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Unidas por el Fútbol Femenino: La lucha colectiva de las jugadoras para que nunca más les den la espalda

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Hace ya más de dos años, un grupo de futbolistas con representación de todos los equipos que en aquel momento militaban en Primera B, se organizó en una agrupación que llevó el nombre Ascenso Colectivo y que sumó después también a la Primera C, para exigir que desde AFA se bajara mayor y mejor información sobre las competencias, mejores condiciones de entrenamiento y que los clubes pudieran afrontar viáticos para las futbolistas. Lejos de buscar los caminos que llevaran a dar solución a esas demandas, en la amplia mayoría de los clubes se hostigó a sus propias jugadoras, se las identificó, se las señaló y se las obligó a abandonar la agrupación bajo amenaza de castigos en caso contrario. Nada cambio demasiado. El pasado 8 de octubre, el fútbol perdió a Juliana Gómez, jugadora de Argentino de Merlo que murió en un accidente de tránsito cuando junto a otras tres compañeras y el jefe de prensa del club regresaba en un auto particular del partido que habían disputado ante Atlético Rafaela en Santa Fe. La tragedia fue también producto de la desidia, del desinterés. Y otra vez, aunque ya han sufrido en carne propia los mecanismos que los propios clubes a los que representan utilizaron en el pasado para instalar el miedo a decir, las jugadoras eligieron decir nunca más de manera colectiva.

El pasado martes 18 de octubre, futbolistas de las tres categorías del fútbol femenino de AFA, Pioneras y familiares se reunieron en una gran Asamblea que tuvo lugar frente al Congreso de la Nación. Nucleadas bajo el nombre Unidas por el Fútbol Femenino, dispusieron de un micrófono abierto para que cada quien pudiera contar sus propias experiencias, recordaron y despidieron a Juliana Gómez, y leyeron un comunicado que plantó una bandera para que nunca más el abandono, nunca más el desinterés, pero especialmente para comenzar a construir un fútbol diferente para ellas y, sobre todo, para las que van a venir.

Sofía Carraro – Argentino de Quilmes: Mucho de lo que se habló es que todas pensamos que pudo haber sido una de nosotras, porque algo tan normal como ir a jugar un partido de fútbol… Que termine así es terrible. Nosotras teníamos que jugar el domingo. Nos confirman que el partido se había suspendido. Cuando nos confirmaron que íbamos a jugar el fin de semana siguiente, nos organizamos para hacer un homenaje. Ya se había estado difundiendo que se iba a hacer este encuentro, que se suspendió por pedido de la familia. Se convocó nuevamente para este martes y la decisión de estar fue más que nada algo de nosotras. El cuerpo técnico que está actualmente con nosotras apoyó la idea, nos dieron el día libre para quienes quisiéramos ir. Nos organizamos, sentimos que teníamos que estar y fuimos las que pudimos.

Maia Valles – Puerto Nuevo: Sentimos que teníamos que estar por las mismas injusticias injusticias que alguna vez nos ha tocado vivir en carne propia. Era obvio que no íbamos a ser el único club al que le faltaban cosas, en el que falta que se fijen en nosotras. Entonces decidimos ir para sumarnos y levantar la voz. Allá no hicimos otra cosa que confirmar que todas vivimos el fútbol con el corazón, a pulmón. Que cuesta mucho y es una lástima que nos toque pasar por una cosa así. Que tengamos que movilizarnos y encontrarnos para que nos escuchen. Muchas de las cosas por las que nos ha tocado pasar y siguen pasando son una vergüenza. Juliana podría haber sido yo alguna vez. Podría haber sido mi compañera. Molesta que nos sigan dando la espalda, porque ni siquiera tendríamos que estar hablando de esto. Es bronca y a la vez es emoción por ver que éramos un montón, de diferentes clubes, contándonos que vivimos las mismas experiencias. A veces una cree que su equipo es el único, pero siempre vamos a tener problemas en común. Se tiene que dar vuelta la moneda, porque así no va más.

