futbolPrimera ASarmiento

Brian Fernández y su adicción: «Estoy fuerte para no consumir más»

Deportes

El delantero de Racing, actualmente en Sarmiento, habló sin filtro sobre el problema de las adicciones que comprometió su carrera. Contó su experiencia de vida y dejó su mensaje. ¡No te lo pierdas!

 
«Me prendí en una jodita que terminó siendo un error muy grande para mi carrera. Hoy es una lucha del día a día, no puedo equivocarme con ninguna sustancia más». Ante la consulta de Olé sobre su problema con la adicción a las drogas y cómo la lleva actualmente, Brian Fernández respondió sin vueltas y reveló que en Sarmiento de Junín volvió a vivir.

«Siento que tengo las herramientas adecuadas, estoy fuerte para no consumir más. Por ahí tenés amigos que pensás que no se drogan y lo hacen. Trato de tomar distancia de esas cosas. Yo salí de ahí y quiero seguir por este camino, que sé que es el bueno. Me superé muchísimo», explica a corazón abierto y cuenta su renacer sin ocultar el pasado.

El 1-4 que le convirtió ante Talleres significó poco y nada para un Sarmiento que parece condenado al descenso, pero para el pibe de 22 años fue muy importante para volver a sentirse importante: «Ese gol significó mucho en lo personal. Fue una alegría muy grande. Me pone muy feliz y trataré de aprovechar al máximo estos cinco partido que me quedan».

«Muchos piensan que yo me cagué en Racing, y eso no es verdad. Hoy me pongo a pensar… Y tuve actitudes de pendejo. Me pasó a mí como le pudo pasar a cualquier otro chico. No estaba muy bien anímicamente, más que nada por lo futbolístico. Le erré. Me levantaba sin ganas de ir y me quedaba durmiendo. No tenía fuerzas de ir sabiendo que ni siquiera iba a poder hacer fútbol. No me sentía importante y decepcioné a todos, lo sé», explicó avergonzado.

Al mismo tiempo que remarcó el apoyo de la Academia: «En Racing hicieron todo por mí. Desde el más chico hasta el más grande. Hasta los más pibes me daban consejos, así que imaginate… Siempre hice lo que quise en Racing. Pensaba que estaba haciendo las cosas bien, cuando era todo lo contrario. Esto es una parte de mi aprendizaje. Será la última vez que me voy a equivocar. Sé que no tengo más margen de error en mi vida, ésta es mi última chance. Y quiero aprovecharla».

«Cuando no fui al entrenamiento de Racing, mi mamá me preguntó si había vuelto a consumir. ´No, mamá, no. No quiero jugar más a la pelota, ya me tienen cansado todos diciendo que volví a consumir´, le dije. Me bañé, me acosté y ella se volvió a Varela, llorando. Al otro día fui a Racing, me hicieron un estudio que salió negativo y volví a mi casa. Agarre mis botines, mis ojotas, el bolsito y partí a Junín. Ni dudé dos segundos cuando se me dio la oportunidad», relató.

Fernández confesó que «no sabía ni lo que hacía» cuando se drogó por primera vez a los 14 años y contó detalles: «Empecé a juntarme con gente mala. Bah, no sé si gente mala. Ellos hacían lo que les parecía que estaba bien. Los seguía para sentir lo mismo que ellos. Nadie me obligó a hacer nada». Y al mismo reveló que su último consumo fue en junio de 2015 cuando le saltó el antidoping frente a River.

Al final, dejó un consejo a los jovenes que sufren la misma problemática que puso en jaque su carrera: «Que se aferren a su familia, que se dejen ayudar y sigan los consejos. Tienen que alejarse de los amigos malos. No hay más que seguir por la recta derecha. Yo hoy tengo una meta y quiero llegar. Nada puede desviarme. Tengo un proyecto muy lindo en esta nueva etapa que arranqué. Siento que volví a nacer como futbolista. Lo del otro día fue como debutar de nuevo. Tengo pasión, ganas, entusiasmo, felicidad… Sé que me va a ir muy bien porque estoy con todas las pilas puestas».

Sobre su estricta etapa de rehabilitación en una clínica de Tijuana, en México, mientras cumplía la suspensión de un año y medio por su caso de doping en el partido ante Montevideo Wanderes en la Copa LIbertadores 2015, relató que nunca se olvidará: «Estaba arriba de una montaña, con el mar al lado. La gente no tiene ni idea de lo que sufrí. Tampoco le debe importar… Pero sufrí mucho para hoy poder estar limpio. Muchísimo, muchísimo, eh. Muy lejos de mi familia, de mi país».

«Podía hacer sólo una llamada por teléfono cada tres meses, sin ver a nadie. Fue feo, muy jodido. Sentí que estaba en una cárcel. Seis meses pasé ahí adentro. Todos los días me ponía a llorar. Fue durísimo. Me levantaba temprano y hacía lo que ellos llaman los servicios: darles de comer a unos perros, a unos caballos, limpiar los vidrios y un campito que había para jugar a la pelota, barrer una pileta… Hacíamos eso para pensar y valorar más lo que teníamos afuera. Recapacité mucho. Era como estar en la nada», le dijo al periodista.

«Me entrenaba sobre una cinta, subía y bajaba una escalera para no perder tanto tiempo. A veces estudiaba. Así dejaba de pensar un poco en mi hija, que era muy chiquita. Me dolía mucho estar ahí. Hoy disfruto cada momento con ella, disfruto un poco más las cosas», concluyó un Brian reflexivo y esperanzado en seguir ganando su lucha.

Seguir Leyendo:
Deportes
LO MÁS DESTACADO
keyboard_arrow_up