Eduardo Gross Brown, único miembro del Comité Disciplinario de la Conmebol, escuchó los argumentos de la nutrida delegación que River llevó hasta Asunción. Con el vicepresidente Matías Patanian a la cabeza, el club de Núñez presentó su descargo en los casos de doping de Lucas Martínez Quarta y Camilo Mayada, quienes también estuvieron presentes. Sostuvieron la teoría de la contaminación, presentaron antecedentes de buena conducta y se expresó por escrito que ninguno de los dos jugadores involucrados consumían medicación. Hasta mensajes de Whatsapp mostraron el dirigente y los abogados. Duró una hora y media la audiencia. Y se volvieron a Buenos Aires con una certeza, más allá de que faltan los resultados de las contrapruebas. Será muy difícil que el defensor de 21 años y el lateral uruguayo puedan zafar de la sanción.
Gallardo: «Vamos a juntar pruebas para explicar todo»
Con un grado de optimismo, en River creen que le darán tres meses desde el momento de la notificación, por lo que podrían volver a jugar en septiembre. Sin embargo, hay un antecedente que asusta. Se trata del caso de José Angulo, delantero de Independiente del Valle, quien dio positivo de cocaína en el control antidoping que se le realizó en el partido de ida de la final de la Copa Libertadores. Conmebol le dio un año de suspensión y desde Zurich llegó un tirón de orejas. En FIFA creen que se aplicó una sanción por debajo de los estándares. Y hace una semana, en conjunto con la Agencia Mundial de Antidopaje, pidió aumentar el castigo para el ecuatoriano de uno a dos años. Por eso las fuentes consultadas por Clarín en Asunción deslizaron que, como mínimo, los futbolistas millonarios estarán seis meses parados. Hoy, están suspendidos provisionalmente. Es que ni siquiera se abrió un expediente porque no llegó el resultado de la contraprueba, que se realizará en un laboratorio de Alemania. Recién en dos o tres semanas se conocerá el fallo del Comité Disciplinario del máximo organismo de la pelota a nivel continental.
Angulo consumió una droga social. A Martínez Quarta y Mayada, en cambio, les encontraron hidroclorotiazida en la orina, un compuesto que se utiliza en los diuréticos, habitualmente empleados para enmascarar sustancias prohibidas. Así y todo, River insiste en la “contaminación” del suplemento vitamínico que Pedro Hansing les administra a los jugadores desde hace tres años, el tiempo que Marcelo Gallardo está al frente del plantel.
Precisamente, el facultativo expuso este argumento ante el doctor Gross Brown. “River vino con todos sus estamentos a realizar sus descargos: directivos, médicos, jugadores, abogados ante el Tribunal de Disciplina. Con esto estamos mostrando total transparencia”, le dijo Patanian a Clarín. El vicepresidente esgrimió la defensa del club sobre los lineamientos que se expresaron en el comunicado que se brindó el jueves, cuando explotó la noticia de los controles positivos de Martínez Quarta y Mayada en los partidos ante Emelec de Ecuador y Melgar de Perú.
Patanian explicó que River participó de 16 competencias, 236 partidos y 400 controles sometidos a exámenes y no hubo ningún problema. Acompañado por los letrados Gonzalo Mayo y Ariel Reck, especialista en derecho deportivo que participó de la defensa de Lionel Messi en la FIFA para atenuar la suspensión de oficio, se exhibieron los mensajes de Whatsapp de los jugadores en los que consultaron al médico por distinta situaciones, descartando el consumo de cualquier medicación. “Se actuó de buena fe”, dijeron.
Miguel Ortiz, vocero de la Conmebol, le aseguró a Clarín que “no hay más casos de doping”, descartando los rumores sobre Sebastián Driussi, quien de un día para el otro se fue a Rusia.