POR HERNAN SARTORI, PARA CLARIN.COM
En el deporte de alto rendimiento no hay lugar para la improvisación. La planificación lo es todo, porque no hay camino sin metas palpables o soñadas. Cada entrenamiento y cada competencia son hitos a evaluar para definir un objetivo que no sea una quimera. Es que en caso de no abrazarlo, el atleta argentino de alto rendimiento sabe -si no lo sabe, está en problemas- que de los resultados depende la categoría de la beca que otorga el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), que administra alrededor de 45 millones de pesos mensuales, gracias al 1 por ciento del monto de los abonos de los argentinos a la telefonía celular. Sí, el hombre de a pie financia el deporte olímpico nacional, ante el ninguneo mayoritario de los sponsors privados.
En el nuevo listado de becas que el ENARD publicará hoy en su sitio web, al que tuvo ayer acceso Clarín, hay diferencias destacadas con respecto al anterior, que databa del 8 de agosto. Lógico, pasaron los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro y las cartas se repartieron de acuerdo al reglamento del ENARD.
Cada medallista olímpico argentino recibe 27.000 pesos mensuales, al menos hasta que se ajuste el valor en enero, lo que ya sabe la judoca Paula Pareto, campeona mundial y olímpica, quien se mantuvo en ese pedestal. Desde este mes cobrarán ese monto Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli, oro en la clase Nacra 17 de yachting, y los 18 Leones que hicieron historia en Río: Juan Manuel Vivaldi, Juan Ignacio Gilardi, Gonzalo Peillat, Pedro Ibarra, Juan Martín López, Lucas Rossi, Matías Rey, Manuel Brunet, Lucas Rey, Joaquín Menini, Facundo Callioni, Lucas Vila, Agustín Mazzilli, Matías Paredes, Ignacio Ortiz, Isidoro Ibarra, Luca Massó y Juan Manuel Saladino. Para los últimos cuatro, el salto les representó un incremento de 15.000 pesos mensuales.
En el paralimpismo subirán a esta categoría Yanina Martínez, oro en 100 metros; Hernán Urra, plata en lanzamiento de bala; y los 10 Murciélagos que ganaron el bronce: Darío Lencina, Froilán Padilla, Federico Accardi, Angel Deldo, Maximiliano Espinillo, Silvio Velo, Nicolás Véliz, Lucas Rodríguez, David Peralta y Germán Muleck.
En el boxeo hay un cisma importante. En el listado de becarios sólo hay cuatro mujeres. La Federación Argentina de Box no solicitó ninguna por varones. Ni siquiera por los seis que compitieron en Río, entre ellos Yamil Peralta y Alberto Melián, que se llevaron diplomas pero perdieron sus combates por medallas. ¿Qué sucederá con ellos?
Acostumbradas a las medallas olímpicas, las Leonas de mayor trayectoria verán reducidas sus becas a 18.000 pesos, luego del diploma en Río. Deberán adaptarse a este escenario Carla Rebecchi, Noel Barrionuevo, Delfina Merino, Florencia Habif, Rocío Sánchez Moccia, Martina Cavallero y María Florencia Mutio. La misma situación, en el paralimpismo, la vivirán la nadadora Nadia Báez y el ciclista Rodrigo López, quienes pasaron del bronce en Londres 2012 al diploma en Río.
El lanzador de bala Germán Lauro está acostumbrado a convivir en la elite del atletismo desde 2012, cuando fue sexto en los Juegos Olímpicos y en el Mundial bajo techo. Su mal torneo en Río lo llevará, de acuerdo a este sistema, a dejar de cobrar la beca de proyección olímpica (18.000 pesos) para tener la de proyección panamericana (8.000), por su bronce en Toronto 2015. Lo mismo le pasará al judoca Emmanuel Lucenti, séptimo en Londres y noveno en Río. Y el palista Rubén Rézola Voisard, lejos del quinto puesto en Londres 2012 junto a Miguel Correa en el K2-200, bajará de 18.000 a 12.000, al igual que Gustavo Fernández, del tenis adaptado.
