El 7,18% de los recursos del municipio de Junín se destinan al pago de deudas

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Tres de cada cuatro municipios de la provincia de Buenos Aires reciben más de la mitad de sus ingresos del Estado bonaerense y, en menor medida, de Nación, registrando una muy baja generación de recursos propios.

El fenómeno, que se hace más notorio en los distritos del interior bonaerense, surge del análisis de la plataforma “Buenos Aires Abierta”, lanzada días atrás por el Tribunal de Cuentas bonaerense, en donde se informan sobre las principales variables económicas de los 135 municipios en el período 2010-2016.

De acuerdo a esa información, 101 comunas (el 75% del total) reciben más de la mitad de sus recursos por parte del Gobierno bonaerense. Si a esto se les suman los fondos provenientes del Gobierno nacional, solo 21 de los 135 distritos logra por su propia cuenta más de la mitad de sus ingresos.

Esta situación se produce con mayor fuerza en los distritos del interior bonaerense, cuya estructura impositiva está muy atada al cobro de la Tasa Vial (vinculada a la actividad agropecuaria), mientras que los del Conurbano se benefician con el cobro de impuestos locales a las industrias radicados en su territorio. De hecho, entre los primeros 70 distritos que aparecen en el “ránking de dependencia” apenas hay dos del Área Metropolitana: Merlo, en el puesto 27; y Florencio Varela, en el 68°.

Según los números del Tribunal de Cuentas, Pehuajó (gobernado por Pablo Zurro, de Unidad Ciudadana) es el distrito que más recursos recibe en relación a sus ingresos propios: el 95,4% (85% provinciales y 10,4% nacionales). Lo siguen Puán (89,3%), Villarino (88,4%), Suipacha (87,9%), General Paz (87,1%), General Arenales (86,4%), y Patagones (85,4%). Completan los primeros lugares San Andrés de Giles (85,2%); General Lavalle (84,8%); General Alvear (84,5%); General Guido (83,8%); Coronel Dorrego (83,3%); y Carlos Tejedor (83,2%).

En el ránking inverso, Avellaneda (también a cargo de un kirchnerista: Jorge Ferraresi) cubre el 84,8% de sus gastos con recursos propios, y solo recibe el 6% por parte de la Provincia. Aparecen también entre los primeros puestos Morón (82,8% de recursos propios), Cañuelas (76,9%), Vicente López (70,9%), Tigre (70,8%), y San Fernando (70,1%). Le siguen Adolfo Gonzales Chaves (68,9%); San Nicolás (67,3%); Bahía Blanca (66,1); Escobar (66%); y Ensenada (64,3%).

Los recursos provinciales son fundamentalmente giros automáticos provenientes de la Coparticipación, mientras que los fondos nacionales pueden llegar por diversas vías, desde Aportes del Tesoro Nacional (ATN) hasta convenios específicos para la realización de obras.

Datos abiertos

Los números fueron publicados esta semana por el Tribunal de Cuentas bonaerense, que dispuso la información sobre ingresos, deudas y gastos por habitante de cada distrito. En diálogo con DIB, el titular del organismo, Eduardo Grinberg, sostuvo que “la difusión de datos es uno de los elementos fundamentales de la transparencia”. Además, sostuvo que “volcamos los datos crudos para dar lugar a que otros organismos puedan hacer los análisis específicos y buscar posibles soluciones a problemas que aparezcan”.

De acuerdo a estos datos, el distrito con mayor presupuesto total en 2016 fue La Matanza, que realizó gastos por 8.900 millones de pesos. Lo siguieron Quilmes, con 6.774 millones; General Pueyrredón, con 4.860 millones; Lanús, con 4.365 millones; y Avellaneda, con 4.314 millones.

No obstante, si se tiene en cuenta el total de población de estas comunas (las más populosas del Conurbano), los números se presentan diferentes. La Matanza apenas destina apenas 13 pesos diarios a cada uno de sus 1,7 millones de habitantes, y aparece tercera solo detrás de Moreno y Almirante Brown, cuyos presupuestos equivalen a 12 y 13,7 pesos diarios por persona, respectivamente.