Luciana Díaz – Atlas: Es increíble. Creo que desde que pasó lo de Juli estamos todas muy conmovidas y tristes. Necesitábamos darnos ese abrazo en la plaza. Fue muy conmovedor y a la vez muy empoderante sentir que no estamos solas. Más allá de que no pudimos estar todas físicamente, cada una de nosotras estuvo ahí de la forma que sea. Fue emocionante. A la vez me da felicidad haber podido empezar a construir este frente de jugadoras y con ganas de que empiecen los cambios, de ver reflejado todo lo que se pidió en el comunicado. Y que no vuelva a pasar nunca más lo de Juliana, obviamente. Hablando con compañeras antes y durante la asamblea con un micrófono abierto se contaron muchas experiencias propias muy fuertes que una a veces las imagina, o se entera por rumores y cosas así, pero ver a la persona que lo vivió contándolo es increíble. El relato de Tais del SAT fue, creo, el que más conmovió, porque contó que había jugado en Argentino de Merlo, sentido toda esa desidia y que logró irse. Incluso trató de sacar de ahí a muchas de sus compañeras y no lo logró hasta que pasó lo de Juli. Nos abrió los ojos todo esto y no hay dudas que le vamos a meter con todo de acá para adelante.

Nancy Ríos – Puerto Nuevo: Desde 2015, junto a Marisa González, nos hicimos cargo de la categoría. Somos nosotras, las dos jugadoras, las que a través de los años y con diferentes comisiones que ayudaron en ciertas cosas buscamos los sponsors, los cobramos, contratamos la ambulancia, la policía, el médico… Somos las que administramos todo el femenino. Cómo siendo referentes en nuestro club no íbamos a dar el presente en algo que propone un cambio para el día de mañana. Nosotras somos profesoras de escuelita, de divisiones juveniles. Formamos y fomentamos el fútbol femenino. Por eso cuando pasó lo de Juliana nos pusimos en su lugar, porque nos ha pasado ir a jugar en autos particulares. Hay que destacar de todos modos que esta última comisión, que está hace dos años, es la que nos ha dado más pelota y prioridad. La Municipalidad también nos ayuda muchísimo. Y después usamos parte del dinero que ingresa por la escuelita para solventar gastos de viajes y demás. Pero tenemos que movernos mucho. La Asamblea en la plaza la viví como madre, porque mi hija tiene 19 años. Lo viví como futbolista, porque enfrentás y tenés compañeras de esa edad, aunque esto podría haberle pasado a una jugadora de cualquier edad. Lo viví como profe de escuelita. También te ponés a pensar si nos hubiese pasado a nosotras, que nos conocemos desde hace años y somos muy unidas, cómo nos hubiésemos levantado de una cosa así. Fue muy emotivo estar y fue muy emotivo ver. Darte cuenta que todas estamos en la misma.

EL PRIMER PARTIDO DESPUÉS DE JULI

La muerte de Juliana Gómez provocó la suspensión de los partidos que en la Primera B y la Primera C estaban programados para disputarse al día siguiente, el domingo 9 de octubre. Al fin de semana siguiente, Sofía Carraro fue una de las protagonistas que saltó a la cancha para el encuentro entre All Boys y Argentino de Quilmes, el único que quedaba por disputarse de la vigesimoprimera fecha de la Fase de Ascenso de la segunda categoría del fútbol argentino. Nosotras armamos un cartel, con la foto de Juliana, y decidimos salir con una cinta negra que también lo vi en la camiseta de las chicas de All Boys. Me pasó que sentí que se me puso la piel de gallina cuando se hizo el minuto de silencio, pensando que una chica que fue a hacer lo que más le gustaba haya terminado así. Nos ha pasado a nosotras estar días antes sin saber si vas a tener un micro o no. Y capaz decís ´bueno, nos organizamos´ pero no pensás en los riesgos que puede conllevar eso. Cuando pasan estas cosas es cuando empezás a tomar conciencia de todo eso. Pero no hay que esperar a que se mate una chica para que se empiece a dar un poco más de bola. Es triste que pase así. Nadie está pidiendo un suelo millonario. ¡Un micro! Un hospedaje para tener el descanso que necesitamos.

NUNCA MÁS MIEDO. NUNCA MÁS SILENCIO

¿Cuántos responsables tiene la muerte de Juliana Gómez? Si hace años los clubes no hubieran decidido que era más fácil silenciar que afrontar los problemas comunes a miles de jugadoras, especialmente en las dos categorías de ascenso, tal vez hoy no estaría lamentándose que falta una entre todas ellas, que a la vez pudo ser cualquiera de ellas. Si AFA no se interesara nada más que por mostrarle al mundo cuántos equipos nuclea bajo su órbita, destacando solo la cantidad pero sin comprometerse con poder mejorar la calidad de la competencia y las condiciones bajo las que se desarrolla, la historia hubiese sido diferente.

