Con clases suspendidas en todos los niveles de enseñanza pública y privada, la ciudad costera afronta desde esta madrugada otro temporal de vientos y lluvias intensas, condiciones que regirán al menos hasta esta noche y con probabilidades de extenderse hasta las primeras horas de mañana.
Las ráfagas de casi 60 kilómetros por hora son la cara más visible de este fenómeno que ya empezó a dejar algunas secuelas: caída de postes telefónicos y varias farolas en el paseo costanero.
El comité de contingencia, encabezado por el intendente Carlos Arroyo, dispuso anoche que no haya actividad en escuelas del distrito de General Pueyrredon. Además del pronóstico meteorológico, se tuvo en cuenta el impacto de los 80 mm de lluvia caída durante el inicio de la semana, que supera el promedio para todo agosto. Desde entonces hay barrios con calles anegadas que dificultan el ingreso y salda de vecinos, tanto en vehículos como a pie.
«El momento más intenso de vientos se espera para el mediodía y hacia la tarde una mayor intensidad de lluvias», anticipó Rodrigo Goncalves, jefe de Defensa Civil, y confirmó que hasta el momento no hay familias evacuadas.
