Lo que parecería ser una exageración o una comparación desproporcionada, no lo es a la luz de la realidad.
«La nube (de langostas) cubrió el cielo, arrojó sombras sobre Egipto y consumió el resto de los cultivos egipcios, acabando con todos los árboles y las plantas», dice el libro de éxodo en su capítulo 10 cuando enumera la octava plaga que sufrió el país africano.
Así, tal cual, de esta forma se encuentra hoy el continente, invadido por millones de estos insectos que están acabando con el alimento de animales y de familias de agricultores que trabajan día a día y ven como su esfuerzo es devorado por lo que se ha transformado en una calamidad.
Si bien los contagios y muertes por Coronavirus han disminuido en África pero no deja de ser preocupante, ante la suma de esta plaga la ONU ha expresado su preocupación ya que se avecinan momentos extremadamente complejos y se está a la puerta de un panorama desolador.
Los medios internacionales catalogan esta situación como un mal de «proporciones bíblicas» comprendiendo la gravedad de la situación, ya que desde hace 60 años no se veía una plaga de langostas similar a la actual.