Sofía Carraro: En la plaza se planteó también que los clubes no son los culpables de todo… Se apunta también a los que están más arriba, porque si un club no tiene plata para poner una puerta en el baño, menos va a tener para pagar un micro a las jugadoras. Muchas veces el problema viene de más arriba. Sí siento que en los clubes se tratan de tapar muchas cosas hasta que pasa algo así, que sale por todos lados. Las jugadoras tampoco tenemos que esperar a que pasen cosas así para que podamos reunirnos y hablar de las cosas que pasan en cada club. Para eso se creo Unidas por el Fútbol Femenino, para que si alguna tiene un problema y tiene miedo de hablarlo, pueda comunicarse con cualquiera de nosotras, mandar un mensaje, descargarse y a su vez sacarlo a la luz. Se habló mucho del miedo a que te echen por manifestar algo que está pasando. Lamentablemente son cosas que pasan.

Luciana Díaz: Hemos ido a partidos en autos particulares. No sé si me he sentido tan al límite de lo que pasó con Juli, de hacer un viaje de tan larga distancia en autos particulares. Personalmente algo así no me tocó, pero sí conozco a muchas compañeras que sí lo pasaron y todas nos hemos puesto en riesgo alguna vez. Creo que nosotras y todes terminamos romantizando esto de que el sacrificio es igual al amor y la pasión, y que hay que sacrificarse por lo que queremos. Deberíamos tener igualdad de condiciones para competir. En Primera se ve claramente que los mejores clubes son los más grandes. En la B tenés el claro ejemplo con Belgrano. Depende mucho de lo que de el club para lo que vaya a dar la jugadora. No vas a tener a Estefanía Banini entrenando en una cancha de tierra, sin recursos. Si no nos dan, limitan mucho lo que nosotras podamos dar. Cuando empezamos a plantear lo del comunicado hubo muchísimas voces que se ofrecieron a hablar y eso fue genial porque pensamos que iba a existir ese miedo, pero vernos todas juntas tirar para el mismo lado empoderó y contagió a muchas. Ni hablar de tener a Moni (Santino) ahí que es una crack. Fue un cierre ideal.

Nancy Ríos: Nosotras entendemos la realidad de nuestro club y nuestro pedido más que nada es hacia AFA, que tiene que invertir en fomentar y en hacer el fútbol femenino. Eso no se está inventando ahora, hay pibas futbolistas para hacer dulce de leche. Que no lo quieran impulsar es otra cosa. . Cuando se hizo Ascenso Colectivo con jugadoras de la B y de la C, de la A casi no nos acompañaron. En ese entonces muchas jugadoras se bajaron porque los propios clubes amenazaron con castigos a sus jugadoras. También pasa que jugadoras de la A, por una cuestión de contrato, muchas veces tienen que callarse la boca. Se puede dar una lucha mayor, pero a veces te das cuenta que hay cosas contra las que nosotras solas no podemos. Llegar a la A tampoco creo que sea una solución económica para los clubes. Nosotras buscamos el ascenso hace mucho, soñamos con eso, pero por una cuestión deportiva. Nosotras jugamos años en la A y descendimos en 2015. Queremos volver por una cuestión nuestra, de trayectoria, pero sabemos que no es la solución. Yo entiendo que AFA es un negocio, pero si quiere puede. Vos pensá que a cada club nos daban dos pelotas oficiales. Hace tres fechas nos sacaron una, o sea que gastamos en un comisionista para que vaya a buscar una pelota. ¡Lo único que nos daban! ¡Y nos sacaron una!

FEDERALIZAR, ¿PERO CÓMO?

Desde hace un par de años se viene exigiendo un fútbol femenino más federal e inclusivo. Contado así, el cuento cierra por todos lados: tres categorías de AFA, más de 60 clubes nucleados, miles de jugadoras siendo parte de la estructura y gran representatividad de las provincias. Sin embargo, nadie parece haberse puesto a pensar en cómo harían los clubes más pequeños, que por cierto militan desde hace años en el circuito AFA, para afrontar los costos que generarán los viajes y hospedajes. Si federalizar implican que lleguen unos y desaparezcan otros, la exclusión será la misma.

