Siempre es lindo levantar una copa cuando se le gana a Brasil, pero el Súper 4 fue un amistoso y para enfrentar desde el domingo la AmeriCup en Bahía Blanca, la Selección deberá comprometerse a defender con intensidad durante los 40 minutos y apostar a un funcionamiento colectivo que respete la identidad del juego argentino. Hubo aplausos en Salta tras el 86-74 final y el título, pero ahora se vienen los partidos por los puntos. Lo que importa…
Entre la necesidad de cuidar el cuerpo ante el inminente torneo y el nerviosismo de algunos jugadores que se estaban disputando el puesto para quedar entre los 12 elegidos por Sergio Hernández, el primer tiempo de Argentina fue opaco, con altibajos y por momentos difícil de digerir. De Brasil tampoco se podría decir lo contrario, ya que apenas Caboclo y el base Fulvio le dieron calidad a su equipo. Entonces los veinte minutos hasta el 41-36 parcial transcurrieron con más pena que gloria.
Campazzo, Brussino, Saiz y Delía duraron un cuarto porque Hernández no se quedó conforme con esos diez minutos iniciales en los cuales Caboclo anotó 11 puntos (1-2 dobles y 3-4 triples) y, sobre todo, la defensa no se hizo fuerte. Brussino sí fue efectivo desde el perímetro con 10 tantos, pero cometió tres pérdidas, y Campazzo fue el molesto de siempre sobre Fulvio pero recibió retos de Oveja. Y Brasil ganó 19-17 el cuarto justo con un doble tras un rebote ofensivo.
Sólo el todoterreno Deck quedó en el rectángulo en el segundo parcial, para acompañar ahora a Laprovíttola, Redivo, Fjellerup y Gallizzi. El base que jugará en Rusia le dio dinámica al ataque y Argentina se adelantó 26-23 con un triple de Redivo y dos dobles de Deck tras asistencias de Fjellerup. Sin embargo, salvo Gallizzi, el bloqueo defensivo siguió siendo flojo y el quinteto se comió otro reto del entrenador. Entendible para esta Selección que debe mantener la intensidad en todo momento porque no tiene nada que regalar.
Dos faltas técnicas por reacciones innecesarias de los brasileños le dieron aire a la Argentina, que se fue 41-36 al descanso. Si se esperaba una mejoría, los ruegos no tuvieron frutos en el arranque porque estuvo todo deslucido hasta que los que saben de verdad levantaron al quieto público salteño. Campazzo empezó a meterla, Deck encestó un doble corriendo toda la cancha y el base defendió duro para que le cometieran una antideportiva y así lograra sacar la máxima diferencia (56-45) a tres minutos del final del cuarto ganado 61-52.
Lo que parecía un cierre tranquilo se complicó con pérdidas para que Brasil quedara a cinco puntos (68-63), a 5m30 del final. Pero con la doble base Campazzo-Laprovíttola, más Brussino y Delía, Argentina encarrilló el tren celeste y blanco con una ráfaga que desembocó en 11 tantos de diferencia (78-67) a 1m49 de la chicharra. Y todo quedó definido.
Hubo victoria ante Brasil para levantar la copa en el Súper 4 amistoso. La Selección se lleva de Salta lecciones para aprender. Se viene la AmeriCup, el objetivo real.
