Resta al Comité de Disciplina del organismo rector del fútbol sudamericano definir si se jugará la final o bien hace lugar al pedido de Boca para que se descalifique a River y se le de por ganado el certamen.
«Resulta prudente que la final no se juege en Argentina» siguió Domínguez y reclamó «prudencia en sus declaraciones» a los presidentes de ambos clubes. «Tienen la obligación de defender los derechos de cada una de sus instituciones pero les pido a los presidentes que envíen mensajes correctos. No hay lugar para los violentos y tenemos que colaborar» advirtió el titular de la Conmebol.
Así el foco de atención pasó ahora al Comité de Disciplina que en las próximas horas debería definir si se juega el partido de vuelta o por el contrario descalifica a River y proclama ganador de la Copa Libertadores a Boca.