Luciana Díaz: No puede haber federalización si no hay un sustento desde arriba para que los clubes que ya forman parte de las categorías puedan afrontar los viajes. Se vende mucho lo que no existe. Por eso salimos a hablar, porque muchas de las cosas que para nosotras son del día a día la gente no las conoce. Hay mucho silencio y el silencio tiene que ver con el miedo. El hecho de levantar la voz tiene que ver con hacer saber cómo se vive realmente el día a día en el fútbol femenino y que nos dejen de vender las películas de la profesionalización, la federalización, las ligas… Ni siquiera en Primera. Hay muchas jugadoras que no cobran, si cobran es el mínimo y con los pagos fuera de tiempo. El comunicado hace hincapié en darle bola especialmente a las jugadoras que llegan desde el interior del país. Me enteré historias de jugadoras que vienen a Buenos Aires y duermen en la calle. ¡Es una locura! Es peligroso lo que te venden y lo que después te dan. Otra vez es el sacrificio que hay de parte de las pibas, que nadie lo vea y que nadie haga nada para ayudarnos a crecer. AFA tiene que aparecer y ayudar a los clubes. Y los clubes tienen que empezar a distribuir mejor sus ganancias. No sé cómo es el manejo, pero me parece que los sponsors tienen que hacer llegar un porcentaje del dinero al fútbol femenino, que usa las mismas camisetas, que también los promociona. Nosotras también vestimos su camiseta, usamos su estadio y el otro día con Belgrano quedó claro que también vendemos entradas. Verón dijo que el fútbol es un negocio y que nosotras no vendemos. Pero si nadie invierte en nosotras, es imposible. Es evidente que estamos dejando todo. Lo de Juli, más claro imposible. Dejó un montón de cosas por estar en la cancha, como todas nosotras, las que somos madres, trabajamos, estudiamos y tenemos nuestra vida porque no se puede vivir del fútbol en Argentina. Pedimos un poquito de todo lo que damos nosotras, porque el fútbol femenino sigue en pie gracias a nosotras.

Sofía Carraro: La realidad es que nosotras no tendríamos que cargar con la preocupación de cómo vamos a viajar determinado fin de semana. Lo hacemos por amor al fútbol, pero en esos casos tendría que intervenir el organismo mayor. Si quieren que el fútbol femenino sea cada vez más federal, deberían bajar plata para costear viajes, de manera equitativa para cada equipo. No podemos pretender que clubes chicos como Argentino de Quilmes, Atlas, Puerto Nuevo, tengan los recursos que tienen Belgrano, Talleres u otros equipos. Sería injusto para nosotras no poder viajar o decidir no jugar por no querer viajar de una manera alternativa. Por suerte en lo que llevo acá siempre se ha puesto micro y cuando el club no tuvo el dinero hemos tratado de encontrar la manera entre nosotras para contratarlo. Hemos hecho una rifa para viajar a Rosario. Dentro de todo no tuvimos problemas con eso. Pero sé que hubo clubes en que las jugadoras han viajado a partidos por su cuenta.

Nancy Ríos // Maia Valles: Va a llegar un momento en que muchos clubes no van a poder presentar más su equipo de fútbol femenino si no hay una ayuda para costear esos viajes. A nosotras nos cuesta ir a Junín. Imaginate ir a Córdoba, a San Luis, que son equipos que vamos a tener en la Primera B el próximo torneo. Ya pasó que equipos no se presentaron y pierden los puntos. ¿Vos crees que las jugadoras no quieren ir a jugar esos partidos? MV: El problema es que no piensan en nosotras. No hay nadie que nos apoye. NR: Los dirigentes, incluso los delegados no piensan en nosotras y siempre terminan siendo favorecidos los que más peso tienen en AFA. A nosotras nos pasó con Sarmiento en Junín, yendo a jugar en plena pandemia cuando los partidos tenían que ser sin público. No quisieron poner el estadio y nos mandaron al anexo. Antes del partido empezaron a sacar las lonas para que llegara la gente. Jugamos con público, con bombos, nos gritaban de todo. Mandamos los videos a AFA. ¿Y alguien hizo algo? No, porque Sarmiento está mejor posicionado en AFA que Puerto Nuevo. A nosotros nos forrearon ahí. Nos golearon, nosotras volvimos con una bronca bárbara. ¿Y era justo? No. Sarmiento buscó su beneficio y lo obtuvo. Se burló de nosotros y nadie hizo nada. MV: A veces sentís que lo único que queda es aguantar, apretar los dientes y salir a jugar.

