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Gory Pereyra: «Quiero que mis jugadoras puedan decir a qué juega Independiente»

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No es masculino o femenino. Es fútbol, fue la primera aclaración de Gory Pereyra apenas finalizado el amistoso contra La Favela que dio inicio formal a su ciclo como entrenador de Independiente. Enseguida, sin embargo, reconoció que es importante saber adaptar la intensidad de los entrenamientos, tanto como entender de qué manera dirigirse a un grupo de jugadoras. En cada concepto las palabras llevan una carga de pasión que lo desborda. No es chamuyo, porque cualquiera que siga el fútbol juninense puede dar fe de cruzarlo en cada cancha, sin importar qué equipo juega.

La apuesta del Rojo entusiasma porque fue a buscar a un técnico capaz de hacer docencia, aunque curiosamente sea esta su primera experiencia en el femenino de la Liga Deportiva del Oeste. Y es que aunque todavía haya dirigentes que se desvelan pensando en ganar, a cualquier precio, la realidad del fútbol juninense invita a concentrar los esfuerzos en formar. Jugadoras, grupos, equipos… Ejemplos para las que vienen atrás, que cada vez son más.

-¿Cómo se dio tu llegada a Independiente y con qué te encontraste en los primeros entrenamientos?

-Yo con Fernanda Riveros (coordinadora del fútbol femenino) tengo una relación de hace mucho tiempo. Ella me ha querido traer al club hace unos cuantos años atrás y por distintas situaciones no he podido. Primero porque estaba dirigiendo en Viamonte, donde además coordinaba todo el fútbol femenino. Y también por mi trabajo, que es de lo que vivimos por ser esto muy amateur. En el club han pasado cosas que no se lo merecían, Fernanda no se lo merecía, las jugadoras no se lo merecían… Uno ve todo desde afuera. Entonces cuando hablamos me pareció que este era el momento. Es cuando tengo tiempo, cuando estoy dispuesto y cuando tengo ganas. A mí siempre me gustó el fútbol femenino de Junín porque es competitivo. Para mí es distinto. Llegamos a un acuerdo, llegué al club. Hace dos días tuvimos el primer entrenamiento y hoy (sábado) pudimos hacer este partido amistoso (contra La Favela) para ver a las jugadoras. Algunas me sorprendieron demasiado. Yo simplemente traje a una delantera que viene de Álem, Verónica Grosso, que también me gustó muchísimo. Ahora lo que hay que hacer es trabajar, porque hay que solucionar muchas cosas. Buscamos salir jugando del fondo, se vio hoy. Yo quiero que la pelota vaya siempre a una compañera, proponer un juego asociado. Yo quiero que aprendan a jugar al fútbol, no a la pelota, pero sobre todo crear un grupo humano que de satisfacción.

-Plasmar esa intención de juego requiere siempre de mucho trabajo. ¿Cómo se convence a la jugadora de tener paciencia, de bancar el proceso y que no se vaya antes si se frustra en el camino?

-Si tengo una virtud es que he aprendido de los técnicos que he tenido como jugador y de los que he compartido ya siendo técnico que la única forma de convencer a una jugadora o un jugador es con la forma en que comunicás. Vos podés saber mucho de fútbol, pero si vos no tenés llegada es lo mismo que no saber nada. Hoy con las chicas tuve una charla con un pizarrón chiquito y les dije ustedes jugaban asíAhora yo quiero que se abran las laterales, que salgamos jugando, que si la perdemos lo volvamos a intentar… Lo único que no se aprende es lo que no se quiere aprender. Y antes de aprender todo esto nos tenemos que poner bien físicamente, porque de la cabeza y de los pies podés andar muy bien, pero como está el fútbol hoy si no estás bien físicamente no podés hacer nada. Las propias jugadoras te lo dicen. Entonces, ahora lunes, martes, jueves y viernes le vamos a meter mucho a los entrenamientos. Se trata de practicar y practicar… Yo quiero que cuando dentro de unos meses a una de mis jugadoras le pregunten a qué juega Independiente, sepa decirlo.

-Más allá de la intención de juego, ¿traés un sistema favorito?

