Por lo general, a la hora de informar, las crónicas apenas refieren cómo ingresan delincuentes en una propiedad y se llevan cuanto objeto de valor encuentran a su paso.
Le robaron recuerdos y diez años de trabajos de docencia e investigación
Pero detrás de cada “escruche”, hay una historia y el daño que ocasionan.
En esta oportunidad y que Junin24 ya diera cuenta horas atrás, de un inmueble ubicado en el barrio El Picaflor, desconocidos se apoderaron, entre otros elementos, de una computadora portátil.
El dispositivo guarda en su memoria, recuerdos que no se pueden recuperar y el desarrollo de diez años de trabajos de docencia e investigación en el Hospital Abraham Piñeyro.
La víctima del ilícito, hoy, le pide a quien la tenga en su poder, que por favor la devuelva.
“Mi nombre es Gonzalo Almada. Hace unas horas entraron a mi casa a robar y se llevaron muchos electrodomésticos. Pido que me devuelvan la computadora EXO gris la cual es muy importante para mí ya que cuenta con recuerdos personales y toda la información recopilada en los últimos 10 años, de trabajos de docencia e investigación en el hospital”.
“A quien la tenga, – agrega Gonzalo-, por favor, dejala en un lugar público a mi nombre, que la paso a buscar. Sin preguntar ni averiguar. Desde ya muchas gracias”.
Bueno sería que el ladrón entienda de qué se trata. No es solamente –que no es poca cosa–, romper…entrar…apoderarse de cosas que no le pertenecen…escapar…venderla y hacerse de unos pesos, vaya a saber para qué.
Detrás de cada objeto que se llevan hay una historia que no les es propia y para sus propietarios, son años de trabajo, de fotos y recuerdos almacenados, de un reloj del padre ausente o un anillo heredado que más allá de su valor económico tiene otro que es el más importante…atesorar historia y afectos.