¿Cómo seria la nueva fórmula para la movilidad jubilatoria?

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El gobierno de Alberto Fernández analiza por estas horas un borrador con la propuesta de la nueva fórmula para la movilidad jubilatoria que presentará en el Congreso de la Nación. La iniciativa prevé aumentos semestrales y a partir de una fórmula que combina la evolución de los salarios y de la recaudación tributaria.

Según consignó Clarín este lunes, la propuesta se basa en la fórmula que rigió entre 2009 y 2017 y que el gobierno de Mauricio Macri modificó generando un fuerte perjuicio para los jubilados.

Así se propone volver a los aumentos semestrales (en marzo y septiembre) combinando por mitades la variación de los salarios (RIPTE) y la recaudación tributaria con destino a la Seguridad Social por beneficiarios (sin moratoria). Ese índice tendría un límite dado por la variación de la Recaudación total del sistema previsional, por beneficiarios (sin moratoria).

A diferencia de la fórmula vigente hasta 2017, esta vez se incluiría una tercera variable. Si la inflación supera la variación de la Recaudación Total de la ANSeS (RT), se otorgaría una compensación equivalente a la mitad de la diferencia entre el índice RT y el índice de inflación (IPC). Y esa diferencia se aplicaría “en un 80% como suma variable, y en un 20% en suma fija, logrando realizar un factor distributivo en momentos de crisis”.

Según explicó el periodista Ismael Bermúdez, «el objetivo es que esta fórmula de movilidad sea aprobada por el Congreso para que el próximo aumento – de diciembre- ya se aplique la nueva movilidad, poniendo fin a los aumentos por decreto, el mecanismo que estaba previsto usar hasta fin de año».

Con esta nueva fórmula «los haberes previsionales mejorarían en los períodos de buena recaudación, salarios superiores a la inflación (como pasó entre 2009-2015) mientras caerían en los momentos de recesión, mayor inflación y pérdida salarial, como pasó durante 2016».

En el borrador del proyecto se reconoce esta pérdida en los momentos inflacionarios y recesivos, pero argumentan que “en momentos de crisis la caída del poder adquisitivo es menor por el factor compensación”

Durante el gobierno de Macri la fórmula se modificó con aumentos trimestrales según la variación de la inflación (70%) y RIPTE (30%) pero se aplicaba con un retraso de 6 meses y en el empalme de ambas formulas quedó afuera un período. El resultado fue una pérdida jubilatoria durante 2018 y 2019 del 19,5%.

Otros sectores del oficialismo plantean que la movilidad se aplique cada 3 meses y se base, alternativamente, en la evolución de la inflación ( IPC del INDEC) y el RIPTE, de ambos el más favorable a los jubilados, de manera de que no pierdan poder adquisitivo. Pero esa opción no tendría muchas chances de prosperar.

Estas variantes de movilidad no incluyen a las jubilaciones especiales, como docentes y docentes universitarios, que se jubilan con el 82% y se ajustan por la variación salarial del sector.

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