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Diego Carpinella: «Si no hay un desafío, un sueño por cumplir, no sería fútbol»

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Casi nueve años pasaron ya desde el primer entrenamiento. El desafío, aunque no fueron pocos los que le dijeron que estaba loco, lo asumió el mismo que este jueves, en la cancha de Mariano Moreno, será protagonista de una nueva final. Por momentos, Las Guerreras de la UNNOBA aparecen como un oasis en la realidad del fútbol femenino de la región, donde los proyectos a largo plazo son la excepción y no la regla. Más allá del compromiso institucional, la figura de Diego Carpinella ha sido determinante para esa consolidación.

En el trayecto hubo títulos. Locales, provinciales y nacionales.Hubo también decepciones. Hubo preocupación por la falta de una renovación que permitiera al equipo mantener su status de eterno protagonista de nuestro fútbol a medida que se despedían jugadoras importantes. Y hubo también una bocanada de aire fresco como la que experimentó el DT a la salida de la cuarentena, cuando en el regreso a los entrenamientos se encontró con un plantel incluso más poblado de lo que podía haber imaginado.

Por intención de juego, por calidad individual, por espíritu deportivo, por sentido de pertenencia, UNNOBA fue llenando todos los requisitos en la planilla para inscribirse como uno de los finalistas del Nocturno 2021 de la Liga Deportiva del Oeste. Lo hizo dejando en el camino a dos rivales directos como Rivadavia de Lincoln y BAP, con autoridad y sin renunciar a sus formas. Ahora, la definición del título cruzará a Las Guerreras con Sarmiento, un equipo repleto de jugadoras AFA y con altísima intensidad de entrenamiento. Porque siempre hay lugar para nuevos desafíos. Porque ya dejó claro el DT que no sería fútbol si no hay un sueño más por cumplir.

-¿Satisfecho con el triunfo ante BAP?

-Contento, sí. Ya inevitablemente estamos pensando en el próximo partido. No queda mucho margen para estar contento, pero sí sabemos que sacamos adelante un partido duro, un partido difícil.

-Ya han aprobado muchísimos exámenes desde el juego y el funcionamiento de equipo, ¿queda ahora la satisfacción de saber que también pudieron pelear un partido que fue muy exigente desde lo físico?

-Uno conoce las virtudes y las debilidades de cada equipo. A veces el juego físico no nos conviene y tratamos de suplirlo con otra propuesta. Creo que en todo equipo es así. Al que lucha mucho por ahí se le complica cuando tiene que proponer el juego o tener variantes para destrabar un partido. Cada equipo atraviesa esas cuestiones. Obviamente que el que se adapte a todo, mucho mejor. Ayer (el jueves) fue un partido complicado ya desde la previa por saber eso, que iba a ser muy físico. En el partido del torneo anterior, que fue empate, también pudo ser para cualquiera de los dos. Después el tercer puesto se terminó definiendo en penales. Esta vez creo que tuvimos un poquito más de claridad, que podríamos haber llegado al segundo en algún momento. Pero también pudo haber entrado alguna de las que generaron ellas y te cambia el partido. En esos cinco equipos que incluye a Rivadavia de Lincoln, más allá de que quedó afuera, hay mucha paridad y en pocas cuestiones se define un partido. Por ahí el juego de fricción, de choque, de desgaste nos cuesta más, pero si entra la de Juana (Garayalde) en el primer minuto cambia el partido y la búsqueda hubiese sido otra. Hay muchos matices en el fútbol. Cuando nos proponen jugar generamos mucho más. Ayer se nos complicó a la hora de triangular, de jugar, porque fue algo lógico del marcaje que hacen ellas. Pienso que con Sarmiento, que también propone, puede salir una linda final.

-Más allá de los matices y de lo circunstancial, me queda la sensación de que en los dos partidos determinantes de este Nocturno impusieron condiciones de inicio a fin. ¿Lo sentiste así?

