Diego Schwartzman logró concretar en la Copa Davis todo lo bueno que viene demostrando en el circuito ATP. El Peque dominó ampliamente al kazako Dmitry Popko y lo venció por 6-4, 6-2 y 6-2, en 2h01m.
Luego de la derrota de Guido Pella ante Kukushkin (78), la mejor raqueta de los kazakos, el Peque se sobrepuso con solvencia en la búsqueda de dejar la serie igualada, de cara al partido de dobles que se disputará mañana. Así, el jugador porteño busca su primer triunfo en la Copa Davis.
Hasta aquí, para Schwartzman la Copa Davis había representado una suerte de sufrimiento: acarreaba tres derrotas, dos en singles y una en dobles [todas en 2015]. Por esos agrios antecedentes, el jugador de 1,70 metro sentía internamente que necesitaba regalarse una buena tarea. Y así lo hizo.
Durante un partido de esta versión recargada de Schwartzman es interesante hacer el ejercicio de no observar la pelotita y enfocarse en sus movimientos, en los saltitos que da continuamente, en cómo llegar bien posicionado a impactar la pelota y en sus eléctricos desplazamientos. Haber llegado al puesto 28 del mundo no es casual. Tiene todo un trabajo en el disco rígido que se advierte fácilmente. Y el equipo nacional de Copa Davis confía en él para conseguir el objetivo de conservar su lugar en la elite de la Copa Davis.
¿Como sigue?
La serie continuará el sábado desde las 5 con el punto de dobles, para el cual el capitán argentino Daniel Orsanic designó a dos debutantes y especialistas, el tandilense Máximo González (209) y el porteño Andrés Molteni (48 en el escalafón por parejas), mientras que el conductor del equipo local, Dias Doskarayev, anunció a Kukushkin junto a Aleksandr Nedovyesov (235).
El enfrentamiento concluirá el domingo desde las 5 con los cruces entre los mejores tenistas de cada país (de acuerdo al ranking mundial), es decir Schwartzman ante Kukushkin, en el único partido de la serie que tiene antecedentes, ya que el «Peque» lo venció el año pasado en el ATP 250 de Winston Salem, y Pella frente a Popko.
