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A 12 años de la histórica Ley de Matrimonio Igualitario que puso a Argentina a la vanguardia

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El 15 de julio de 2010 se convirtió en un día histórico para lucha por los derechos en nuestro país: la ley el Matrimonio Igualitario fue aprobada por el Congreso Argentino, otorgando derechos a una minoría casi siempre olvidada.

Pasaron 12 años desde ese momento, en el que Argentina se convirtió en el primer país de América Latina y el décimo en el mundo en contar con una legislación que reconoce legalmente el matrimonio entre personas de la comunidad LGBTIQ+. Actualmente hay 30 naciones que reconocen ese derecho, la mitad de ellas, europeas.

La aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario en Argentina impulsó otras de su tipo en la región, que hoy está presente en siete países.

La Ley N.° 26.618 en su artículo 2.° establece: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”. Sucedía así un hecho histórico para el país.

La norma, además, otorga derechos como el poder compartir junto al cónyuge una cobertura de salud, el derecho a la herencia, a la propiedad de los bienes compartidos o, importantísimo, el derecho a obtener una pensión en caso de fallecimiento de uno de los integrantes de la pareja.

Por otro lado, la ley resulta aplicable también a los no residentes, es decir que permite el matrimonio igualitario a turistas, lo que derivó en que más de 400 parejas extranjeras hayan arribado al país para hacer valer su derecho al matrimonio.

La votación y el lobby de las distintas iglesias
La ley salió tras una reñida votación final en el Senado y luego del fuerte rechazo de la Iglesia católica y de las evangélicas, cuyo lobby en contra de la iniciativa puso en riesgo la aprobación hasta el último minuto.

Los ultra religiosos llegaron a calificar a la norma como «plan del demonio». La jerarquía eclesiástica apostó fuerte para intentar atraer a una mayoría de los 72 senadores que componen la Cámara Alta y varios de ellos, de diferentes partidos políticos, estuvieron indecisos hasta el final.

Las llamadas por teléfono, presionando en uno u otro sentido, fueron innumerables durante la histórica sesión.

La participación del ex presidente Néstor Kirchner, que en ese momento era diputado, y no podía estar presente en el Senado, fue decisiva para que la ley saliera adelante.

Eran las cuatro de la madrugada y la temperatura en Buenos Aires estaba debajo de cero grados cuando se dio a conocer el resultado de la votación: luego de 15 horas de debate, la conservadora Cámara Alta aprobaba por 33 votos a favor, 27 en contra, 3 abstenciones la norma vanguardista. Cabe recordar que nueve senadores prefirieron ausentarse de la sesión.

La celebración de la comunidad LGBTIQ+ al conocer el resultado
Ni el frío, ni la espera, ni las manifestaciones en contra hicieron que miles de integrantes de la comunidad LGBTIQ+ abandonaran las inmediaciones del Congreso en aquel día histórico.

Las 15 horas de debate no eran nada comparadas con los años que debieron esperar, y las luchas que libraron, para obtener los derechos que cualquier pareja heterosexual tenía.

Desde la presentación del amparo en 2002 que abriría la puerta a los debates posteriores, que al fin darían a luz la Ley de Matrimonio Igualitario, había pasado muchísimo tiempo.

En aquel año, y después de 7 en pareja, María Rachid, ahora dedicada a la militancia LGBTIQ+ y a su carrera política, y Claudia Castrosín, debieron presentar un amparo para confirmar su estatus frente al Estado.

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