LAS URGENCIAS

La Asamblea de Unidas por el Fútbol Femenino que tuvo lugar el pasado martes frente al Congreso de la Nación concluyó con la lectura de un comunicado, posteriormente difundido en las redes sociales, en el que se plantearon desde las carencias que urge resolver hasta aquellas cuestiones que nos acercarían a un fútbol femenino ideal. Entre todas esas necesidades, existen algunas que de no quedar garantizadas serían motivo de evaluar seriamente si comenzar o no un próximo torneo.

Maia Valles: Lo urgente es que cada equipo pueda jugar en una cancha que sea apta para la categoría, la ambulancia, policía, las pelotas que ahora entregan solo una y que cada equipo pueda contar con un transporte para ir a jugar. No apuestan por nosotras. No apuestan al futuro del fútbol femenino. Con los ingresos que tenés, ¡no podés loco!

Nancy Ríos: AFA tiene que ayudar económicamente. No se dan cuenta los gastos que requiere tener un simple partido de local. Tiene que darse cuenta que si no hay apoyo nunca va a tener fútbol femenino, porque los clubes no se pueden solventar. Se armó hasta la C, pero tiene que haber un dinero destinado a los clubes para poder subsistir. Miremos por qué afuera, con sus luchas también, han llegado a ese nivel de desarrollo. Acá no lo quieren hacer. Hoy se necesita que se invierta en el fútbol femenino. Verón dijo que es un negocio, sí. Pero si vos no invertís, no tenés escuelitas de fútbol para que una jugadora se desarrolle al máximo, ¿cómo hacés?

Luciana Díaz: Esto es un proceso que ojalá se vaya cumpliendo de a poco. Hay urgencias, prioridades, como que todos los clubes cuenten con un micro para los viajes, los hospedajes. También las complicaciones y las trabas que nos ponen a la hora de solicitar nuestros pases. Es algo que no se dice mucho por el miedo, porque los clubes nos hostigan muchísimo. Durante y después de la movilización ya había clubes que estaban hostigando a las pibas. Ese es un claro ejemplo del miedo que sentimos. Nos fichan y después nos complica a nosotras.

Sofía Carraro: La principal, creo que todas estamos de acuerdo, tiene que ver con los traslados y el hospedaje cuando tenemos viajes largos. Somos personas que necesitamos descansar, no robots que podemos estar despiertas desde las cuatro de la mañana, jugar un partido de fútbol y volver. Eso tiene que estar acompañado también de una buena alimentación, porque hacemos un deporte de alto rendimiento. Comparto mucho también la necesidad de que se brinden canchas adecuadas para jugar y entrenar. Por el amor que tenemos al deporte, podemos jugar donde sea. Pero no corresponde. Y no es solo la cancha como terreno de juego, porque nos ha pasado llegar a canchas sin puertas en los baños, sin higiene, sin agua. No puede pasar eso. Menos cuando hay un equipo que viajó y no tuvo hospedaje.

VIAJE A CÓRDOBA, CONTRASTE DE REALIDADES

Belgrano de Córdoba ganó el torneo de Primera B de punta a punta. En parte porque tiene jugadoras diferentes, decisivas. En parte porque ha sabido hacerse cargo de muchas de las necesidades que todavía se reclaman en otros clubes. El partido que consumó el merecidísimo ascenso de Las Piratas contó con una particularidad, sin embargo, que refleja una vez más lo poco que se involucra AFA en sus torneos de fútbol femenino. Puerto Nuevo debía ser local, pero cedió esa condición a cambio de que el equipo cordobés se hiciera cargo de los gastos de traslado y el hospedaje. Más allá que el gesto deportivo de ambos equipos es digno de destacar, ¿es reglamentario? Por fortuna, la fiesta terminó siendo de todas.

