Diez preguntas sobre el Complejo de Edipo, y un test para saber si ya lo superaste

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Desde que Freud elaboró su teoría sobre el Edipo, este complejo ha pasado a ser parte del vocabulario normal de la gente, aunque muchos no sepan a ciencia cierta de qué se trata o hacen una simplificación del tipo : cuando las nenas se enamoran del papá y los nenes de la mamá. Pero el Edipo es mucho más que eso. Lo llamamos complejo por la complejidad de las relaciones y sentimientos que entran en juego. La doctora Graciela Moreschi nos explica de qué se trata.

1. ¿Qué es el Complejo de Edipo?

Hablamos de Edipo cuando el triángulo familiar constituido por los padres y el hijo entra en conflicto. Cualquiera sea el sexo de la criatura siempre hay un período de DÍADA donde madre e hijo son un unidad. Este dúo comienza a fracturarse cuando ingresa la figura del padre y esto se complica al producirse un enamoramiento, por llamarlo de alguna manera, del hijo/a con uno de sus padres, habitualmente con el progenitor del sexo opuesto, tratando de excluir a su rival.

2. ¿Siempre se da con el progenitor del sexo opuesto?

Habitualmente sí, aunque también puede ser “inverso” con el del mismo sexo, y “doble”, con ambos, alternando por momentos o períodos.

3. ¿Cómo atrae el niño al progenitor elegido?

El niño para llamar la atención del progenitor elegido (en ese momento) arbitrará diferentes mecanismos: lo seducirá, le exigirá, le hará reclamos, lo defenderá, y el padre en cuestión responderá a estas maniobras según sus características personales, algunos serán más sensibles a unas conductas y otros a otras. La manera en que se conquista a este progenitor, tiene mucho que ver con los mecanismos posteriores que utilizará más adelante la persona cuando se convierta en adulto.

4. ¿Y qué pasa con el progenitor “rival”?

A su vez, el niño tratará de expulsar a su rival con broncas, agresiones, evasiones, pero como también lo ama, esto le creará conflicto interno, porque no querrá que se vaya del todo ni quedar mal con él, por lo cual se le mezclarán sentimientos de culpa, así también como conductas de aplacamiento por temor al enojo o al abandono.

Todo este drama vivido por ambos lados , tanto por parte del hijo, como de la madre- padre es lo que llamamos SITUACIÓN EDÍPICA.

Los padres no son ajenos, ellos son parte de esta dramatica.

A veces creemos que si uno de ellos se aparta, la responsabilidad es del que quedó “pegado” al hijo, y no es así. la relación es de los tres, se supone que la función del padre es separar la díada madre – hijo y quedarse con la madre. Si él no participa y las/los abandona, o fracasa en esta separación, el Edipo no se resolverá.

5. ¿Qué sucede cuando uno de los progenitores está ausente?

Muchas veces uno de los dos progenitores puede faltar, habitualmente la ausencia es paterna. En estos casos la conclusión que saca la gente si se trata de una niña es que ella no entrará en el Edipo, y si es un niño se piensa que quedará atrapado eternamente en el complejo.

Pero no es así, aunque uno de los padres esté ausente, la relación se triangula igual. A veces es un pariente, amigo, o vecino que es particularmente significativo para el niño el que ocupa el lugar vacante. No nos olvidemos que el Edipo funciona también como identificatorio. Por eso decimos que una buena salida del Edipo es identificarse con el progenitor del mismo sexo, para obtener fuera alguien semejante, pero diferente al progenitor del otro sexo.

Según como se resuelva esta situación edípica, será la personalidad, o incluso la neurosis de la persona.

6. ¿Hay quienes no salen nunca del conflicto…?

Sí, ya sea porque la admiración o preferencia por uno de los progenitores continúan inalterables, o porque la rivalidad con el otro padre no cesa. También puede ocurrir que el hijo quede atrapado con uno de los progenitores, no por idealización, sino por temor a la retaliación, en una actitud de aplacamiento. (Me someto al progenitor con el que debería rivalizar porque temo que me destruya).