-Creo, y se los decía a las chicas antes del partido, que cuando jugamos con intensidad y buscamos nuestro juego podemos llegar a marcar diferencias. Pero con un poquito que disminuyamos, si no dejamos todo, un equipo como BAP tranquilamente nos podía superar. Creo que la pequeña diferencia a nuestro favor fue la que terminó dándonos el partido. Pero está todo muy parejo. Si le metíamos un gol más a BAP podía haber parecido que se nos dio un partido relajado y no fue así. El 2-0 con Lincoln puede invitar a pensar que fue un partido que resolvimos fácil y tampoco fue así. Sí me quedó en los dos partidos la sensación de que siempre estuvimos bien. Mejor incluso con Lincoln, mejor parados. Pero  a la vez sabés que en un tiro libre o uno de esos córners que tira Coty (Díaz) te pueden destrabar algo y generar un partido distinto. De todos modos estamos muy bien. Ya desde los amistosos veníamos en una búsqueda y hora con los resultados puestos se puede decir que se dio lo que uno esperaba. El encontrar una base creo que ya se logró. Ahora hay que atender otras cuestiones, porque tenemos muchas jugadoras con potencial pero que a la vez necesitan de más partidos. Este tipo de campeonatos no te permite mucha rotación. En un torneo más largo podés dar más minutos a más jugadoras. Acá no podés porque cualquier mínima ventaja que des puede ser determinante.

-Se notó mucho eso. Ningún equipo arriesgó de más con los cambios y las rotaciones.

-Es que además muchas veces tenés que pensar también en la chica que entra. Si no tiene la experiencia necesaria, una mala intervención en un partido determinante que la haga sentir responsable de perder una clasificación o algo, más allá que uno la pueda acompañar y decirle que son cosas del fútbol, termina marcándola de ahí en adelante. Hay que ver, también, cuando uno arma un listado y deja a una jugadora afuera cómo la puede afectar. Son todas cuestiones que hay que saber manejar para mantener el grupo. Muchas veces los resultados ayudan a que se simplifique todo y si esos resultados no llegan parece que las decisiones que tomaste son todas cuestionables.

-En la pretemporada hablamos del crecimiento de Karen Cabral y llegada la final del Nocturno tengo que terminar de darte la derecha. Muy buen torneo tanto de ella como de Camila Azcurra por las bandas.

-Nosotros estamos apostando a jugar con tres fijas en el fondo, que son Jenni (Garayalde), La Rubia (Nadia Ramírez) y Cami (Azcurra). El crecimiento que se nota en Karen de un año al otro es tremendo. La tranquilidad con la que juega. Necesitó de tiempo y de muchos campeonatos para terminar de aflojarse y sentirse parte importante. Ella había salido campeona con nosotros y todo, pero a veces le había tocado jugar menos minutos. Ser a veces titular y otras veces no. Este año, ya desde los amistosos se ganó el lugar. Ella fue una de las que se consolidó en los entrenamientos y los amistosos, hablando de ser titular porque en el grupo ya estaba consolidada hace años. Y Cami, La Rubia y Jenni son tremendas ahí atrás.

-Más allá de ser UNNOBA un equipo con mucha propuesta ofensiva, ¿sentís que tenés una de las mejores defensas de Junín?

-Como coordinación, como entendimiento, creo que si no somos la mejor estamos entre las mejores. Porque son chicas que están recontra consolidadas, que se conocen. Los relevos, el ir y venir, está todo bastante asumido. Por ahí lo que más nos costó fueron los primeros partidos porque siempre habíamos jugado con cuatro bien fijas ahí en el fondo. Pasar a jugar con tres, porque no había jugadoras con las características para parar línea de cuatro, nos hizo sentir un poco vulnerables. Pero es importante la función de las jugadoras que van por afuera. Karen da una mano. Cata (López) cuando le tocó jugar, Sofía (Borsalino) contra BAP o si tiene que entrar Lupe (Bellome)… Son jugadoras que saben que tienen que dar una mano pero no quedarse defendiendo porque sino perdemos la consistencia cuando atacamos. Pero creo que en defensa estamos muy bien, siempre se los digo. Sus mismas compañeras en los entrenamientos lo dicen: son tremendas estas.

-¿Te revitalizó la llegada de tantas nuevas jugadoras con mucho a lo que aferrarse?

