Argentina

La «grieta educativa»: la deserción escolar en las secundarias públicas es casi el doble que en las privadas

Nacionales

Las últimas Pruebas Aprender revelaron un diagnóstico dramático sobre la educación argentina. El operativo fue realizado en 2016, en casi 31 mil escuelas de todo el país, tanto públicas como privadas, con conclusiones que dejaron en evidencia un sistema frágil, con problemas de diferentes índoles y que parecen extenderse en el tiempo.

Entre los resultados principales se develó que el 46,4% de los alumnos de 5° y 6° año del secundario no comprende un texto básico, mientras que el 70,2% no puede resolver cuentas o problemas matemáticos muy sencillos. En el área de naturales, el 36,3% tuvo el rendimiento más bajo, mientras que en sociales fue del 41,1 por ciento.

Pero la formación no es el único problema del sistema. La deserción escolar, tanto en primaria como en secundaria, pone en evidencia que las estadísticas, en realidad, son parciales, ya que hay un gran número de ex estudiantes que tampoco poseen el conocimiento básico al haber abandonado sus estudios.

«Estos datos son de los chicos que están adentro. Si la mitad de lo que están adentro tienen dificultades para entender lo que leen, imaginen la dificultad del 60% que se decidió por dejar la escuela. De modo que me parece que la situación es mucho más grave de lo que estas cifras demuestran», explicó Jaim Etcheverry, quien entre 2002 y 2006 se desempeñó como rector de la Universidad de Buenos Aires.

De acuerdo a los números del Ministerio de Educación, entre 2003 y 2014, en el país, de cada 100 niños que ingresaron a primer grado en una escuela privada en 2003, 70 de ellos lograron la graduación secundaria en 2014; mientras que cada 100 que lo hicieron en la pública, solo la concluyeron 29.

Por ejemplo, en Ciudad de Buenos Aires, de cada 100 solo 41 finalizaron sus estudios en el una institución del estado, mientras que en las privadas lo hicieron 82 de 100. En el Chaco se graduaron 90 de cada 100 ingresantes a escuelas pagas en 2003, pero apenas un 28 por ciento de los que cursaron en una pública. En el Conurbano Bonaerense, por su parte, el 60% alcanza su título en el sector privado, mientras que en el estatal la cifra desciende drásticamente: 30%.

El hecho de que la graduación en las escuelas secundarias privadas sea casi el doble que el de las escuelas estatales es una señal de alerta, ya que este comportamiento tan diferente indica la existencia de una significativa desigualdad.

«El contexto educativo actual se podría describir como en etapa de ‘sinceramiento’. Hay que enfrentar la realidad y llamar a las cosas por su nombre. El nivel de deserción y abandono de los estudios dejó de ser un problema técnico, pedagógico: es un drama social que condiciona severamente las perspectivas de desarrollo sostenible del país», comentó a Infobae el doctor Julio Durand, decano de la Escuela de Educación de la Universidad Austral.

«Prácticamente todos los chicos inician la escuela primaria. Pero a medida que va pasando el tiempo, van desertando muchos. En otras palabras: de cada 100 chicos que ingresan a la escuela primaria sólo 40 completan la educación media. Vale decir que 60 están afuera» agregó el médico, científico y académico Etcheverry.

En el informe «Lejos de la igualdad de oportunidades en la escuela secundaria», realizado por la Universidad de Belgrano, se detalla de manera clara la «brecha educativa»: Se observa que el sistema privado y estatal tienen en el Conurbano prácticamente la misma cantidad de graduados secundarios en 2014 (34.000 y 36.800, respectivamente). Sin embargo, en el primer grado estatal había más del doble de alumnos que en primer grado privado en 2003 (120.922 vs 56.982).

Cuando se toma en cuenta solamente las estadísticas de los estudiantes secundarios, este fenómeno se potencia cuando se revela que durante esa década hay un significativo incremento de la matrícula secundaria -en el orden del 15,1 por ciento-, ya que se incorporaron al sistema 511.540 nuevos alumnos. Además, la matrícula privada creció más que la estatal (20,1 por ciento versus 13,2 por ciento).