Como podemos ver este conflicto es sumamente importante en las relaciones familiares y también como modelo o patrón de otros vínculos posteriores.

7. ¿Qué ocurre durante la adolescencia?

Cuando los hijos llegan a esa etapa hay una re actualización de la situación edípica, pero esta vez como un conflicto de poder. El hijo disputará al progenitor del mismo sexo su lugar de poder. Y si las cosas funcionan bien, deberá perder la competencia (el progenitor debe mantener su lugar dentro del ámbito familiar ) y de esa forma el hijo es catapultado hacia el afuera, donde tratará de crear su propio espacio. Si esto no sucediera, hay tragedia, tal como nos advierte el mito griego.

Porque cuando el hijo detenta demasiado poder dentro del ámbito familiar y queda atrapado en el hogar, pierde su oportunidad de hacerse un lugar en el mundo.

8. ¿Qué debe ocurrir para salir de esta situación?

Es imposible eternizarse en un lugar, sin atentar contra la vida misma. El hijo deberá atreverse a desplazar al padre, que en términos míticos es lo mismo que matarlo, para ocupar socialmente el lugar de adulto responsable y autónomo. Esta dinámica es parecida a la edípica pero a su vez diferente.

9. ¿Por qué?

Decíamos que en el Edipo el hijo debería perder para ganar. Perdía en el ámbito familiar, para ganar un espacio afuera. Ahora estamos hablando de cómo ese hijo, salido del ámbito familiar, deberá matar al padre interno (admitir que puede arreglárselas solo, renunciar a su protección, declararlo prescindible) para poder erigirse como adulto autónomo. Este proceso no es nada fácil para ninguno de los implicados, ya que se juegan sentimientos de dolor, culpa y temor.

10. ¿Por qué se producen esos sentimientos?

Porque más allá de las declaraciones conscientes de los padres “ yo quiero que mi hijo crezca,” “Ojalá que me supere” que por cierto están dichos desde la más absoluta sinceridad, está la resistencia a dejar el lugar. Y es lógico que así sea, porque cada uno será fiel a sí mismo. El padre tratando de no perder vigencia, y el hijo para acceder a la adultez.

Si a esta dramática por demás difícil le agregamos los resentimientos que pueda haber dentro de la pareja o las dificultades en algunas de las capacidades que permiten llevar adelante la relación, entonces comprendemos lo difícil que pueden llegar a ser los vínculos familiares.

 

AUTOTEST: ¿Debería consultar al psicólogo?

Algunas personas atraviesan mal la situación edípica y esto se evidencia en situaciones que no pueden resolver.
Si usted :
– …nunca formó pareja estable.
– …le cuesta dejar la casa paterna.
– … cree que su presencia es indispensable para que sus padres sobrevivan, o no se maten.
– … está atrapado en las disputas de sus padres.
– … no tiene amigos.
– … ha tomado a su madre como mejor amiga.

…es probable que no haya podido salir victoriosa/o de esa encrucijada edípica, y necesite tratamiento psicológico.

LA OPINION DE LA ESPECIALISTA

Doctora Graciela Moreschi.

Cuando los padres utilizan a sus hijos para sus revanchas

Cada vez que un hijo se rebela y desafía a uno de sus progenitores, nosotros, los terapeutas, decimos que seguramente está subido a los hombros del otro.
Sólo de esta manera un joven puede llegar a tener la fuerza suficiente como para ganarle a sus padres. No olvidemos que por más alto que sea físicamente, aún depende de sus padres tanto afectiva como económicamente.
Esta actitud de apoyo al menor, a menudo está disimulada o es solapada. Por eso, hay que investigar, cada vez que uno de los progenitores se mantiene al margen o toma una actitud neutra.

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Fuente: www.revistabuenasalud.com

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