-Tácticas hay muchas, porque siempre hay que mirar también cómo juega el rival. Si el rival te ataca con dos delanteras, para qué querés cuatro en el fondo. Pero una cosa es explicarlo y otra cosa es trabajarlo. Hay que trabajar. Hoy jugamos 4-3-3, con una de esas tres delanteras tirándose un poquito más atrás. Pero podemos jugar 4-4-2, 3-3-2-2… Pero la parte táctica pasa por las jugadoras que tenés. Por eso a partir de ahora también voy a ver a dónde necesito reforzar, siempre pensando en potenciar. Quiero armar un equipo con mucha presencia en el fondo, porque los equipos se arman de atrás para adelante. Por eso vino también Alejandra Natali, para competir con Pato en el puesto de arquera y con Malena Riveros, que tiene que ser la futura número uno de Independiente porque tiene unas condiciones bárbaras. Solo hay que convencerla de que se puede. El no puedo en el fútbol no existe.

-En tu idea de potenciar el equipo, seguramente yendo también a buscar nuevas jugadoras, ¿cómo hacés para que todas las jugadoras que integran el plantel se sientan parte, les toque jugar más o menos?

-Yo hablé con Fernanda de poder tener dos jugadoras por puesto. Pero para eso es importante que más allá de las 16 convocadas a un partido podamos hacer otros partidos para que jueguen esas jugadoras que quedan afuera de una lista. La costumbre que yo tengo es que cuando hay una jugadora que no entra en tus planes no tenés que esperar para decírselo al primer partido de liga. Se lo tenés que decir para darle la posibilidad de buscarse otro equipo. Y después si la jugadora se quiere quedar a pelear el puesto es otra cosa. Pero le tenés que ir de frente. Esos son los códigos del fútbol. A su vez quiero aprovechar los amistosos que estamos haciendo para ver a todas las jugadoras. Para que nadie piense por qué me pone o por qué no si este no me vio nunca. Yo soy exigente y ellas tienen que ser exigentes consigo mismas. El no se puede no existe. Hay que ir por más siempre y para eso es muy importante poder hablar, tener llegada a la jugadora para convencer de lo que se hace.

-Si algo destaco mucho de tu llegada a dirigir en Liga es que te he visto siempre en todas las canchas. Vos ya sabés de que se trata todo esto…

-Hay mucha gente que dirige el femenino pero no viene a ver el femenino. Yo soy cien por ciento futbolero. El que es futbolero siempre va a mirar distintos partidos porque hay que estudiar al rival, ver jugadoras, tomar ejemplos… Yo hace muchos años me he metido de lleno. Dirigí tres años en Viamonte y gracias a Dios los tres pudimos salir campeones. Ganamos un campeonato importantísimo que quedó en la historia del club. Un torneo Provincial que el primer partido nos tocó contra Sarmiento, con lo que eso implica. Cuando vos sabés que el rival es superior a vos, vas a jugar de otra manera. Te pongo el ejemplo clarísimo de Sarmiento con BAP en este Nocturno. BAP sabía que Sarmiento era superior, pero sacó fuerzas de donde no tenía, tuvo orden, actitud. Jugaron un partido muy serio y no dieron ni una pelota por perdida. Nunca quedaron mal parados.

-Ese es un partido que se trabajó en función del rival, totalmente.

-Obviamente. Después puede salir o no. A BAP le salió redondo. Vos podés preparar el partido y si Sarmiento te hace el gol a los dos minutos por ahí te rompe todo el esquema. Pero lo aguantó, hizo entrar a Sarmiento en la duda y después sacó adelante un partido fabuloso. Y después contra Independiente te la cambio, porque le pasó todo lo contrario. El fútbol hace años que está inventado. No hay nada para inventar, pero si hay mucho para trabajar. Y el fútbol femenino también desde ese lado es distinto. Hay que ser muy medido en el trato, en las palabras. Yo soy un convencido que en el fútbol en general el técnico no puede ser amigo del jugador o la jugadora. Podemos tener muy buena relación, pero acá adentro son todas iguales, todas jugadoras. El trato tiene que ser así. Y tiene que poder marcarse lo malo y lo bueno; porque si solo vamos a marcar lo bueno no tendríamos nada que hacer, serían perfectas. La autocrítica, tanto del entrenador como de la jugadora, es lo más importante que hay que tener, ganando o perdiendo.

-De tanto ir a mirar fútbol, ¿tenés un equipo de preferencia?

