Cuando falta menos de una semana para el inicio de Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, las dudas que merodean a Andy Murray, defensor del título, van en aumento.
Una molestia en su cadera obligó al número uno del mundo a suspender un partido de exhibición ante el francés Lucas Pouille.
La lesión de Murray no es algo nuevo pero se acentuó en las últimas semanas luego de la pronta eliminación, en la primera ronda, en el Abierto de Queen’s, donde también defendía la corona.
Desde el entorno del británico, anunciaron que Murray no iba a jugar con Pouille por «ligeras molestias», y todavía no está confirmada su presencia para otro partido de exhibición, el viernes, ante un rival a confirmar.
Andy Murray, que ya acumula 33 semanas como número de la ATP, escoltado ahora por el español Rafael Nadal, tiene la misión de defender el título en Wimbledon, donde en la final del año pasado superó a Milos Raonic por 6-4, 7-6 (7-3) y 7-6 (7-2).