En 2014 en las estatales secundarias hubo 195.620 graduados, contra los 612.694 alumnos que se registraron en primer año en 2009; o sea, solo el 31,9 por ciento. Esta relación casi se duplica en las privadas, con un 62%. En ese sentido, los alumnos inscriptos en primer año en colegios secundarios privados conformaron apenas un 24% del total, pero estas mismas escuelas aportan nada menos que un 38 por ciento del total de los graduados. Entonces, en 2014 las escuelas estatales graduaron el 62 por ciento del total de egresados del nivel secundario

 

Como en todo territorio extenso, diverso y con economías regionales dispares, existen grandes diferencias entre provincias y jurisdicciones. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay más graduados de escuelas secundarias privadas (59,2 por ciento), que de escuelas estatales. Pero tanto en Córdoba como en el Conurbano la relación está prácticamente equilibrada, siendo aproximadamente dos puntos superior en instituciones públicas. En el otro extremo se encuentran algunas provincias con una mínima graduación privada: La Rioja (15 por ciento) y Chaco (15,8 por ciento).

Las razones de la deserción son múltiples, casi tantas como la cantidad de alumnos abandónicos, aunque pueden aunarse en tres campos claros: situación económica, apoyo familiar e interés.

Con respecto al último, Juan María Segura, experto en educación e innovación, explicó a Infobae que el sistema educativo necesita cambios estructurales para, por lo menos, convertir a la «escuela» en un espacio que despierte curiosidad y ayuda a integrar conocimientos dejando de lado la fórmula de decimonónica de «repetir de memoria».

«La secundaria, excesivamente escolástica, no tiene ese contacto con la vida real que debería tener para tener más significado para los chicos. Y esto es lo que produce que, en parte, los chicos abandonen la escuela. El 40% de los alumnos que dejan las aulas en Latinoamérica, de acuerdo a una investigación de Unesco de 2013, lo hacen porque la escuela aburre. Y les aburre porque no interactúan con problemas de la vida cotidiana como si lo hacen fuera de la escuela», explicó el especialista.

Si bien la matrícula en las escuelas secundarias estatales registró un incremento del 13,2 por ciento entre 2003 y 2014, este aumento no fue uniforme en todo el país. Seis provincias tuvieron un incremento marcado (superiores al 30 por ciento: Tucumán (113,1 por ciento); Santa Cruz (48,8%), Santiago del Estero (48,1%), Chaco (36,6%), Misiones (35,4%) y Neuquén (30,1%). En cambio, en 3, hubo una disminución de la matrícula: La Pampa (-1,66 por ciento), Santa Fe (-2,02%) y Mendoza (-2,63%).

Desde el Estado, una de las propuestas para cambiar estas estadísticas se encuentra dentro del Plan Maestro, un proyecto de acción con metas de 5 a 10 años, que posee 108 objetivos y que necesita del consenso y compromiso de cada uno de los actores del sistema, desde los miembros políticos hasta los docentes y las familias

Entre estos 108 objetivos, se buscará la reducción de un 70% el abandono escolar en el secundario, como garantizar la total cobertura de la sala de tres y lograr que la totalidad de las escuelas estén conectadas a Internet.

«Las tasas de deserción en el secundario tienen que ver con la falta de educación inicial. El problema es que no se invierte en educación inicial porque los resultados de esa inversión no se ven en un mandato», explicó entonces Esteban Bullrich, ex ministro de educación nacional.

De acuerdo al proyecto, presentado en marzo pasado, la tasa de egreso se ubica en el 45,4% y el fracaso se concentra mayormente en los estudiantes de familias más desfavorecidas. El acceso al ciclo superior del nivel muestra que estas diferencias se profundizan: mientras que 4 de cada 10 jóvenes de bajos recursos que asisten a este ciclo del nivel lo hacen con retraso. Menos de 1 de cada 10 proveniente de sectores de alto capital educativo presenta esta problemática.

Lograr en 2026 que el 100% de los jóvenes argentinos en edad escolar (12 a 17 años) asista a la secundaria es otra de las meta principales del también conocido como Plan Nacional Decenal de Educación. Para alcanzarla, de acuerdo a estimaciones, se debe lograr en 2026 que el 80% de los que ingresan a la educación secundaria la termine, y que el 50% lo haga en el tiempo teórico.

Desafíos, muchos, en tiempos donde la educación vuelve a estar en el debate social, lo que de por sí ya es un gran avance.

 

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