-Siempre me gustó cómo jugó Rivadavia de Junín, aún con las veces que se ha desarmado en relación a lo que tenía antes. Hay que pensar que muchas de las jugadoras nuevas que trajeron solo las tienen para jugar, entonces es complicado. Pero en Rivadavia se ve funcionamiento. Lo bueno es que cuando hay gente de fútbol, como es el caso de Mariano (Reynoso), no traés refuerzos por traer. Sabés qué es lo que vas a buscar. Sabés que la columna vertebral la tenés que tener y después vas a ver cómo potenciar. Yo lo veo así. Obviamente no te voy a hablar de Sarmiento porque armó equipo para jugar a otro nivel. Hubo momentos en que BAP me gustó, con estilo muy diferente. Y la UNNOBA me gusta. Pero a Rivadavia de Junín todavía no le tocó en este Nocturno jugar contra un rival directo como le tocó a la UNNOBA contra Rivadavia de Lincoln. Y la UNNOBA, en ese partido y contra un rival directo, ganó del minuto cero al minuto final. Ganó en el orden, en la forma de jugar, en el compromiso. En todo. La que entraba entraba bien. Ahora se vienen dos semifinales en las que no está nada dicho. Aunque si me preguntás te digo que la final va a ser Sarmiento contra UNNOBA. Pero es fútbol.

-No se si habrá otro entrenador o entrenadora que tenga tan vistos a todos los equipos durante este Nocturno como vos. Por eso digo que es muy buena tu llegada.

-Yo soy muy futbolero. Tengo muchos amigos acá. Jonny Villarreal el otro día me llamó y creo que estaba más contento que yo de que vaya a dirigir en esta Liga. Me decía a nosotros nos gusta el fútbol, pero loco como vos no hay ninguno. Mi técnico favorito es El Loco Bielsa, que es un enfermo de todo esto. Yo copio mucho de eso, más allá de que el primer gran técnico para mí fue el Pato Pastoriza. Yo quiero ver todos los partidos, analizarlos. Y es como vos decís, no conozco solo a mis jugadoras. Me gusta conocer a todas las jugadoras. Eso te va a permitir pensar cómo le vas a jugar a Rivadavia, por dónde atacarlo, a dónde reforzar la marca, por qué banda ir a buscar el partido…Y también creo que armar equipo no solo se trata de conocer y buscar buenas jugadoras, sino también buena gente. Porque el fútbol es un deporte de conjunto. Mi idea acá es transformar el fútbol femenino como creo que lo hice en Los Toldos. Eso quiero hacer acá en Independiente.

-¿Y por dónde se empieza esa transformación?

-Yo llevé diez pautas para compartir con las jugadoras. Cuando arranco un proceso comunico esas pautas, porque una vez que vos ya estás andando no sirve de mucho. Planteo las cosas y pido opinión. Si nadie dice nada, sigo adelante. Todas estuvieron de acuerdo. La primera pauta que les di, que para mí es muy importante, es que respeten al club. Yo no quiero que vengan a entrenar en Independiente con una camiseta de Sarmiento, de Villa, de Moreno. Vení con la de Boca, la de River, que es otra cosa. Pero acá, para el fútbol de Junín, hay que generar sentido de pertenencia. No tenés que ser hincha, pero sí respetar la camiseta del club para el que estás jugando. Yo sé llegarle a las jugadoras. A la hora de hacer una crítica, siempre hay una manera de decir las cosas que duele menos. Nunca he tenido un conflicto con nadie. Hablo mucho con los técnicos contrarios, porque me gusta saber, debatir. Tengo pasado en Ferro como jugador, con técnicos como Griguol, Aimar, Bonini… De todos siempre saqué lo mejor. Y hoy estoy enseñando eso que me enseñaron. El respeto, la contención, el amor propio a lo que se hace. En Selección de Junín me acuerdo que el Gordo Moyano me suspendió porque estaba comiendo chicle y decía que se me secaba la boca. Me dijo señor Pereyra, tire el chicle o se va… Uno podría haber dicho pa, este gordo. Pero a la larga eso te termina enseñando. Otra cosa que yo le decía a Fernanda es la importancia de tener un profe además de un técnico, porque esto no deja de ser docencia. Cada cual sabe el rol que tiene que cumplir. Y más con los profes que hay acá que conocen todo el entorno. A mí Jesús (Rao) me está dando una mano bárbara. Yo le dejé claro que tiene la libertad de marcarme lo que quiera, porque dos cabezas piensan mejor que una, cuatro ojos ven mejor que dos. Hoy me marcó varias cosas en la salida de las defensoras… Ese es el profe que yo quiero.

-¿Para la preparación física también quisieras contar con una persona más en el cuerpo técnico?

