Por Juan Manuel Sequeira. Ex concejal. Dirigente de la Agrupación Municipalista Junín Bicentenario
Junín se acerca al Bicentenario. Estamos a menos de diez años de esa fecha pero nos vamos encontrando con el «ser o el parecer». Deberemos los juninenses comenzar a decidir por nosotros mismos, si queremos ser o queremos parecer.
Hemos visto en enero a una ciudad sin rumbo, sin brújula, sin saber adónde quiere ir en este 2018. Nos encontramos con una primera semana de febrero con el «Duranbarbismo» a pleno, tratando de que toda la sociedad mire hacia atrás para no poder pensar en el futuro y no entender el presente.
Junín no es ajeno. Los medios de comunicación, casi al unísono, encontraron la voz del intendente que volvía a plantear el pasado. Poniendo entre el ser republicano -como se presentaba ante de las elecciones- ante el parecer republicano y así se entromete en la justicia diciendo qué deben hacer fiscales y jueces. ¿Para que?
Para que los ciudadanos de Junín pretendan «parecerse a…» pero el gran desafío es qué queremos ser».
Deseamos ser ciudadanos que nos cuiden, que entendamos y sepamos cómo se invierte nuestro dinero, con un estado municipal presente, cumplir con lo prometido en la campaña y con lo que se necesita en los barrios.
Sin embargo, desde el Departamento Ejecutivo marquetinero, donde la mejor opción es «parecer» y no ser una ciudad real, que está en los umbrales del bicentenario, y encontremos la ciudad que deseamos para nuestros hijos y nietos.
De esta manera, desde los medios quieren que se vuelvan a hablar del pasado y ese «querer parecer» esconden la tristeza y el dolor de los juninenses -en general- y de los trabajadores municipales en particular por no saber qué pasó con el empleado municipal que falleció en la laguna por no tener ambulancia y médicos. De la misma manera se estremecen las localidades del distrito por no contar con médicos y ambulancias, temas que habían sido eje de campaña.
Nos encontramos con ese «basural a cielo abierto», que lo sigue siendo, un lugar donde falleció accidentalmente, aplastada por un árbol, una trabajadora independiente.
Con una inseguridad que crece de manera exponencial en la ciudad, cuando por otro lado tenemos un Junín «militarizado» con una fuerza policial que no sabe adónde ir, con un barrio San Cayetano que padece muchísimos «escruches» y a pesar de la labor investigativa policial, se llega con los hechos consumados, nunca logrando estar «un paso adelantado». Se da pronta respuesta y velozmente -en cuestión de horas- a un hurto en la UNNOBA pero no se logra dar con los autores de episodios que terminan con jubilados maniatados, amenazas y golpeados, entre otros tantos juninenses.
Nos encontramos con la renuncia de quien estaba al frente de la Agencia de Seguridad Vial, pero deja un saldo negativo también en lo que hace a este tema, donde Junín Bicentenario presentó un pedido de audiencia pública para que se de participación en este tema crucial a todos los sectores.
También nos encontramos con el clamor de los barrios, pidiendo que pase el regador, que se corten los pastos, que se combatan las plagas, que la ciudad pueda ser más transitable y de manera anonadada, vemos que los funcionarios dicen que van a recorrer los barrios porque no los conocen. Prácticamente dicen «Me han nombrado para tener idea de cuáles son los pedidos de la ciudadanía para llevar al Ejecutivo, pero todavía no conozco los barrios».
Escuchamos también a empleados municipales de la Agencia de Seguridad Vial, con ocho agentes, una camioneta además de un centro de monitoreo que no avisa a tiempo, no se sabe cuántas cámaras funcionan en la ciudad, no previenen los acontecimientos más dolorosos que padece la ciudad, no ayudan a nada. Tampoco se sabe si esa inversión que hicimos todos los juninenses está bien efectuada.
A pesar de todo se elige «parecer», no ser. El nepotismo familiar también suma a ese «parecer» pero «no ser». Hay familiares a doquier en cargos públicos, pero escondemos todo abajo de la alfombra.
Desde nuestro espacio plural, abierto, democrático, decidimos convocar a la ciudadanía para discutir estos temas.
Estamos convencidos que los juninenses debemos ser una ciudad de primera y no parecernos al marketing «duranbarbista» donde todo se esconde y todo se transforma en pasado, sin tener un presente y poder diagramar un futuro.
