El seleccionado argentino cayó en zona de repechaje al empatar 2 a 2 frente a Perú, en Lima, el mismo resultado con el que había igualado en la jornada anterior de eliminatorias sudamericanas frente a Venezuela como visitante, y con el denominador común de la ausencia de Lionel Messi.
Con la paridad los argentinos suman 16 unidades y diferencia de gol con Ecuador y Colombia ocupa el quinto lugar en las posiciones al cabo de cinco jornadas.
El 4-2-3-1 esta vez mostró fisuras, tal como había ocurrido ante los venezolanos, y eso conspiró para que Argentina registrara una actuación como mínimo aceptable.
Argentina desarrolló un buen primer tiempo porque se mostró compacto y corto entre líneas, con un Paulo Dybala desconcertante con su gambeta, especialmente arrancando de derecha hacia el medio.
La presión alta fue otra de las virtudes del equipo argentino, espacio en el que había derivaciones hacia la segunda línea, donde Matías Kranevitter fue el equilibrista y Javier Mascherano estuvo errático cuando intentó los pases laterales.
Sin embargo el ‘Jefecito’ fue importante a la hora de ordenar a Kranevitter y ubicarlo a la hora de la recuperación.
En esos 45 minutos iniciales fue poco lo que generó Perú, antes del cuarto de hora cuando Ramiro Funes Mori puso en ventaja a Argentina luego de un defectuoso intento con derecha y un puntazo de zurda que se filtró junto al ángulo izquierdo bajo de Pedro Gallese, y después salvo un disparo de Paolo Guerrero que provocó la única zozobra de los dirigidos por Edgardo Bauza en esa etapa.
Dentro de ese panorama, sin embargo, Gonzalo Higuaín como único punta y Sergio Aguero por detrás suyo trataron de rotar, entrando y saliendo alternativamente pero sin provocar situaciones de riesgo.
El triunfo parcial con el que se iba a retirar el conjunto argentino al descanso se dio con el sabor agridulce que provocó la tara amarilla sufrida por Nicolás Otamendi, el primer soldado que se iba a caer por este motivo de cara al próximo jueves frente a Paraguay. Luego lo seguirían Pablo Zabaleta y Funes Mori.
En la segunda mitad Argentina pareció acusar el cansancio y literalmente le dejó la pelota a Perú, que se fue a las barbas de Sergio Romero con insistencia en pos de una paridad imprescindible para seguir conectado al respirador de la clasificación.
Allí surgió la figura de un incontenible Guerrero, bien secundado por Christian Cueva, a la postre quienes serían los autores de los dos goles peruanos.
Es que a los 12 minutos Guerrero hizo gala de su potencia goleadora y tras ganarle dentro del área en el cuerpo a cuerpo Funes Mori definió rimer palo, mal cubierto por ‘Chiquito’ Romero.
Estaba atravesando Argentina su peor momento en el partido cuando una subida de Pablo Zabaleta, algo por lo que Bauza lo eligió por encima de Gabriel mercado, terminó en una precisa habilitación para Higuaín, que definió con presteza picándola por encima del cuerpo estirado de Gallese.
Pero cuando parecía que Argentina retomaba el control del juego, 10 minutos más tarde se equivocó nuevamente Mascherano en una cesión hacia atrás que fue interrumpida por Guerrero y derivó en una falta penal por empujón de Funes Mori que Cueva transformó en el empate definitivo.
Quedaba poco y ninguno de los dos dispuso ya de nuevas oportunidades para ganarlo, por lo que de ambos lados hubo desilusión y frustración porque los tres puntos eran imperiosos para Perú y muy necesarios para los argentinos.
Ahora se viene Paraguay, el próximo martes por la décima fecha en Córdoba, desde las 20.30, sin tres cuartas partes de la defensa por las suspensiones por acumulación de dos tarjetas amarillas de Zabaleta, Otamendi y Funes Mori y, sobre todo, como en el juego anterior frente a Venezuela y anoche con Perú, sin Messi.