«No existe una cantidad de años que sea suficiente para poder pagar las consecuencias y heridas que quedan en las víctimas», expresó en diálogo exclusivo con cronica.com.ar, Marcio Torino, un exseminarista que fue testigo de los episodios de abuso sexual que sufrieron las víctimas de parte del ex obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, quien el 4 de marzo fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por la sala II del Tribunal Oral de la provincia de Salta.
El exseminarista que en el juicio declaró contra Zanchetta, manifestó a este medio que si bien los denunciantes no están del todo conformes con la sentencia, ya que sostienen que «le podrían haber dados más años de prisión», también argumentó que «la cantidad de años tampoco repara el daño ocasionado a las víctimas».
“Gracias a las personas que nos sostuvieron tantos años, gracias a los curas que nos creyeron, gracias a una periodista que fue capaz de contar todo, gracias a nuestras familias por acompañar en silencio, gracias a la justicia”, escribió una de las víctimas en las redes sociales luego que se diera a conocer el fallo judicial que declaró culpable a Gustavo Zanchetta, por “abuso sexual simple continuadbleo agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso”.
Tras la sentencia dictada por la Justicia argentina, la Diocesis de la Nueva Orán emitió un comunicado firmado por el obispo, Fray Luis Antonio Scozzina, mediante el que manifestaron «su solidaridad y cercanía con las víctimas».
Asimismo, el texto sostiene: «Junto al pedido de perdón a las víctimas y a seminaristas, quiero llamar a la comunidad diocesana a una sincera reconciliación ante las heridas provocadas por los gestos y actitudes de autoritarismo y abusos de poder»
Al respecto, Torino salió al cruce y en su respuesta hizo especial enfásis en la omisión de la iglesia, al delito de abuso sexual, por el que fue condenado Zanchetta. «Las heridas no fueron solo provocadas por gestos y actitudes de autoritarismo y abusos de poder», sino que también «fueron provocadas por abusos sexuales», sentenció el exseminarista.
«Que alguien le enseñe al obispo lo que es un ABUSO SEXUAL. Como pretende combatirlos si solo emplea eufemismos y términos equívocos. No tenga miedo que enfrentando la miseria se puede volver a nacer, eso es bíblico. Fórmese y lea para apacentar correctamente al rebaño que Dios le encomendó. Porque el Justo Juez después le pedirá cuentas. Forme curas maduros humana, afectiva y sexualmente que sepan distinguir claramente lo que es un ABUSO SEXUAL», sentenció Torino en una fuerte publicación que escribió en su cuenta personal de Facebook, en respuesta al comunicado que emitió la iglesia.
No obstante, en su red social, Torino también le dedicó unas palabras a Zanchetta, por quien expresó sentir «una mezcla de bronca y lástima». Y agregó: “Así como actuó la justicia civil, espero lo suyo de la canónica».
«Qué fácil seguir teniendo la protección eclesial, que el mismo Francisco te haya llevado a Roma y te invente un laburito [un trabajo]. Tener techo y comida diaria. Tenes que saber que nos fuiste arruinando la vida. Rompiendo sueños y proyectos. Hoy en día muchos la peleamos día a día, experimentamos el amargo sabor de la soledad, la incomprensión y el prejuicio”, subrayó en su escrito Torina.
¿Cuáles fueron las denuncias en su contra?
Un joven fue quien dio cuenta de episodios de contenido sexual sufridos en su perjuicio de parte de quien ejercía las funciones de obispo de la Diócesis de Orán, a partir de 2017.
Según la denuncia, estos abusos tuvieron como escenario el edificio del seminario Juan XXIII, de la ciudad de Orán, ubicada a 270 kilómetros al norte de la ciudad de Salta, y en un domicilio particular de la localidad de Los Toldos.
Luego, se sumó la denuncia de un segundo seminarista, que el 13 de febrero de 2019 relató haber sufrido episodios de significación sexual y conductas inapropiadas » frente al público y en el ámbito privado». Estos hechos habrían ocurrido desde 2016, en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del seminario Juan XXIII y la casa del Obispo.
