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Piden abrir el iPad de Natacha Jaitt con la misma tecnología que se usó en el caso de los rugbiers de Gesell

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La causa por la muerte de la mediática está estancada, ya que no pudieron acceder a su tablet. Ahora, su familia reclama que la PFA preste colaboración para la apertura del dispositivo.

A casi un año de la muerte de Natacha Jaitt, los investigadores aún no pudieron acceder a su iPad, un elemento que su familia considera vital para el esclarecimiento del caso y creen que la investigación por el homicidio de Fernando Sosa Báez podría ser la clave para destrabarlo.

El abogado de la hija de la mediática, Alejandro Cipolla, pidió al fiscal Sebastián Fitipaldi que «arbitre los medios necesarios para solicitar a la División de Operaciones Técnicas de la Policía Federal Argentina (DOTE), si puede prestar colaboración para abrir el iPad debido a que es de público conocimiento que los mismos pudieron realizar una maniobra similar en el esclarecimiento del homicidio de Fernando Báez». Así lo indica el escrito al que accedió TN.com.ar.


El principal obstáculo para acceder a la información de la tablet es que es de Apple. Los dispositivos de esta marca necesitan un software especial para ser vulnerados por los peritos informáticos.


El celular de Matías Benicelli, uno de los imputados por el crimen de Fernando en Villa Gesell, es un Apple modelo 7, el mismo que fue secuestrado a Juan Pedro Guarino, que fue excarcelado, al igual que a Alejo Milanesi, los otros dos rugbiers.

El agresor más comprometido con el homicidio, Máximo Thomsen, también tenía un teléfono de la firma creada por Steve Jobs pero un modelo más antiguo: un iPhone 3. Luciano Pertossi también llevaba un aparato de la empresa norteamericana.
Fue Lucas Pertossi quien grabó con su iPhone la golpiza en la que mataron al joven en la puerta de Le Brique. Incluso, en el pedido de procesamiento, la fiscal Verónica Zamboni destaca que en ese aparato «se han extraído datos de sumo interés».


En el peritaje se detectó la existencia del grupo de WhatsApp «losdelboca3» en el que se evidencia, para la fiscal, que los rugbiers supieron que Fernando había muerto, en el que elaboraron el pacto de silencio y coartadas para evadir a la Justicia.

Es decir que de los nueve celulares peritados -cuando fue detenido, Ayrton Viollaz no llevaba el suyo- seis son de Apple y la apertura se logró sin la intervención de una empresa extranjera o de la misma compañía. Ese dato fue el que motivó a la querella del caso Jaitt a solicitar la colaboración de la PFA.


Fuentes de la causa indicaron a este medio que trasladarán el pedido a la fuerza de seguridad federal, aunque no creen que cambie la principal hipótesis de la causa caratulada como «averiguación de causales de muerte», es decir, que Jaitt murió por una falla multiorgánica generada por el consumo de cocaína y una afección cardíaca previa.


En tanto, creen que podrían llegar los datos aportados por una empresa brasileña que pidió 10 mil dólares para ejecutar la pericia de apertura de la tablet.
Los puntos negros en la causa para la familia
Alejandro Cipolla representa Antonella Olivera, la hija de Natacha. Sin embargo, el abogado también traslada a la Justicia las inquietudes del hermano de ella, Ulises Jaitt.


La familia de la vedette está convencida de que se trató de un homicidio y que la investigación no explica la causa de muerte. Creen que la conclusión de la autopsia realizada en la morgue judicial de San Fernando no es determinante.
Cabe recordar que 10 días antes de la muerte, Jaitt estuvo detenida en un hospital. La querella asegura que en los estudios que le realizaron en esa oportunidad no revelaron afecciones cardíacas. En la fiscalía desconocen esa documentación.


Una vez que se logre la apertura del iPad, Cipolla piensa pedir la exhumación del cuerpo y una reautopsia.

Sin embargo, fuentes del entorno de la querella aseguran que las principales pruebas se perdieron debido al modo en que se entierran los cuerpos en la tradición judía: se realizaron agujeros en el ataúd, una acción que acelera la descomposición.
Se quejan, además, de que no se tomó suficientes muestras de las vísceras para volver a analizarlas y que no se analizó el cabello de Jaitt para comprobar si ingirió alguna sustancia que le provocara la muerte, es decir, un veneno.


La familia, a la vez, asegura que la escena se alteró y que se contaminó por la cantidad de efectivos que entraron y salieron de la habitación en la que fue encontrada muerta la modelo.

Cipolla, por otro lado, aseguró que su clienta lo llamó dos horas antes de morir desde una estación de servicio. Según declaró el abogado, Jaitt le advirtió que había grabado una conversación y que debía hacer una denuncia al respecto. No le dijo sobre qué ni a quiénes se refería.
El último mensaje que vio Jaitt enviado por Cipolla fue a las 21.34 de la noche del 23 de febrero de 2019. Chateaban sobre el dinero que la mediática llevaba en la billetera y que fue secuestrado en la causa: 400 dólares. Se trataba de una «devolución», indicaron desde su entorno aunque no precisaron por qué motivo los había adquirido.

Por último, reclaman que el único condenado que tenía la causa fue absuelto: Raúl de Jesús Velaztiqui Duarte, la persona que llevó a Jaitt a la reunión en el complejo Xanadú de Tigre y quien escondió el celular de la mujer ya muerta dentro de su auto.

Fuente: TN.COM

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