-No sé si fue revitalizador, pero sí que era algo que yo esperaba que se produzca. Y no solo llegaron, sino que muchas lo hicieron para directamente competir por un puesto en el equipo titular. También se podía haber dado una renovación con mayor tiempo de adaptación. Pero muchas llegaron y en las prácticas ya veías que estaban a la altura de competir por un puesto. Sé que las que empezaron todavía tienen algunas cosas que solo se suplen con más partidos y más conocimiento. Eso les va a poner el techo todavía más alto del nivel que están mostrando ahora, que no es poco. También hay algunas que están rotando más o que no fueron citadas y que también tienen potencial. Ahí es donde digo que este campeonato no permitió dar tanto rodaje. Yo me acuerdo que a Karen (Cabral) hubo momentos en que me tocó no citarla entre las 16. Lo he hablado con ella, le he dicho que ella ya ha pasado por esto, que ha sido suplente y que se ha ganado el lugar. Eso es producto de la constancia, de siempre estar. Hay jugadoras que uno duda si van a tener esa fuerza o esa voluntad de sostenerlo en el tiempo. Ojalá que sí y podamos tener un grupo grande que pueda seguir entrenando y mejorando. La llegada de Lucio Cannarozzo también nos vino bárbaro, sumado a Julián (Aiub) que también nos está siempre encima.

-¿Es una cuestión a trabajar en todos los clubes el lograr esa tolerancia entre las jugadoras a las que no les toca jugar tanto? Porque a veces empiezan a rotar de club en club buscando más minutos y al final no se afianzan en ninguno. ¿Hay que encontrar la manera de que esa jugadora no se sienta separada del grupo?

-El tema de la rotación es complejo. Pasa en el masculino también y uno entiende que todo jugador o jugadora que va a practicar después tiene ganas de jugar. Por eso ser entrenador, estar a cargo de un grupo, no es tan fácil como parece. Hay que manejarse con cierta coherencia, con cierta justicia aunque las decisiones siempre para alguien terminan siendo injustas. Acá lo que se prioriza y se remarca es el grupo, por eso cuando terminan de jugar se juntan con las que estuvieron afuera, festejan todas juntas. Y no es por demagogia, es porque si no tuviéramos esa cantidad de jugadoras no podríamos plantear en los entrenamientos partidos de 11 contra 11 como venimos haciendo. No podríamos hacer trabajos de defensa contra ataque o de volantes contra delanteras. Entonces necesitamos de todas. Está bueno haber consolidado un grupo durante tantos años, porque las que se van sumando se van integrando y van funcionando a la par de ese grupo ya consolidado. Es lindo ver cómo están participando y disfrutando de este campeonato las chicas que se sumaron. Lo importante es que se pueda sostener en el tiempo, aunque probablemente sea imposible sostener a todas. A la larga o a la corta, los lugares se van ganando yendo a entrenar, tratando de mejorar lo que se les marca.

-Lo que se dio en UNNOBA previo a este Nocturno también viene a romper con el mito del grupo cerrado, que creo que alguna vez llegó incluso a jugar inconscientemente en la cabeza de algunas jugadoras, al punto de preguntarse ellas mismas si estarían haciendo algo para generar esa sensación…

-Eso fue algo que vino de afuera, porque cuando empezamos con el fútbol femenino en UNNOBA todavía había pocos equipos y nosotros consolidamos rápido un grupo. Entonces, cuando quisimos empezar a involucrar más jugadoras por ahí las propias chicas decían ustedes ya están armados, cómo voy a entrar, cómo me voy a integrar si veo que están todo el día juntas, que salen, que se juntan… Entonces se empezó a hacer difícil romper con eso. Pero este grupo no estaba consolidado antes. Lo fueron haciendo ellas. Entonces, cuando empezaron a venir una o dos que sintieron que era un grupo lindo, porque la calidad de personas que hay es increíble, creo que lo que se fue divulgando fue que más que un grupo cerrado era un grupo muy unido. Entonces yo esperaba que la llegada de nuevas jugadoras se de. Lo que no esperaba es que se diera con tanta cantidad en tan poco tiempo. Ahora hay que ver cuántas están dispuestas a seguir, o a practicar, o ganarse mayor lugar en el equipo con el correr del tiempo.

-¿Que el próximo campeonato sea más largo ayudaría mucho a eso?

-Sí. Si pudiera ser todos contra todos mucho mejor. Este torneo se hizo demasiado corto y eso es una lástima, porque por ahí con uno o dos partidos más por equipo, o con un sistema que clasificara a algún equipo más,  ya te daba otra sensación. Pero hay que sacar lo positivo que es que se empezó a jugar, más cuando ves que en la zona no arrancaron. Nosotros podríamos estar en esa situación y hubiera sido mucho más difícil sostener todo. Por lo menos se arrancó, se dio movimiento. Ver el público en la cancha, las fotos, lo que se generó en la salida de los equipos… En un momento hablábamos con Silvina (Ferreira), con las Mellis (Garayalde), y decíamos pensar que cuando arrancamos con el fútbol femenino éramos nosotros y nada más. Ver el movimiento, la difusión que se le da, el comentario… El cambio es abrupto y buenísimo. Entonces esto sirvió para seguir afianzando y difundiendo.

