«Estoy un poco asustada, despacio las preguntas por favor», pidió la ucraniana Marta Kostyuk apenas ingresó a la sala, sorprendida por la enorme atención que concitó su rueda de prensa. Con apenas 15 años, la niña prodigio del tenis se convirtió ya en uno de los grandes nombres del Abierto de Australia.
Nacida el 28 de junio de 2002 en Kiev, Kostyuk alcanzó este miércoles varias marcas de precocidad con su avance a la tercera ronda en Melbourne. Y confirmó al mundo del tenis que una nueva estrella está naciendo.
La última jugadora de 15 años que había llegado a una tercera ronda en Australia había sido Martina Hingis en 1996, año en el que la suiza alcanzaría finalmente los cuartos de final. Kostyuk es además la tenista más joven en avanzar a la ronda de 32 de un Grand Slam desde la croata Mirjana Lucic-Baroni en el Abierto de Estados Unidos de 1997.
Por ser la campeona junior de Australia del año pasado, Kostyuk accedió a una invitación para jugar la clasificación y consiguió ingresar al cuadro principal después de superar los tres encuentros de la fase previa. En su debut en el circuito mayor de la WTA, la número 521° del ranking derrotó en dos sets a la china Shuai Peng (27° de la clasificación) y hoy hizo lo propio ante la australiana Olivia Rogowska por 6-3 y 7-5.
Toda la alegría de Marta Kostyuk luego de su victoria.
Su WhatsApp, lógicamente, no paró de recibir mensajes tras su triunfo ante Rogowska en la Margaret Court Arena, pero apenas tuvo tiempo para responder al momento del almuerzo. «Mi madre me pidió que deje el teléfono y coma», explicó la joven de cabello rubio y ojos claros.
Su madre, Talina Beiko, jugó al tenis a nivel competitivo y llegó a ocupar el puesto 391° del ranking en 1994. Ella fue quien la introdujo en el deporte de la raqueta cuando tenía cuatro años, aunque en sus inicios no disfrutaba realmente del tenis.
«¡Nunca me gustó el tenis!», aseguró en una reciente entrevista con la WTA, pero hoy matizó sus afirmaciones. «Lo que quise decir es que no disfrutaba. Siempre quiero ganar a lo que sea y cuando perdía era una tragedia. Pero ahora estoy empezando a disfrutar finalmente».
En sus años de infancia, Kostyuk compartió el tenis con la gimnasia acrobática (llegó a ser cuarta en un campeonato nacional), deporte que reforzó un espíritu tremendamente perfeccionista. Una línea autocrítica que conserva hasta el día de hoy, como se vio en la rueda de prensa.
Kostyuk celebra su victoria ante Olivia Rogowska.
«Si hoy perdía hubiera sido mi cuarta derrota en una segunda ronda de Grand Slam», fue el sorprendente primer análisis que hizo de su victoria en Australia. «Porque he perdido tres vez en segunda ronda en juniors», señaló con una sonrisa.
Kostyuk aspira a la perfección y por ello se rodea de los mejores.Su agente es el ex tenista croata Ivan Ljubicic, entrenador de Roger Federer, por lo que tiene la oportunidad de compartir momentos con la leyenda suiza. «Quiero mantenerme en este círculo y adquirir toda la experiencia posible», señaló la tenista ucraniana, que vive en Zagreb y rinde a la distancia sus exámenes escolares en Ucrania.
Los conocimientos de Federer son valiosos, aunque el amor imposible de Kostyuk se llama Novak Djokovic. «Quería casarme con él», dijo en la entrevista con la WTA. «Creo que lo sabe, porque alguna vez apareció una nota en un diario serbio. Pero tengo 15 años de diferencia con él y cuando tenía 13 ya desistí de la idea. Yo era una persona bastante madura», señaló entre risas. El serbio de 30 años, entretanto, está casado con Jelena Ristic y tuvo recientemente su segundo hijo.
El próximo encuentro de Kostyuk en Melbourne será ante su compatriota Elina Svitolina, cuarta favorita en Australia. Svitolina es ya una jugadora consagrada, aunque el viernes seguramente deberá compartir los focos con la niña prodigio del tenis. «¡Menos presión para mí!», celebró con humor la experimentada rival.
Mientras tanto, Kostyuk subió un divertido video a su cuenta de Twitter, en el que pide que le dejen usar una raqueta gigante para su próximo partido. Aunque pierda, ya le habrá alcanzado para dejar su nombre en el radar del tenis femenino.