Quien busca encuentra, dicen. Para probarlo, en Estudiantes de Caseros decidieron irse hasta Salta a buscar, entre otras cosas, una reemplazante para Débora Teixeira, su gran figura la pasada temporada que partió rumbo a la máxima categoría del fútbol argentino para vestir la camiseta de Defensores de Belgrano. Marlen Campo acudió a la prueba y gustó. Se ganó la chance de ir a corroborarlo con dos semanas más de entrenamiento en Buenos Aires. También gustó. Y mucho antes que llegaran los días de balances para determinar si se había encontrado lo que se buscaba, ya había pagado con ¡12 goles! en las primeras tres jornadas de una Primera B que tiene a su equipo como líder de la Zona A y con puntaje perfecto.
-En la previa del inicio del torneo se podía soñar con el arranque que tuvieron, pero no creo que hayas soñado tener ya 12 goles…
-Es así. La verdad que tuvimos un buen inicio en el torneo y aparte de eso partidos con buena diferencia de goles. Estoy feliz porque creo que es importante para el equipo seguir sumando.
-¿Supiste rápido de la responsabilidad de reemplazar a Débora Teixeira? ¿Fue una presión extra?
-Me habían comentado que la nueve que estaba en Estudiantes anteriormente era muy importante para el equipo, que había dejado un vacío cuando se fue. Así que yo sabía que tenía que intentar ocupar ese lugar.
-Imagino que debutar en Primera B con tres goles fue importante para empezar a sacarte esa mochila.
-Claro, fue muy importante. Yo estaba muy ansiosa por arrancar y ver qué pasaba. Notaba que el equipo se venía formando muy bien. Yo tenía la mente positiva y tenía mucha fe en que iba a poder ayudar al equipo.
-¿Cómo se gesta tu llegada a Estudiantes?
-Fue por una prueba que hizo la coordinadora de Estudiantes, Verónica Rivero. Ella fue hasta Salta a hacer la prueba. Se pudo dar y yo fui a ese encuentro. Gracias a Dios fui una de las que le gustó. Ella nos habló muy claramente y nos dijo que ellos se hacían cargo del pasaje a Buenos Aires para que las que quedáramos estuviéramos una o dos semanas a prueba acá. Si yo me hubiera tenido que hacer cargo del pasaje iba a ser costoso, porque todo pasó muy rápido. Ella se encargó de todo y a mí me dio ese impulso extra para querer venir.
-22 años y llegar por primera vez a vivir a Buenos Aires debe ser también toda una experiencia más allá del fútbol…
-Fue un cambio rotundo que no me esperaba. Al principio costó un poco, pero de a poco me fui adaptando. El equipo me acompañó, porque como se ve en la cancha somos muy compañeras y también muy humildes. Todo eso ayudó.
-¿El inicio de la competencia también ayudó?
-Sí, claramente es así. El inicio de la competencia a mí me ayudó mucho. Cada semana nos vamos preparando para un nuevo rival, para poder sumar los puntos que es lo importante y eso te mantiene enfocada.
-Quedó la sensación que más allá de las dos goleadas del inicio, es el partido que ganan de visitantes contra Sarmiento el que las termina de confirmar como candidatas. ¿Lo sentís así?
-La verdad que sí. Sabíamos que Sarmiento era un equipo fuerte y a lo que nos íbamos a enfrentar. La verdad que después del partido sentimos ese impulso de decir todavía estamos para más. Ojalá así sea.
-¿Dónde crees que estuvieron las claves de esa victoria en Junín?
-En el equipo. Más allá que no pudimos terminar de desarrollar nuestro juego como hubiéramos querido, el equipo se puso firme, defendió mucho el arco propio y no dejó a Sarmiento hacer su juego ni encontrar ese gol que tanto buscaban. Fue un gran esfuerzo de equipo, más allá de los goles que fueron muy importantes para el resultado.
-Que importante ganar también cuando las cosas no salen como se planifica, porque es una prueba de carácter dentro de la cancha.
-Sí, la verdad que el equipo a la hora de defender puso mucho carácter, mucha garra. Es importante habernos llevado esos tres puntos que buscábamos.
-También mostraron tener mucha conducta y cabeza fría cuando se picó el partido.
-La verdad que nos mantuvimos firmes. Es lo que no enseña el cuerpo técnico: poder mantener la cabeza fría cuando los partidos se ponen difíciles como se puso el de Sarmiento. No tenés que jugar con la gente, ni con los árbitros… Creo que eso lo pudimos manejar y se notó en la cancha.
-Las dos máximas goleadoras de la temporada pasada de Primera B están jugando ahora en Primera División. ¿Pensás en eso para vos?
-La verdad que ahora estoy muy concentrada y muy metida en Estudiantes. Yo sueño con el ascenso con este equipo, porque además estoy muy agradecida por todo lo que me están dando. A los goles los veo como algo secundario, porque lo más importante es seguir sumando para ayudar al equipo. Si en algún momento se diera la oportunidad de jugar en otro equipo se verá, pero ahora estoy muy metida en lo que estamos haciendo con Estudiantes.
-Con 12 goles ya de registro, ¿tenés una asistidora favorita?
-La verdad que son varias con las que cada vez nos vamos entendiendo mejor. Si tengo que poner a una es Brisa Galeano.
–¿Qué recordás de los inicios? ¿Cuándo empezaste a jugar?
-Es algo que me nació desde chica. La que primero empezó fue mi hermana mayor y al verla a ella me nació a mí también esa chispa de querer hacerlo, de intentarlo. Cuando empecé me gustó mucho y ya es algo que viene de familia, porque mi papá también es muy futbolero. Mi hermana Brenda sigue jugando y fue una referente para mí. Hemos compartido equipos y muchos campeonatos, muchas ligas en el pueblo de Pichanal y en la zona. Muchas alegrías, muchos triunfos y muchas derrotas.
-¿Cuándo fuiste a probarte en Estudiantes dónde estabas jugando?
-En Ledesma jugué para un equipo del pueblo vecino que se llama Colonia Santa Rosa. Ahí viajábamos a diferentes partes a competir. Cuando fui a hacer la prueba con Estudiantes no estaba en ningún equipo. Venía jugando distintos torneos con equipos que me invitaran. Yo siempre que podía iba.
-¿Más picantes esos torneos o la Primera B?
-Jaja. Jugar Primera B es muy diferente a jugar en el barrio. Pero acá también hay partidos que se ponen picantes.
Por Juani Portiglia
