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Diego Carpinella: «En el transcurso del Nocturno íbamos sintiendo que el título tenía que ser nuestro»

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Los casi cuatro años de espera. El hecho de que el torneo rindiera homenaje desde su nombre al vigésimo aniversario de la Universidad. La década de vida y múltiples esfuerzos que en este 2022 están celebrando Las Guerreras. La llegada de refuerzos de altísimo nivel y experiencia para jerarquizar el equipo. Los ciclos que se cerraban. Tanto se había juntado para UNNOBA en torno al Nocturno 21-22 de Primera División que organiza la Liga Deportiva del Oeste que coronarlo con un título era el principal objetivo del cuerpo técnico y el plantel.

Su capitana, Juana Garayalde, había hecho ya esa declaración de intenciones desde la primera fecha, cuando con cuatro goles suyos vencieron 5-1 a Juan El Bueno. Lo terminó de confirmar Diego Carpinella con el feliz final ya escrito tras una definición de película ante Rivadavia de Junín, asegurando que en al transcurso del torneo habían ido sintiendo que iba a llegar el ansiado cuarto título en liga local; un impulso para pensar también en abrirse camino hacia nuevos horizontes.

¿La final contra Rivadavia se dio como la esperabas?

-La verdad que no. Estuvimos muy atadas, desde que comenzó el partido. No pensé que íbamos a salir de esa manera. De hecho estaba muy tranquilo porque habíamos practicado bien, habíamos hablado y las noté bien. También estaban bien durante la entrada en calor. Pero vi que empezó el partido y no se soltaban. De todos los partidos fue el que más nos costó. Incluso en la semifinal con BAP, que era un partido bravo, estuvieron sueltas de entrada. Pero en la final, Rivadavia empezó mejor con su propuesta. Después del gol de ellas se empezaron a soltar, pero fue de menor a mayor y muy marcado. Terminaron muy bien y empezaron muy atadas. Es lógico. Son finales y creo que influyó el hecho de que hayan venido tantas excompañeras y otra gente que está cerca. Por ahí generó un poquito más de presión que lo normal. También hubo mérito de Rivadavia, que lo planteó bien. Pero de verdad pensé que se iba a dar otro tipo de juego desde el principio. Incluso tenía el temor de qué iba a pasar si abríamos rápido el partido. Esto es fútbol. A veces pensás mucho y después ocurre algo completamente distinto.

-Hubo unos 15 primeros minutos muy duros, porque no podían salir de la presión de Rivadavia. Después emparejan en mitad de cancha pero llega el gol rival. ¿Dónde identificás que hicieron el primer click para sortear esa situación desfavorable?

-Creo que por una cuestión posicional fue importante pasar a La Rubia (Nadia Ramírez) a jugar otra vez de lateral. Está más acostumbrada a pasar al ataque y preocupa un poquito más. Cuando vi que no podíamos hacer el circuito de siempre, que no teníamos juego por el costado, era necesario abrir un poco más la cancha. Cuando Cami (Azcurra) pasó adentro y La Rubia afuera empezó a soltarse más y a emparejarse. El penal también nos condicionó, porque era un partido muy parejo. En el entretiempo pudimos hablar, entender que había que ir a buscarlo y tomar consciencia de que había que redoblar los esfuerzos. Pero había visto esa pequeña mejoría sobre el final del primer tiempo y no quise ni hacer cambios. Ya cuando iban pasando los minutos empecé a arriesgar un poco más. Sofía Borsalino preocupó, exigió ahí arriba…

Mucho exigió…

-Sí. Yo había pensado mucho en cómo iba a tomar esta final jugando arriba, porque había jugado muchos partidos de volante. La falta de Cata López y el hecho de que Rena (Carbone) no había podido entrenar mucho la última semana, hacía que fuera ella la que más nos podía dar en esa posición. Se soltó y tuvo uno de sus mejores partidos. Está bueno que eso haya ocurrido.

-Si bien entiendo que la salida por lesión de Lourdes Castro y el cambio de Camila De Las Vecillas hizo que Rivadavia no fuera el mismo equipo del primer tiempo, ¿en algún momento sentiste que se les podía escapar el título?