Por el contrario, Pila, uno de los distritos con menor población de la provincia, tiene un presupuesto equivalente a un gasto anual de 40 mil pesos por habitante (108 pesos diarios). Lo siguen Tordillo (tiene menos de dos mil habitantes, según el último censo), con $107,3 diarios por cada poblador; General Lavalle ($106,3); Monte Hermoso ($93,97); y San Antonio de Areco ($84,4).

En promedio, los distritos destinan 9.081 pesos anuales por habitantes, unos 25 diarios: solo 33 se ubican por debajo de ese número.

Deudas

El distrito de General Pueyrredón es el que más deuda posee: según los últimos datos del Tribunal de Cuentas tiene compromisos por más de 181 millones de pesos. Le siguen Avellaneda, con casi 112 millones de pesos, Pilar, con una deuda de 107 millones, y Lomas de Zamora, con 101 millones.

En total, todas las comunas deben 1.756 millones de pesos, apenas el 0,72% del total de obligaciones que afronta la Provincia, y el 1,23% del total de fondos que dispusieron los municipios durante el año pasado.

En este rubro, se destacan los municipios de Vicente López, Pinamar, Lezama y General Madariaga, quienes al cierre del ejercicio 2016 no presentaban deudas.

En tanto, si se comparan los niveles de endeudamiento con los presupuestos disponibles, el distrito más complicado es Suipacha, que tiene comprometidos el 14,7% de sus recursos. Lo siguen Las Flores (11%); Salliqueló (8,44%); Junín (7,18%); Exaltación de la Cruz (6,7%); Brandsen (6,6%); Arrecifes (6,2%); Patagones (6,2%); y General Villegas (6%).

Respecto al factor poblacional, nuevamente el ránking es liderado por Suipacha: cada habitante de esta pequeña localidad ubicada a la vera de la ruta nacional 5 debe 2.085 pesos. En segundo lugar aparece General Lavalle, con una deuda de $1.800 per cápita; Monte Hermoso ($1617); Salliqueló ($1.344); Laprida ($1.231); General Villegas ($1.184); Tapalqué ($1.176); Las Flores (1.168); y Patagones ($1.123).

Semáforos en rojo

En la web de datos abiertos, el Tribunal de Cuentas dispuso una suerte de “semáforo” para marcar los desfasajes entre los montos presupuestados y los finalmente ejecutados. Gráficamente, se encuentran en rojo los distritos que debieron reacomodar sus presupuestos en más del 100%, mientras que el amarillo aparecen quienes hayan superado las previsiones entre un 50 y un 99%. El verde es para quienes han acertado más en sus cálculos.

En infracción aparecen 10 distritos, cuyos readecuaciones resultaron llamativas a los ojos del organismo. El caso más llamativo es el de Florencio Varela, donde Julio Pereyra tuvo un “error de cálculo” bastante considerable: a lo largo de 2016 debió readecuar sus números en un 350%: presupuestó gastos por 777 millones de pesos y terminó gastando 2.716 millones.

Quedaron en rojo también Presidente Perón (con una diferencia de 196%); San Vicente (178%); Pehuajó (143%); Berazategui (113%); La Matanza (111%); Lanús (110%); Esteban Echeverría (109%); Tordillo (105%); y José C. Paz (103%). En el otro extremo, Mar del Plata no cambió un peso a lo presupuestado originalmente.

El “dibujo” de los presupuestos es cuestionado por la oposición, que advierte que esto les permite a los intendentes manejar a discreción los fondos recaudados por encima de las proyecciones. Esto ocurre principalmente al “pisar” los datos de la recaudación o publicar gastos a la baja, para luego escudarse en la inflación para justificar las diferencias.

Esta situación constituye para Grinberg una “señal de alerta que habrá que revisar”, al igual que la estructura legal que rige la administración de las comunas. “Los municipios tienen sobre sus espaldas un reclamo social que excede las funciones que las leyes les otorgan: la normativa piensa en municipios que se dediquen al ABL (Alumbrado, Barrido y Limpieza), cuando los intendentes tienen que atender todas las demandas”, cerró.

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