Mucho se ha argumentado ya sobre lo inapropiado que es usar el término profesional para referirse a la máxima categoría del fútbol femenino en Argentina. El hecho de que AFA exija -y subsidie en consecuencia- a los clubes pagar ocho contratos profesionales habla por sí solo. Es decir, en cada partido cada equipo saltará a jugar con al menos tres jugadoras que no cobran o que si lo hacen es por una distribución solidaria de los ingresos de sus compañeras.
Para colmo llegó la pandemia y no fueron pocos los dirigentes que se victimizaron para dejar en claro que en tiempos de crisis el primer recorte iría a parar al femenino. Instalaron, incluso, la idea de que muchos se retirarían de la Primera División, generando inestabilidad en las propias jugadoras que como respuesta, una vez más, actuaron de manera colectiva y le pasaron la pelota a Chiqui Tapia, a quien no le quedó otra que comprometerse a seguir cubriendo los gastos necesarios para que ningún club desista de su participación.
Así parecía estar planteado el panorama. Pero apareció River a demostrar que cuando hay voluntad, no hay crisis. El club que cuenta ya con un protocolo de género y ley de cupo femenino para las elecciones de 2021, el que es de los pocos en Primera División que tiene divisiones formativas y Reserva; ahora también comunicó que de cara a la temporada 2020/2021 no firmó ocho, sino ¡20 contratos profesionales!
Eso no es todo. Cuando muchas jugadoras, incluso de Selección Argentina, dejan los clubes más importantes del país en lo que a fútbol femenino se refiere para ir a buscar un salario digno a la Segunda División de España; River se trajo de la Primera División española a Victoria Costa, quien llegad desde el Rayo Vallecano y que integró el plantel de la Selección Argentina Sub-20 en el último Sudamericano, aunque una lesión la privó de disputar buena parte de la competencia. Además, llegaron también como refuerzo Brenda Molinas, Elen Leroyer, Magalí Molina y Sofía Florentin.
“En un momento difícil para todos, River sigue apostando a nosotras, por eso hoy me siento muy agradecida y afortunada de haber podido encontrar mi lugar en el Club. Todas las jugadoras de Argentina vivimos con mucha emoción el primer torneo de fútbol profesional de la historia, lamentablemente la pandemia impidió que se pudiera llegar al final de la temporada, pero a la vez eso nos llena de energía y motivación para encarar lo que se viene. Eso va a hacer que valoremos de otra manera cada entrenamiento y cada partido cuando nos toque volver a las canchas y, sin dudas, esas ganas se van a ver reflejadas en el nivel de juego”, expresó la delantera Lucía Martelli en diálogo con el sitio oficial del club.
También el vicepresidente Jorge Brito se refirió a la satisfacción que genera en el club ser ejemplo en la promoción y desarrollo del fútbol femenino en Argentina: «Estamos muy contentos de haber firmado estos 20 contratos de fútbol femenino, es un compromiso importante que asumimos desde el año pasado y un deporte en el que River es pionero, ya que somos de los pocos clubes que tienen Divisiones Inferiores. Como en todas las disciplinas del Club, apostamos mucho al proyecto infanto-juvenil, el semillero de River siempre fue muy valioso y queremos seguir por ese camino», dijo.
Y agregó: “Nos llena de orgullo este nuevo vínculo que se renueva con las jugadoras, sabemos la calidad que tienen y todo el esfuerzo que hacen, por eso las apoyamos. Ellas saben que llevan puesta la camiseta del Club Más Grande y la exigencia y responsabilidad que eso trae».
En el debe, porque siempre se puede exigir un poquito más, quedará pendiente hacer del Monumental la casa del equipo femenino, que hoy continúa jugando la mayoría de sus partidos en la cancha auxiliar, con el imponente estadio de fondo. Ya va a llegar.
Por Juani Portiglia
