Las futbolistas del ascenso están organizadas. La cuarentena y el parate de las competiciones deportivas, a la vez que las alejó de las canchas en las que siempre quieren estar, sirvió para conectar todas esas ideas comunes que hasta entonces venían procesando de manera individual o dentro del grupo del equipo al que pertenecen.
Los lazos que empezaron a estrecharse a través de un grupo de Whatsapp del que forman parte una o dos referentes de los equipos de Primera B dieron nacimiento a Ascenso Colectivo, organización que está abierta también a las jugadoras de la Primera C que quieran formar parte. Bajo ese nombre, se giró un comunicado a AFA que pone el eje en la necesidad de recibir más y mejor información sobre las decisiones que las afectan.
Mientras esperan la respuesta del ente rector del fútbol argentino, fueron recibiendo diferentes apoyos de otras organizaciones, como Futbolistas Unidas Argentinas, y comenzaron a marcar presencia en las redes sociales.
«Haber recibido el apoyo de Futbolistas Unidas significó mucho para nosotras. Te sentís valorada, notás que desde afuera ven el esfuerzo. Particularmente me siento muy contenta. Porque hacerlo y que nadie te banque o no genere nada no hubiera estado bueno. No estamos haciendo nada malo. Nos unimos para que mejoren las condiciones del fútbol femenino. Para que nos den más y mejor información. Quedó claro que no estamos solas en esta lucha», le contó a Junín24 Fútbol Femenino Marisa González, capitana de Puerto Nuevo.
Pero hubo también quienes se pusieron en guardia, posiblemente por ver afectados algunos de sus intereses, y con mala intención quisieron vincular el comunicado de las jugadoras del ascenso con una queja hacia los propios clubes de los que forman parte. Entonces, con la visibilización llegaron también las primeras presiones o negativas, que derivaron incluso en que algunas jugadoras decidieran dejar de formar parte activa del colectivo.
«Hubo repercusiones en los clubes, ni siquiera por la carta que fue enviada sino por una que estaba en proceso y que no sabemos por qué se filtró y con qué motivo se publicó. Eso perjudicó un poco. Pero de los errores se aprende y tal vez tengamos que ser más cautelosas de ahora en adelante», expresó Denise Ruiz, capitana del Deportivo Morón. Y agregó: «Cuando se subió a nuestro grupo la primera captura de pantalla pensé qué bueno, pero después empecé a ver que ninguna de nosotras había enviado el comunicado oficialmente todavía. La carta terminó llegando al grupo de delegados de cada club, que empezaron a debatir… Cosas que no tenían que suceder, sucedieron. Nos hacemos cargo de lo que pasó y estamos abiertas a hablar con quien haya que hablar para remarcar que esto no es para perjudicar a ningún club, sino para mejorar las condiciones en que se desarrolla el fútbol femenino».
Marisa González remarcó la importancia de comprometerse más allá de la situación de cada club en particular. En el caso de Puerto Nuevo, dijo que los tiempos más difíciles empezaron a quedar atrás con la llegada de una comisión directiva que ha dado mucho apoyo al femenino. Pero sabe, también, que hay otros equipos a los que todo le cuesta el doble y siente que ella también tiene que ser parte del reclamo de mejores condiciones.
«En el grupo salió una frase que es que no nos hagan tener miedo y dejar de estar unidas. Nosotras entendemos a las chicas que han recibido algún tipo de presión. Sabemos que con esta pandemia los clubes no generan y todo se hizo más complicado desde lo económico. Sabemos que incluso si en algún club se molestan podrían agarrar y decirles a las jugadoras no seguimos más con el femenino. Cosas así pasan y se entiende que haya jugadoras a las que les dio miedo. Yo las he pasado. Por suerte ahora acá en Puerto ya no pasa», destacó.
«El hecho de que algunas jugadoras hayan dejado el grupo genera muchas sensaciones. Molesta si te planteás por qué se tienen que bajar de un grupo en el cuál están siendo informadas. No es que somos una organización que está obligando a alguien a hacer algo que no quiere. Preocupa por las repercusiones que pueden llegar a tener ellas. Y angustia desde el lado de esa falta de derecho a la libre expresión. Porque estamos pidiendo algo que nos parece que debería ser natural. Si nosotras somos las protagonistas de un torneo, cómo no vamos a ser debidamente comunicadas de las cosas que suceden. Estaría bueno que la gente que se sintió atacada tenga la posibilidad de hablar con nosotras, como para hacerles entender que no buscamos perjudicar a ningún club. Cada una de nosotras quiere lo mejor para su club», expresó Denise Ruiz.
Muy similares son las sensaciones que esta situación le generó a Marisa González: «Me genera preocupación e impotencia, porque no podés hacer nada. Es muy difícil. No sabemos qué les dicen, entonces qué podés hacer para que no sienta miedo. Te dan muchas ganas de hacer algo, te genera preocupación que se sientan mal. Nosotras sabemos que no ofendimos a nadie. Ni a los clubes ni a AFA. Estamos pidiendo algo que nos merecemos. También pienso en las chicas de la C, que fueron muy pocas las que pudieron unirse por estas mismas presiones. Eso me entristece«, dijo.
Por otra parte, la capitana del Deportivo Morón destacó que la decisión de instalarse en las redes sociales como Ascenso Colectivo tuvo que ver, en primera instancia, con la necesidad de generar un canal de comunicación. Pero también remarcó la importancia que esta presencia tiene para que aquellas jugadoras que tuvieron que bajarse del grupo de Whatsapp, o directamente decidieron no formar parte, puedan seguir estando informadas. «Este Ascenso Colectivo involucra tanto a la B como a la C, porque todas somos parte. Las que quieren participar están en su derecho a hacerlo y las que no al menos van a tener esta herramienta para informarse».
¿ROMPERLA PARA RESPALDAR LA VOZ?
Alguna vez Ada Hegerberg, futbolista noruega del multicampeón Lyon de Francia que ganó el primer Balón de Oro femenino y decidió luego no participar del Mundial de Francia para marcar su desacuerdo con las diferencias abismales de salarios que perciben mujeres y hombres futbolistas, dijo que tan importante como dar un paso al frente y alzar la voz es poder rendir al más alto nivel dentro de una cancha, ya que ello les dará todavía más visibilidad y respaldo a sus exigencias. En relación a esto, tanto Denise Ruiz como Marisa González hicieron su propio análisis.
Denise Ruiz (Morón): La presión la tengo día a día, más allá de lo que se está generando. Siempre trato de dar lo mejor de mí, de mejorar día a día para representar a mi club de la mejor manera. Ese es mi pensamiento. Esta movilización que se está generando ahora, creo que pasa más por el lado de ser profesional íntegramente, más allá que nuestra competencia no lo sea. Sabemos que primero tenemos que empezar nosotras a ser profesionales, desde la alimentación, el descanso, el entrenamiento, el compromiso. Un montón de cosas que el día que toque estar adentro de la cancha permita poder dar lo mejor. A veces las cosas van a salir bien y otras no, pero querer salir a comerme la cancha lo quiero siempre. Más en este momento que hace 80 días que no pisamos una.
Marisa González (Puerto Nuevo): Son cosas que una siempre piensa también. Porque si yo ahora que pasó todo esto entro a la cancha y juego un par de partidos mal, sé que va a estar ese machismo que va a decir ‘tanto lío hizo y no juega nada’. En lo personal, yo lo he pensado.
Por Juani Portiglia
Las fotos del Deportivo Morón son propiedad de Lucas Valesella, fotógrafo de Piel de Gallo, y Jorge Junes.
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