-Yo iba mirando el tiempo, las acciones que creábamos y no se concretaban. Entonces cada vez teníamos que arriesgar un poquito más. Más allá de eso, tenía recambio como para pensar qué podían aportar las variantes. Esa cuestión del paso del tiempo y las ocasiones perdidas, o no generar el juego que pensaba que podíamos generar, te lleva a arriesgar cada vez más. A lo último dejamos a La Rubia y Jenni (Garayalde) mano a mano abajo, que me miraban como diciendo estás loco. Salió bien porque metió el gol Juana (Garayalde), pero puede pasar que te meten una contra y te liquidaban el partido. A veces es el resultado el que te marca si hiciste bien o no. Entendí que teníamos que arriesgar. Terminamos con tres puntas. Y la lluvia, el viento, la presión del paso del tiempo. La sensación de perder un campeonato que en el transcurso del torneo íbamos sintiendo que tenía que ser nuestro…

Comparto la sensación, porque sentí que era UNNOBA el equipo que mejor llegaba a la final…

-Nosotros habíamos ganado tres torneos de liga anteriormente y en todas esas finales sentía que podía ser para cualquiera y que cualquier detalle lo podía definir. Incluso en alguna sentí que llegábamos un poquito más bajos que el rival. Por primera vez, en esta final sentía que llegábamos un poquito mejor que el rival, por todo lo que veníamos haciendo. Y por eso te digo que no se dio el partido que pensábamos. Pero fue mucho mérito de Rivadavia. Lo bueno es que llegó ese gol terrible de Juana y nos dio la posibilidad de los penales.

-Y con el envión, la euforia del empate a último momento, se sintió que salían a comerse la serie de penales. ¿Tuviste esa sensación?

-Me pasó algo muy particular en esta serie. En primer lugar que para este torneo terminamos todas las prácticas con campeonatos de penales y siempre poniéndolas en determinadas situaciones de presión. La vez que definimos con Rivadavia de Lincoln (por la clasificación a la Copa Federal)  había chicas que nunca habían pateado o que me dijeron que no querían patear. Yo no lo podía creer, porque algunas patean muy bien y tienen mucha técnica. Ahí ya había dicho no puede ser, tenemos que empezar a practicar. Terminamos así todas las prácticas. Vos ahí vas observando quién tiene el temperamento y cómo están. Entonces, yo tuve bien claro quiénes iban a patear. Incluso tenía quiénes podían patear si terminaba empatada la serie de 5. Después, te puede salir mal y esa seguridad por ahí no explica nada. Pero nunca lo había tenido tan claro como en esta serie. Después vale todo. Porque no es tanto el azar. Es saber patear los penales, es la cuestión anímica, es saber manejar la presión. Es una cuestión distinta al juego, pero que también tiene sus secretos y su entrenamiento. El tener una buena arquera de penales, por ejemplo, puede ser determinante. Rafi (Carbone) lo es. Tiene un potencial bárbaro. Se ataja todo, tiene personalidad y se tiene mucha fe en los penales. Y entre las que ejecutan también tenemos chicas con buen pie y con personalidad. La experiencia que habíamos vivido en la serie de penales con Rivadavia de Lincoln también nos dio algo para esta serie.

Te aseguro que hace tiempo no veo en el fútbol femenino argentino, desde la Primera A de AFA hasta la liga local, una serie de penales con cien por ciento de efectividad de un equipo.

-Y te digo que las que patearon lo hicieron de la misma manera que lo hacen habitualmente y con esa seguridad. Rena ya ha definió un montón de veces y en situaciones complejas y duras, donde quema la pelota. Por eso fue primera. Juana corrigió un montón y era una traba que tenía lo de los penales. Yo le digo, Juana la metés desde mitad de cancha, no puede ser que no puedas en los penales. Le empezamos a buscar la vuelta de cómo poner el pie y todo. Ahora le agarró la mano y tiene un alto porcentaje de efectividad. Después pateó Mery (Guzmán), que ya sabía que tiene personalidad y buena técnica. Y Mica (Navone), que no se había animado nunca a patear un penal, empezó a practicar y ahora le es indiferente pegarle a un palo, al otro. Tiene una soltura bárbara y la metió. Eso me dio mucha tranquilidad. Ver cómo le puede cambiar la cabeza a una jugadora. Quedaba Rafi, que pidió patear y también mejoró mucho practicando.

-¿En qué momento pudiste procesar que, por todos los condicionantes y el desenlace, fue una final de película?

-Durante el desarrollo del partido, por tener poder de acción y decisión, no podés vivirlo así, ni disfrutarlo. Yo estaba pensando de qué manera podíamos entrarle, quiénes iban a patear los penales. Apenas se definió, la principal sensación que tuve fue de alivio. Sentía que teníamos la obligación, que el título no se nos podía escapar. Fue el alivio de poder concretar algo que teníamos pensado que tenía que ser así. Uno ve las fotos del final o ve cómo quedó todo mojado, los bolsos… y decís ¡qué locura! Pero recién lo terminás de procesar de esa manera con el correr de los días. Lo que siempre reconozco de inmediato es la entrega y la unión de estas chicas, que son de primera. Me han mandado mensajes chicas que ya dejaron hace bastante, chicas que están en otros equipos. Y las que empezaron ahora ya tienen el sentido de pertenencia. Eso es lo que más me gusta de todo esto. Vos tratás a Juana y te das cuenta que más allá de lo que juega tiene cero ego y piensa siempre en ese grupo.

