Así es por dentro el reloj de la torre de la Iglesia San Ignacio que marca el tiempo de la historia juninense

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El antiguo reloj fue donación de Gaspar Reges, de fabricación francesa que funcionó hasta 1990 cuando se hizo imposible su recuperación. Se contrató una empresa que estableció un mecanismo digitalizado, que permite programar las horas en que suenan las campanas. Este trabajo se hizo el año pasado cuando era párroco Victor Roncatti y por donación también del donante original.

La torre de la iglesia San Ignacio de Loyola, la estructura más alta de la Ciudad, encierra en sí misma una mística y hasta leyenda. El equipo de Juntos, programa que se emite por Canal 10 los sábados de 21 a 22, acompañado por el presbítero Pablo Valles, cura párroco de la Iglesia Matriz juninense subió hasta el reloj para mostrar por primera vez en 105 años, lo que ningún otro medio hizo: cómo es por dentro el campanario de nuestro templo católico principal.

El Pbro. Pablo Valles, contó entrevistado para el programa «Juntos» y JUNIN24 que «el templo para los católicos tiene el valor del lugar de culto, donde se celebran los sacramentos, especialmente la Misa pero también tiene un valor de monumento histórico porque se reflejan las manifestaciones artísticas y se transforma en un bien cultural que la sociedad valora y visita frecuentemente y este lugar es de mucha visitas de turistas que llegan a Junín y desean conocer el templo matriz».

Recordó que de 2003 a 2006 el templo fue restaurado por el Pbro. Armando Rosido y hasta la actualidad no se hicieron otros trabajos de mantenimiento porque en algunos sectores especialmente de paredes y de las columnas comenzaba a saltarse las pinturas, a desprenderse el revoque y lo mismo en los arcos de las ventanas. Ante eso se hizo primero una limpieza de techo y cornisas para proceder a la recuperación de paredes y el próximo paso será pintar las paredes.

El antiguo reloj fue donación de Gaspar Reges, de fabricación francesa que funcionó hasta 1990 cuando se hizo imposible su recuperación. Se contrató una empresa que estableció un mecanismo digitalizado, que permite programar las horas en que suenan las campanas. Este trabajo se hizo el año pasado cuando era párroco Víctor Roncatti y por donación también del donante original.

El histórico mecanismo primigenio es ya exhibido en un sector del templo, a la entrada, en uno de los laterales. Tras la restauración del templo se le dará una ubicación adecuada con acrílico protegido dado que se está trabajando intensamente en la recuperación histórico del templo de la mano de Alfonsina Iacullo, encargada del Archivo Histórico Municipal y de esta manera todos los visitantes tengan una reseña histórica del centenario templo de la iglesia matriz San Ignacio de Loyola.

El Padre Valles agradeció a la comunidad que colabora en la adquisición de una rifa para solventar los gastos de la restauración del templo y las donaciones que se reciben para financiar una obra que es muy costosa que implica también la cobertura de seguro de los trabajadores de una empresa especializada en la restauración de este templo histórico y se cuenta con el asesoramiento de la arquitecta Laura Franco, encargada del área de patrimonio histórico de la secretaría de Planeamiento y Obras Públicas del Gobierno de Junín. 

RELATOS DE LA HISTORIA JUNINENSE

EL RELOJ

Muchos fueron los intentos para la reinstalación del reloj en la iglesia, un servicio público muy caro a las costumbres juninenses. 

Uno de ellos se cristalizó en 1971, encarado por el señor Angel José Casciero, a pedido del cura párroco monseñor Domingo Cancelleri. 

El trabajo insumió más de seis meses, con jornada de ocho horas de labor sin desmayos. La reparación del artefacto se demoró más de la cuenta, a raíz de la falta de muchas piezas vitales. Esto significó un estudio previo, planificación, moldes, fundición, fresado, tornería y pulimento de las siguientes partes: rue da de escape completa, una platina, una rueda frontal, un piñón, una rueda común, bujes y pivots de los ejes.

El material es de bronce, de aleación especial, integrado por estaño, cobre, zinc, arrabio y antimonio, en diferentes pro porciones. 

El reloj fue fabricado en el año 1908 por el español José Bessés, en Barcelona, y traído a nuestra ciudad aproximadamente en 1916. Fue adquirido por el señor Gaspar Regés para ser donado a la parroquia. 

Por entonces (año 1971), el costo del aparato oscilaba en la suma de cinco millones de pesos moneda nacional y la reparación total, sin contar la mano de obra donada por el señor Casciero, alcanza a más de 280 mil pesos.

Un verdadero trabajo de artesanía se efectuó en el domicilio particular del ejecutor de la obra, que contó con la inestimable ayuda de su padre, Don Félix Casciero, lográndose montar todo el aparato de relojeria, que en principio parecía destinado al mero recuerdo. El reloj, con su regulación definitiva, comenzó a funcionar a la 0 hora del 31 de julio, en conmemoración de la festividad de San Ignacio.

EL ORGANO

Celebrando la restauración y remodelación del templo parroquial y en Celebidencia con las fiestas patronales, el 30 de julio de 1971 se puso en funcionamiento el nuevo órgano electrónico Skerk Catedral. 

Con la presencia del Obispo Diocesano, monseñor Dr. Luis J. Tomé, se realizó un gran concierto, bajo la conducción del maestro Pbro. Jesús Gabriel Segade, fundador y director de la Cantoría de Nuestra Señora del Socorro de Buenos Aires, con brillantes participaciones en el Teatro Colón de Buenos Aires y en el Doe len de Rótterdam (Holanda). 

Se interpretaron músicas de Bach, Franck y Lan glais. 

Características: El órgano Skerk, modelo «Catedral», consta de las siguientes caracteristicas: 

Consola: reúne dos teclados de 61 notas cada uno y 32 llaves de registros. Manual primero: bordón, principal, dulceana y trompeta de 8′, flauta y sa liste de 4, flauta y saliste de 2′ y flageolet y piccolo de 1′.

 Manual segundo: tibia clausa, quintaton, viola, cromohorno, clarinete, oboe, como francés, corri de nuit y voz humana de 8′, bordón y trestant de 4″, cas: flautino de 2′, Nazario de 22/3 y tercia de 11/3. 

Pedal: consta de 32 notas, cóncavo y circular, según norma internacional. Registros: bordón y principal de 16′, bombarda, cello, flauta y bajo coral de 8′. 

Equipo electrónico: totalmente transitorizado de 72 generadores, pre-amplificadores y vibrato general; amplificador de 150 watts (75 por canales), 2 bafles y parlantes de 12′.

(Aporte de Alfonsina Iacullo, encargada del Archivo Histórico Municipal)

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