Desplazaron al director de la UP 13 , tras denuncias por presuntas ventas ilegales

LocalesPolicialesProvincialesRegionales

A partir de denuncias conocidas por las redes sociales contra Walter Ávila, en las últimas horas el director de la Unidad Penitenciaria Nº 13, con asiento en Junín, fue desplazado de su cargo, y reemplazado por un penitenciario de apellido Echenique.

Según trascendió, a partir de un sumario abierto, se investiga a Ávila por presuntas ventas vía online de estufas y acolchados, que el jefe ofrecía también por Facebook, cuando las mismas procedían a donaciones realizadas al complejo de cárceles de Junín.

También pudo saberse que al parecer, una vez realizado el recuento de los bienes, no habría faltantes, pero la investigación sigue en pie y Ávila no fue reintegrado a sus funciones. En términos técnicos, su situación sería “adscripto”, o sea, relegado provisoriamente pero sin dejar de pertenecer a la fuerza.

Las tareas comenzaron cuando el director de UP 13 resultó ‘escrachado’ en las redes sociales, a través de personas que aseguraban que el director intentaba comercializar objetos que habían sido destinados al personal de la repartición, de acuerdo a lo indicado por el matutino La Verdad.

Al parecer, las colchas y estufas eléctricas eran destinadas a las oficinas de los guardiacárceles, para los dormitorios, puestos de guardias, comedor y el casino de suboficiales. Si bien la denuncia aseguraba que nunca llegaron los elementos a estos lugares, otra versión indica que realizado el inventario de los bienes, no habría faltantes.

A pesar que todo se maneja en el más absoluto de los silencios, en las últimas horas habrían sido sumariados y trasladados tanto Ávila como la subdirectora administrativa, el subdirector de seguridad y la jefa de depósitos.

El personal habría aprovechado esta situación para denunciar también un tema recurrente con las horas extras, algo que habría llegado incluso a la Justicia mediante presentaciones realizadas por guardiacárceles bajo identidad reservada.

Acusan a Ávila de facturar horas extras para el personal y percibir una parte; y además extraer producción del sector herrería para comercializar en forma privada.

Los empleados de la cárcel quieren que se normalicen situaciones irregulares padecidas desde hace años, como la superpoblación, la falta de provisiones suficientes para la normal alimentación de los detenidos y el insuficiente número de colchones.

Seguir Leyendo:
Locales‎ ‎ |‎ ‎‎ ‎Policiales‎ ‎ |‎ ‎‎ ‎Provinciales‎ ‎ |‎ ‎‎ ‎Regionales
LO MÁS DESTACADO
keyboard_arrow_up