-Creo que Juana fue tan protagónica en la peli del Nocturno que hasta la incomodó…

-¡Sí! Totalmente. Por supuesto que ella hace todo para que se le den las cosas. No es casual que después de tantos años sea la jugadora que es. Ella no se cree nada y redobla los esfuerzos siempre. Ha tenido lesiones duras y después vuelve a exigirse. Y no sabés lo que sufría por saber que se perdía dos partidos por irse 20 días de vacaciones. Ella marca el camino, por eso es la capitana.

-¿Se les hizo larga la espera de un nuevo título en Liga?

-Lo que pasa es que después de 2018, que logramos el tricampeonato, en 2019 nos fuimos a jugar el Nacional de los Juegos Universitarios. Ya después se jugaron pocos torneos. En todos llegamos a la semifinal, pero la pandemia nos cortó todo eso que veníamos construyendo. La final anterior de Nocturno, que jugamos contra las jugadoras AFA de Sarmiento, recién estaba en formación este equipo nuevo y veníamos muy bien. Pero cuando nos toca esa final, más allá que hay cuestiones que son personales y si volviera a jugarla tal vez lo haría de otra manera, nos pesó que tuvieran chicas muy bien entrenadas, con otro nivel de competencia. Por supuesto que marcaron diferencias entre el amateurismo y el semiprofesionalismo. Pero ahí también teníamos la sensación de que nos tocaba a nosotros. En el último torneo perdimos la semifinal contra Rivadavia de Lincoln que se nos escapa ahí nomás y ellos terminan saliendo campeón. Después pudimos ganar el tercer puesto contra Sarmiento. Creo que veníamos ahí. Fue un proceso largo desde aquel primer torneo, que salimos cuartos de 16 equipos. Ser tan sólidos de inicio a fin, que se sigan sumando chicas, que se fortalezca el grupo, hace más fácil todo. Este título también es importante por todo eso. Perdiendo no es lo mismo fortalecer el grupo que ganando.

En mi opinión tenés mejor equipo, con mayor recambio, que en aquella final con Sarmiento que mencionás. ¿Te ilusiona entonces la posibilidad de tener revancha en Copa Federal y ver si se puede avanzar un poquito más?

-El objetivo nuestro de este año tiene que ver con ser competitivos acá, con entrar a la Copa Federal, con ir a los Juegos Universitarios e incluso ver si hay alguna posibilidad de competencia superadora. Tenemos algunas novedades como para sumar que nos pueden fortalecer también un poquito más.

En la Primera C de AFA se están abriendo oportunidades como para apuntarle…

-Ni hablar. Nosotros estamos predispuestos, con esas ganas. En esta Copa Federal sentí que era el momento justo. Antes no teníamos la cantidad. Ahora tenemos más recambio, más competencia. Eso a la vez te hace más difícil formar el equipo, porque tuve que dejar chicas afuera o en el banco que vienen desde hace mucho tiempo haciendo un esfuerzo bárbaro. Todas quieren salir campeonas, jugar el último partido. Y ahora se van a sumar una o dos jugadoras más que van a seguir potenciando el equipo. Por supuesto que con un año de experiencia en la Copa Federal vamos a ir a buscar lo más lejos posible. Esas experiencias son impagables. Si lo pueden vivir, por lo menos tienen que hacer el intento. Por eso estamos abiertos a lo que vaya sucediendo.

-El tema económico, privativo para muchos equipos, da la sensación que UNNOBA lo puede resolver si está la convicción de entrar en AFA…

-Yo ya lo plantee y dije que estoy dispuesto. Las chicas están dispuestas a hacer el sacrificio. Vos pensá que vinieron a hablar a cinco jugadoras desde Sarmiento, que no es poca cosa. Cuatro dijeron que no y están dispuestas a tener la posibilidad con UNNOBA. Por eso hay que valorarlo. Creo que si tomamos esa responsabilidad vamos a mejorar mucho como equipo. Entrar a una competencia de AFA, que se hable de eso, es una cosa que a cualquiera le gusta y lo motiva. Y si UNNOBA tiene la decisión de sostener algo así, puede sostenerlo en el tiempo.

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