Regatas se recuperó con una gran victoria ante San Lorenzo

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Con el orgullo herido, con dos palizas a cuestas sin sus dos estrellas, Regatas dijo presente. Dijo que no se dará por vencido así porque sí, por más que su estrella regrese sin el nivel de siempre, por más que su símbolo dure medio partido, por más que San Lorenzo amenace y tampoco se rinda. Los correntinos ganaron en su casa 78-62 con 15 puntos de Troutman y Quinteros y 14 de Martina y forzaron al menos un quinto juego. A los de Boedo no les alcanzaron los 22 de Gabriel Deck.

Con el regreso de Sims, Regatas jugó de entrada a otra cosa. Aunque el estadounidense, recién vuelto de su casamiento (arribó a Corrientes este lunes), estuvo bien controlado por el mexicano Alex Pérez. Sin embargo, si de una final se trata, el nombre que dirá presente es el más obvio: Paolo Quinteros, el símbolo de los correntinos. El escolta, hombre de mayor recorrido entre todos los jugadores, se hizo cargo del peso sobre sus hombros y, aun con los síntomas de la fascitis plantar evidentes desde cualquier costado de la cancha, comenzó a anotar a discreción.

También involucró en el pick and roll a Chevon Troutman, que tuvo casi nula resistencia en la pintura. Entre ambos, anotaron 23 de los 29 puntos de su equipo en ese cuarto inicial.

Habrá que ser justos con San Lorenzo al decir que demasiado ha venido haciendo el equipo de Lamas sosteniendo un altísimo nivel defensivo. Era esperable, entonces, que en algún momento bajara la guardia: permitió que los locales anotaran más del 50% de sus tiros. El parcial de 13-0 llegó -dato no menor- durante el rato de descanso de Nicolás Aguirre, defensor top del actual campeón. Lo que sí sorprendió, al margen de la gran tarea defensiva de Regatas (atento en los cambios, con una marca intensa y una presión constante), fue la sequía en la que entró el conjunto de Julio Lamas: sin puntos en 8m20 entre el cierre del primer cuarto y el segundo.

Otro detalle sorprendente fue que el banco azulgrana, ese que prácticamente no tiene parangón en la liga, no anotara puntos en los primeros 20 minutos. Los correntinos, en esa primera parte, superaron a los porteños en todos los aspectos: 22 a 10 en puntos convertidos en la zona y 10 rebotes de diferencia (23-10). Con esa diferencia, Quinteros pudo descansar valiosos minutos sin que el equipo resignara la ventaja, aunque de 18 pasó a ser de 13 al llegar el entretiempo (47-34).

Sin Paolo, que ni siquiera tomó parte del recalentamiento al final del entretiempo y se quedó sentado en el banco, San Lorenzo esbozó un atisbo de recuperación, pero Regatas, con autoridad, no se dejó amedrentar.

Una jugada de Sebastián Vidal (base de 1,80mts.), que lanzó un tiro suspendido y tomó su propio rebote, fue la síntesis perfecta del nivel de concentración que mostró el local, incluso después de un confuso episodio camino a los vestuarios, en el que Selem Safar fue agredido (volvió promediando el tercer período con un corte en el mentón).

San Lorenzo, con el crecimiento de Deck y con Pérez sosteniendo una buena tarea en líneas generales, llegó a recortar la diferencia a 7 (59-52) rápidamente en el 3C pero volvió a caer en la sequía por más de tres minutos y encima cayó en penalización muy pronto, lo que le permitió a Regatas sostener la escueta ventaja, que seguía oscilando entre uno o dos dígitos pero parecía incluso más corta. El aire en el José Jorge Contte se hacía cada vez más tenso.

Y no fue Sims el que apareció para liquidarlo. Fue el Pepo Vidal, con dos triples al hilo para sacar 10 (70-60), y un Martina que contagió amor propio para evitar la remontada y garantizar que habrá al menos quinto partido.

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