-Sí. Jesús va a estar muy volcado a lo que es Sub-15 y Sub-17, además de coordinación de Escuelita. A su vez me va a dar una mano a mí en Primera División. Yo lo que más le pido es que esté conmigo en los partidos, porque no quiero cargarlo de más responsabilidades. Es mucho tiempo. Tema preparador físico le dije que lo maneje Fernanda si va a venir alguien. De momento preparo yo los trabajos y se los doy a los profes. Entonces sí, necesitamos a alguien que esté de manera específica y al cien por ciento.

-¿Te acordás cuál fue el primer acercamiento al fútbol femenino que te hizo decir esto me interesa?

-Como te dije, no termino de separar el femenino del masculino. Para mí es fútbol. Más allá que la intensidad de los entrenamientos la tenés que manejar diferente. Yo dirigía y coordinaba las inferiores de Viamonte, que tenía fútbol femenino. Fui a ver un par de partidos y me gustó. Me interesó mucho, porque a mí me gusta enseñar. Pensé que si a ellas les gustaba el fútbol por qué no les enseñaban como les tenían que enseñar. Ahí me empecé a dar manija. Hablé con el presidente de allá y me dijo que para ellos sería un golazo. Cuando entré dije de acá no salgo más. Amo el fútbol en general, pero esta rama de la disciplina me encanta porque aprendés de las jugadoras. Yo tengo hijas, que han jugado al fútbol. Han dejado, pero son cien por ciento futboleras. Hace un ratito me mandaron un mensaje para ver cómo me había ido en el amistoso. Y trato de mirar mucho fútbol, todo el tiempo.

-¿A tus jugadoras les pedís lo mismo, ver más fútbol femenino para encontrar ahí sus referencias?

-Se les dice. Lo que pasa es que después hay que ver si lo hacen. Yo tengo referencias de jugadoras de fútbol femenino. La principal es Marta, porque además amo el fútbol brasileño. Pero hay chicas a las que les gusta jugar al fútbol y no mirar fútbol. Todo lo que yo enseño es porque lo aprendí en algún lado. Aunque parezca mentira yo pongo Youtube y miro los entrenamientos del Loco Bielsa. Después lo tenés que llevar a la práctica en un cincuenta por ciento, porque es otra intensidad. Hay jugadoras que no van a saber lo que les estás pidiendo, pero ahí también te tenés que tomar el trabajo de marcarlo vos para que lo entiendan. Ahí ya empieza un contacto más firme, empiezan a notar que hay algo distinto, que hay algo que no les habían enseñado. Lo mismo antes de un partido, que por ahí se ponen a patear frías al arco. No, después te desgarrás. Yo les tiré una pelota para que hagan un loco. Eso y nada más. Volviendo al tema de mirar el fútbol femenino, siempre les inculco que lo hagan porque siempre vas a encontrar a una jugadora de la que querer sacar algo. Trato de enseñar todo lo que me enseñaron. Pero no me quedo con eso. Sigo mirando y sigo aprendiendo, porque hay mucho por aprender.

-¿Actualmente, en el ámbito local, dónde buscás esas referencias y aprendizaje?

-Yo soy muy amigo del Negro Bianco, del Negro Peralta, de Mariano Reynoso, de Jonny (Villarreal). Charlamos mucho de fútbol, nos pasamos ideas. Eso es lo más lindo que hay, porque el fútbol es para hacer amigos, no enemigos. Yo siempre quiero ganar, como tampoco me gusta que cuando perdés un partido las jugadoras se vayan riéndose, porque hay que tener sangre en las venas. Pero no se gana a cualquier precio, hay que ver las formas. Y el comportamiento adentro de la cancha es fundamental.

-Para el mayor y mejor desarrollo del fútbol femenino de la región, ¿es más importante que cada ciudad tenga equipo que compita en liga o que la Liga Deportiva del Oeste, ya bien constituida, pueda aumentar todavía más su competitividad acaparando jugadoras de toda la zona en todos los clubes?

-A mí me gustaría que en todas las ciudades haya ligas, porque son muchas las jugadoras. Y me gustaría que se haga un interligas como se hizo alguna vez en el fútbol masculino. Pero para eso tiene que haber muy bueno nivel en todas las ligas. Me encantaría que en cada liga estén conformadas todas las divisiones y que sea competitivo. La otra opción tampoco es mala, porque el hecho de que se vengan jugadoras de la región a Junín las potencia a ellas y potenciaría mucho más todo esto.

Por Juani Portiglia

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