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Daniela Ferro, el motor que enciende a Newbery desde el fondo

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Daniela Ferro es una jugadora de equipo. Lo demostró apenas Diego Conde llegó a Newbery como entrenador y le planteó que necesitaba que sacrificara su rol habitual de mediocampista para terminar de armar la defensa. En lugar de simplemente aceptar porque no quedaba otra, desde ese mismo día empezó a estudiar el rol que hasta entonces desconocía. Y hoy, con Las Aviadoras siendo uno de los únicos tres equipos de puntuación perfecta en lo que va del Apertura 2022 de Primera División, hasta parece que hubiese nacido para ser zaguera.

Con Newbery ya clasificado a la Copa de Oro, el panorama plantea altas posibilidades de que en la última fecha de la Zona B definan ante Rivadavia un primer lugar que depositará a quien lo logre directamente entre los cuatro mejores equipos del torneo, lo que para Las Aviadoras ya significaría superar todo lo bueno que se consiguió el pasado Nocturno, en el que se quedaron con una Copa de Plata que fue sumamente competitiva. Pero el trabajo es día a día. Y antes quieren permitirse disfrutar del recorrido.

-Pasamos ya la quinta fecha, tramo importante para empezar a sacar conclusiones, y a Newbery lo encontramos como uno de los únicos tres equipos con puntaje perfecto que tiene el torneo. ¿Qué papel juega eso desde lo anímico?

-Ayuda, pero hoy en día nosotras estamos pensando como si recién arrancáramos el torneo. Tratamos de no autogenerarnos eso de decir que estamos bien para no aflojarnos, sino todo lo contrario. Una podría estar más relajada, pero queremos más y nos exigimos todas.

-¿Tiene que ver con la experiencia del torneo pasado en que les tocó una zona con todos los equipos que terminaron en el podio y con sentir que la verdadera prueba para ver dónde están paradas en este campeonato todavía no llegó?

-Sí. Todas las veces que nos juntamos a entrenar tratamos de ponernos un propósito, que tiene que ver con buscar más. El campeonato pasado nos costó, tuvimos altibajos, pero en este torneo pretendemos más. Todas nos autoexigimos para eso. Obvio que ahora vamos a buscar la punta de la zona.

-El torneo pasado fue muy bueno para ustedes, porque enfrentaron a todos los mejores equipos y terminaron ganando una Copa de Plata con mucho mérito. Después tocó perder a Jake Silva, a Nico López, llegó Rosana Moreno pero todavía no pudo debutar. Pareció que se debilitaban, pero están muy bien…

-Son grandes jugadorxs lxs tres que nombraste y nos preocupó mucho. Incluso empezamos el campeonato sin saber quién iba a ser nuestra arquera. Estábamos con esa duda muy grande y el primer partido que íbamos a jugar iba a atajar una de las chicas. Pero de verdad que no lo podíamos creer cuando supimos que no íbamos a tener a Jake, que Rosana había tenido el accidente. Es algo que te baja. Pero a la vez todo el equipo entendió que cuando a una no le toque estar, la que entre tiene que salir a jugar de la misma forma, que tenemos que hacernos todavía más fuertes. Era la oportunidad de demostrarlo y se ve que está funcionando esa mentalidad.

-En la previa del partido con Juan El Bueno sentí que la prueba iba a ser mayor a las que habían tenido. Y también lo resolvieron muy bien. ¿Fue lo que las terminó de convencer que están para dar pelea en una Copa de Oro?

-Sí, es algo que se piensa. Juan El Bueno es un equipo impresionante. Fue la segunda vez que jugamos contra ellas y sabemos que tanto dentro como fuera de la cancha es un equipo muy fuerte. Y este campeonato se hicieron más fuertes que el torneo pasado. Lo vimos contra Rivadavia, que hizo un partido impresionante. Y nosotras entramos a la cancha sabiendo que jugábamos contra un equipo fuerte. Creo que ellas nos hicieron sentir todavía más fuertes y convencer de que este campeonato lo vamos a pelear. Tienen una excelente arquera, nos tapó muchísimas pelotas. Nosotras gracias a Dios encontramos a Ana (Rodríguez) que también estuvo muy tranquila. Ellas sabían a lo que querían jugar, nos hicieron partido hasta que pudimos calmarnos y empezar a resolverlo. Pero es un excelente equipo Juan El Bueno.

-¿Cuánto están esperando el partido contra Rivadavia?

