Tenía todo listo para emigrar. Una oferta de La Coruña, de España, lo seducía. También estaba la posibilidad de desembarcar en la MLS (Major League Soccer), de Estados Unidos. Pero el fútbol español era lo que más lo atraía ya que en River veía que las puertas estaban cerradas, a pesar de haber tenido dos buenas temporadas en Defensa y Justicia, donde jugó a préstamo. Las valijas estaban hechas. Sin embargo, un llamado le cambió los planes. El que hablaba del otro lado de la línea era Marcelo Gallardo, nada menos. El Muñeco, de repente, le volvía a abrir las puertas de «La Casa Blanca» millonaria. Y Alexander Barboza, el joven nacido hace 22 años en Villa Celina, una localidad del Partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, el cuerpo se le estremeció.
Lo invadió una felicidad enorme que superaba su gran estatura. Era la oportunidad que estaba esperando. La posibilidad de hacer realidad un sueño de chiquito. Y si bien Napoleón no le dio garantías de sumarlo a la tropa, el zurdo aceptó el desafío. Sacó la visa para venir a los Estados Unidos y aquí está, en Orlando, disfrutando del último día de una pretemporada como jugador del club en donde creció. Y lo que en principio era una evaluación se convirtió en un diploma: Barboza se queda en River.
A pesar de que quizás en más de una oportunidad se quedará afuera del banco de suplentes, tendrá al menos a chance de pelearla desde adentro y no con otra camiseta. «Gallardo me dijo que me iba a quedar, que arrancaba de atrás pero que -si aceptaba- tenía la posibilidad de pelearla acá. Y no lo dudé. Quiero estar en River, es el club en el que me crié y en el que deseaba estar», expresó Barboza en diálogo con Clarín, rodeado de los árboles que configuran el bello paisaje del complejo en el que se hospeda River en Orlando.
¿Sentirá el cambio de jugar en un equipo con menores pretensiones como Defensa y Justicia? «Espero que no. Si bien vengo de jugar en un equipo menor, Defensa no se metía atrás. Tratábamos de pararnos adelante en la campo y salíamos jugando». Esa es una de las cuestiones por las que Gallardo cree que el cambio para el defensor no será tan sustancial.
Es cierto que a Barboza se le abrió la chance por la suspensión de Lucas Martínez Quarta y porque Arturo Mina quedó relegado. De todos modos, era un jugador considerado dentro del club y ahora tendrá la chance de demostrar si está a la altura de River. Estatura (mide 1,93m), al menos, le sobra. Ahora, habrá que ver cómo se desenvuelve en la cancha.