Nancy Ríos: Admiramos mucho el sistema de juego que tienen y vimos esa diferencia que lo hace un equipo de la A. Tienen otra formación, es otra cosa. Son realidades distintas. El club hace que sea una realidad distinta. Más allá que a ellas también las escuché decir que dejan a la familia, que pierden plata y es algo que también nos pasa a nosotras. Pero a la vez notamos que es mucho más fácil cuando tenés todo a disposición, cuando se puede entrenar mejor. Los resultados se dan de acuerdo a eso.  Fuimos al estadio custodiadas, no lo podíamos creer. Entramos al estadio, nos abrazamos todas llorando. Y aún así teníamos la cabeza puesta en hacer lo nuestro. Cuando nos pidieron camisetas, pantalón, medias. ¿Qué les decíamos? Perdoname pero no tenemos otras medias, le decía yo. Cuando salimos del estadio, la gente nos cambiaba la ropa nuestra por la de ellos. Nos daban remeras de Belgrano y nosotras decíamos ¿qué hago? ¿Le doy la ropa de entrenamiento? Porque también la pagamos nosotras. Nos daba risa porque la gente se sacaba la remera y nos cambiaba. Había nenes llorando, todo. Y cuando nos fuimos íbamos viendo hinchas de Belgrano con pecheras nuestras. Belgrano se portó excelente. Nos dieron viandas, nos hicieron pasar por un lugar a buscar pizzas. Y nosotras nos arengábamos diciéndonos hagamos que algún día podamos vivir esto.

Maia Valles: A mí me hubiese gustado jugarlo acá de local, en mi cancha, con mi gente. Aceptamos porque fue una experiencia hermosa para nosotras. Gracias a Dios lo pagaron ellos. Belgrano tiene un juego completamente distinto, nos cambiaba la pelota de acá para allá. Lamentablemente tuve que perder plata en el laburo, porque fueron dos días que no fui. Creo que nuestra realidad es completamente distinta a la de las chicas de Córdoba. Ellas son un seleccionado de Córdoba, dos mundos totalmente distintos. Nosotras fuimos con 13 jugadoras y dos lesionadas. Más allá de todo, fue algo muy lindo. Una experiencia que no sabemos si vamos a volver a vivir. Lo más lindo fue salir de la cancha y que los mismos hinchas de Belgrano nos pidieran las camisetas como recuerdo. Fue como vivir un sueño. Estábamos perdiendo 5-0 y yo estaba feliz y a la vez tratando de seguir dejando todo. Yo no sé si voy a llegar a Primera, entonces cómo no iba a disfrutar de esa experiencia.

EL DESAFÍO HACIA ADELANTE

No hay jugadora que no haya entendido que no debería haber sido la pérdida de una compañera futbolista lo que las hiciera recuperar esa unión y ese empuje colectivo que permita dejar atrás los miedos y levantar la voz para exigir que nunca más se les de la espalda. El desafío de Unidas por el Fútbol Femenino, entonces, se construye hacia el futuro. Por ellas, sí, pero sobre todo por las que vendrán.

Sofía Carraro: Ayer había muchas nenas, chicas chiquitas a las que de hecho se les dijo que mucho de esto era también por ellas, para que en un futuro no tengan que sufrir estas cosas. Si nosotras seguimos unidas, va a ser un proceso para bien. No hay referentes a las que apuntar desde los clubes. Somos todas. Ayer se abrió el micrófono a la que quisiera hablar, sea jugadora, familiar o lo que sea. Se habló mucho de mantenernos unidas porque juntas podemos lograr muchas cosas.

Luciana Díaz: Esto es el inicio de lo que se tiene que venir. Lo que pasó con Juliana fue un punto de partida para despertarnos, para hablar, para salir a la calle. Pero esta es la primera Asamblea, la primera vez que nos vemos las caras y nos organizamos. La idea no es aflojar, menos ahora. Tenemos que ir para adelante, conseguir lo que pedimos que es lo básico para seguir con nuestro deporte. Por ahora estamos organizado la segunda Asamblea. El primer paso era encontrarnos, conocernos las caras, organizarnos, sumar personas. Ya veremos cómo sigue. La idea es que todo lo más urgente esté resuelto para encarar el campeonato que viene, que cuidemos nuestra integridad, y después veremos cómo se van dando las cosas. Obviamente que si lo básico no se soluciona tendríamos que plantarnos, porque no puede pasar nunca más lo que le pasó a Juli.

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