-Creo que desde el primer día que vimos que estaba en nuestra zona queremos jugar ese partido. Queremos autosuperarnos, medirnos contra Rivadavia y ver qué tan buenas nos vamos a hacer en ese momento. Nos tocó en el final, en el último partido, jaja. No queremos olvidarnos del partido que tenemos por delante (vs Ambos Mundos), pero queremos llegar a ese partido empatadas en puntos con Rivadavia. Va a ser un partido picante. Pero creo que va a ser el mejor partido de la zona.

-¿Sentís que emparejaron como equipo en relación al torneo anterior?

-Creo que nos acercamos. Siempre fue un equipo al que lo tuvimos muy arriba. Como UNNOBA, como BAP desde que entró. Son equipos a los que pretendemos igualar físicamente, mentalmente. Hay que estar en un partido contra ellas. Nosotras ya desde la semana previa a esos partidos entrenamos con el nerviosismo a full. Hoy en día sentimos que estamos bien, que cambiamos la mentalidad y que la pelea que vamos a dar contra esos equipos va a ser más fuerte.

-¿UNNOBA pareciera un pasito arriba de todos hoy? ¿Si la aspiración es salir campeón es el equipo a vencer?

-Sí, UNNOBA es impresionante. Hubo equipos que se desarmaron y tuvieron que rearmarse para este torneo. Muchas jugadoras que se están conociendo. Creo que BAP, que se desarmó mucho, o Rivadavia, aunque llegó Meli (Garialdi), están en ese proceso. Y UNNOBA sigue siendo el mismo equipo. Ahí es donde apuntamos nosotras. Por ejemplo, cuando se sume Rosana, que ojalá lo pueda hacer pronto, también es como que la vamos a tener que conocer nosotras como equipo, ver cómo reacciona, dónde va a jugar más cómoda…

-Pero ustedes también están logrando esa continuidad de la que hablás. ¿Cuánta importancia le das a la hora de crecer como equipo?

-Mucha. Tengo ese pensamiento. Permanecer es lo que te permite formar un gran equipo. Si se te van las jugadoras, si no se terminan de conocer, el equipo siempre va a estar un partido bien, un partido mal. Hoy nosotras somos un equipo firme, en el que sabés quién va a jugar, quién está en el banco esperando su oportunidad. Porque nadie se desmerece. Yo se que si a mí me pasa algo, la compañera que vaya a entrar va a ser tan fuerte como yo y va a dejar lo mismo que yo adentro de la cancha.

-Pero hay jugadoras que, por características, son difíciles de reemplazar. Yamila, Andrea, Lula… Vos. ¿Te sentís así? ¿Tu compromiso es doble por saber que no podés faltar?

-Lo que siento es que las vuelvo locas, eso sí. Jaja. Este domingo que pasó justo mi nene jugaba y yo quería verlo porque tomo muchas referencias de él. Juega en Sarmiento y los miro mucho a ellos jugar. Gracias a ver los partidos de Sarmiento aprendí la posición del dos. El hablar, el ordenar, el buscar abrir la cancha. La posición es nueva para mí, porque solo fueron los últimos campeonatos y honestamente antes no sabía jugar en esa posición. Lo estoy aprendiendo día a día. Mi nene me dijo que le gustaría verme jugar más arriba, Diego me dijo que en algún momento me va a probar; pero las chicas confían mucho en mí jugando ahí.

-Es que el problema no es que no puedas jugar más arriba. El problema es quién queda más abajo…

-Eso me dice Diego. Que hasta que podamos afinar a alguna de las chicas en esa posición, me necesita ahí. Nosotras entrenamos mucho como defensa, tanto las titulares como las que quedan en el banco. Y las taladro. Las vuelvo locas. Les sugiero mirar partidos, ir a la cancha  a ver partidos, ver cómo funciona una defensa. Obviamente las chicas trabajan, son mamás, no pueden dedicar tanto tiempo a eso. Entonces ellas me preguntan mucho a mí. Y yo le pregunto mucho a mi hijo, lo que hice bien, lo que hice mal. Yo les digo que vengan a mi casa, jaja.

-¿Siempre fuiste de buscar esa información extra por fuera o te nació en el último tiempo?

-Primero que jugaba en otra posición. No sabía nada del puesto. Ahora necesito saber qué hace un defensor. Yo me culpo mucho si nos hacen un gol, por ejemplo. Entonces me rompo adentro de la cancha para defender. Cuando se logra esa autocrítica de saber que sos la última jugadora antes de la arquera, que eso te llena de responsabilidad, ahí vas a querer mejorar. Si te da lo mismo, si no te hace sentir culpable, no vas a encontrar esa chispa.

-¿Cómo definís a Diego como DT?

