como tristeza, dolor, pesimismo, miedo o amenaza), la depresión no es algo novedoso, sino que ya los griegos hablaban de «melancolía» como una de sus formas.

Las causas, que son múltiples, psicológicas y sociales, y a la vez individuales, ya que cada persona vive su propia singularidad, están atravesadas por el sufrimiento, sentimientos de tristeza combinados con una pérdida de interés por las cosas, trastornos del sueño o del apetito, entre otros síntomas. En este marco, en el que convergen muchos factores de fondo, la convivencia con este padecimiento, la desgana y falta de sentido es como un impasse de la existencia que a veces, al no encontrar ninguna salida y de manera extrema, lleva al suicidio; y en la mayoría de los casos deteriora fuertemente la calidad de vida.

El director del Centro de Investigación en Neurociencia y Neuropsicología de la Universidad de Palermo, Gustavo Vázquez, señaló que la depresión afecta más frecuentemente a las mujeres y que se manifiesta generalmente entre los 25 y los 35 años. «Cuanto más jóvenes empiezan con el cuadro clínico peor es el pronóstico: hay más cantidad de episodios, mayor abuso de sustancias, son más refractarios a los tratamientos. Por ello, el diagnóstico temprano y adecuado es fundamental», afirmó.

El especialista comentó además que se trata de una enfermedad con alta recurrencia, por lo que «una tercera parte de quienes sufren un episodio, volverán a tener otro».

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