-Toca final contra Sarmiento. ¿Se confía plenamente en el propio juego y funcionamiento o se piensa en lo que tiene el rival y se trata de adaptar?

-Hoy en día, en cualquier nivel, tenés que tomar ciertos recaudos de ver contra quién jugás. Porque eso te hace prever ciertas cuestiones que pueden llegar a suceder. Pero también es verdad que mucho no podés cambiar de un partido a otro. Primero porque no tenés el tiempo suficiente de trabajo para consolidar diferentes formas de juego dependiendo del rival. Acá todavía es todo muy amateur, entonces nosotros tenemos dos o tres días de práctica, a los que no te van a poder ir todas. Tenés que consolidar una idea de juego y después buscar darle algunos matices dependiendo contra quién jugás. Los matices te los puede dar lo posicional o las diferentes características de las jugadoras que podés mandar a la cancha. Pero magia no podés hacer, ni plantear un equipo o un sistema completamente distinto para cada partido. Por lo menos para nosotros es así. Por ahí Sarmiento, que hoy tiene otra estructura, sí tiene esa posibilidad de hacer competir a diferentes chicas en diferentes competencias. Nuestra idea no va a cambiar demasiado. Pero sí buscaremos los matices lógicos por tener que jugar una final contra un equipo como Sarmiento.

-¿Entusiasma, más allá del título en juego, la posibilidad de tener otro parámetro para medir en qué nivel están?

-Desde que Sarmiento entró a jugar este Nocturno es un equipo más y hay que jugar. Algunos pudieron hacerle más partido, otros no tanto. Es un equipo más, con muchas chicas que previamente estaban jugando acá a nivel local o en la zona, pero también en competencias que eran completamente amateur. A la vez no hay que desconocer cómo vienen entrenando y que la misma competencia las hizo crecer. Pero si no hay un desafío por delante, un sueño por cumplir, no sería fútbol. Nosotros nos aferramos a eso. La lógica daría que Sarmiento tiene más obligación de ganar el torneo, pero eso no nos va a quitar el sueño de poder enfrentarlas pensando que se nos puede dar.

-¿A Felicitas Gil no hay que elegirla más como figura para dejarla tranquila o lo asume todo con mucha naturalidad?

-Ella escucha, habla lo que tiene que hablar pero es muy de bajo perfil, muy tranquila. Son las reglas del juego y está muy bien que si tiene un buen partido se la nombre y se la reconozca. Ella lo tendrá que ir asumiendo, porque es parte del crecimiento. Sé que es muy pronto todo, porque entró en un ambiente nuevo y muchas veces juega con el desenfado de ser nueva y divertirse. A veces sufro como técnico por temor a los golpes, porque la agarra y gambetea y vos pensás que por ahí hasta a alguna jugadora puede provocarle cierto enfado. Pero eso también es parte del fútbol y ella lo va a ir aprendiendo. Como se la ve en la cancha es como se adaptó al equipo. En el hockey me dicen que es muy similar en la forma de juego y todo. Lo que pasa es que una cosa es llevarla con el palo y otra llevarla con el pie. Parece que para ella casi no hubiera diferencia. Si en algún momento la exposición la afecta, será trabajo de nosotros acompañarla. Pero bienvenido sea, porque también sería injusto que si ella juega un buen partido y merece ser elegida no se lo haga por temor a hacerle algún daño. Lo que sé es que con partidos, tanto ella como Mica (Navone) y todas las nuevas van a mejorar mucho más.

-Con el equipo que pudieron formar, ¿cuántas ganas tenés de que haya Juegos Universitarios este año?

-Cuando se empezó a armar el grupo tenía muchas ganas y era algo que tenía muy presente en la cabeza. Me gustaría ver a este equipo, más con una continuidad que podríamos tener de acá a septiembre que es cuando normalmente se hacen. Pero al estar tan lejos y al tener ahora algo tan importante como una final , no es algo en lo que estoy pensando tanto. Lo que da gusto es ver que el equipo se va consolidando y la competencia universitaria siempre es linda como incentivo. Llegado el momento seguramente nos vamos a embalar y a darnos manija con eso.

Por Juani Portiglia

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