-Lo primero que tiene es que a la hora de hablarte te mira a la cara y te dice las cosas como son. Es muy insistente, está todo el tiempo pendiente de que no peleemos entre nosotras. Te indica mucho adentro de la cancha y se anticipa mucho a lo que va a pasar. Si te pide que te tires unos metros para atrás porque la pelota te va a sobrar, seguro que pasa. Él te marca la jugada antes que te vaya a pasar. Y es una persona muy tranquila, que le viene justo a un equipo que es muy fuerte y muy efusivo. Vos tenés que estar un entrenamiento con nosotras y vas a decir son locas todas. Y él es la calma. Nosotras una semana antes ya estamos Diego vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello. Y él chicas, cálmense. Vamos a armar el equipo, vamos a hacer este ejercicio. Eso habla muy bien de él, porque nosotras entrenamos al cien y nos alborotamos enseguida.

-¿Hay un objetivo planteado o lo están llevando partido a partido?

-Tenemos un gran deseo al que apuntamos. En el último partido del Nocturno, cuando ganamos la Copa de Plata, todas nos miramos y nos dijimos en voz alta que nuestro próximo objetivo no podía ser esa Copa. Queremos más.

-¿Digamos que entienden que, más allá de la posibilidad de terminar celebrando que da una Copa de Plata, un cuarto puesto, por ejemplo, en Copa de Oro sería una instancia superadora como equipo?

-Sí, es así. Llegar a una semifinal de Copa de Oro para nosotras es mucho, ganemos o perdamos. Calculá que cuando empezamos quedábamos en las últimas posiciones. Con Diego buscamos ir sumando siempre mayor valor también en la tabla. Hoy nos sentimos un equipo fuerte, con capacidad de pelearla, porque tenemos muy buenas jugadoras.

-¿Se percibe adentro de una cancha cuando como equipo terminan de ganarse ese respeto deportivo de otros que por ahí antes no las tenían en esa consideración?

-Sí, es algo que se siente. Lo hemos hablado incluso. Creo que nos ganamos el respeto de que piensen que somos un equipo fuerte. Y eso es algo que te motiva a seguir luchando, porque habla muy bien tanto del DT como del equipo que se está formando.

-¿Desde cuándo jugás a la pelota?

-Empecé cuando tenía 12 años, en Tiburcio. Toda mi familia vive allá. A mi me encantaba ir al campo. Y allá aprendí a jugar. Tenía a mi tío que me llevaba a la cancha y yo era un torito. Siempre para adelante. Cuando vine a Junín todavía no estaba instalado el femenino. Costó muchísimo en Junín. Hasta los 15 jugué en Tiburcio, después me fui a Agustina. En Junín hice mi carrera de policía, todo, y recién después me enteré que había femenino. Estaba muy escondido. Empecé en Villa. Olvidate que re agradecida con que el club me haya abierto las puertas para iniciarme ahí. Por una cuestión de distancia, me pasé a Newbery y hoy también estoy recontra agradecida también con este club. Siempre recibí mucha confianza. Pero me fui re bien de Villa y obviamente sigo teniendo mi ropa del club. Todos entendieron que me cambié por una cuestión de comodidad, de cercanía. Porque a entrenar a Newbery voy y vuelvo caminando. Empecé en otra posición y cuando llegó Diego me dijo que necesitaba a alguien para la defensa. Y ahí quedé.

-Entre Tiburcio y Junín, ¿dejaste de jugar mucho tiempo?

-¡No! Jugaba con los hombres en el barrio. Tuve una oportunidad muy buena de ir a River, pero mis papás me vieron muy chica y no quisieron. Yo tendría 15 años. Mi papá se asustó mucho, porque yo tenía que quedarme en Buenos Aires. Así que acá quedé. Hoy no lo lamento, porque he conocido grandes jugadoras y muy buenas compañeras acá. Sí me hubiera dado curiosidad saber cómo me hubiera ido.

-De todos modos, todavía hay instancias superadoras para probarse. A nivel personal, integrando una Selección de Junín con los torneos que están por abrirse. A nivel de clubes está cada año la posibilidad de acceder a una Copa Federal. ¿Son cosas que te gustaría probar?

-Sí. Mi personalidad siempre es seguir avanzando. Tengo mucha autocrítica, siempre me exigo más, busco mayores propósitos. Y lo mismo trato de transmitir a mis compañeras. ¿Ahora nos vamos a quedar tranquilas con el equipo que tenemos? No. Hay que buscar más. Ese es mi pensamiento. Y siempre que se den las oportunidades, tanto personales como para el equipo, hay que aprovecharlas.

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