Con el triunfo 2-1 en su visita a Excursionistas, Comunicaciones se quedó con el primer clásico en la historia de ambos equipos en la Primera División del fútbol femenino. Para Daiana Alaniz, autora de uno de los goles y máxima artillera de Las Carteras en lo que va del torneo, el sabor especial de esa victoria va incluso mucho más allá, porque representó la posibilidad de volver a pisar la cancha en la que hace siete años hizo su debut en la categoría. En el medio pasó una vida, según ella misma aseguró. Regresó a San Luis para terminar el profesorado de Educación Física, fue fundadora de un equipo multicampeón de futsal e incursionó en el fútbol playa, ganándose incluso el llamado a integrar la Selección Argentina. Hasta que le llegó la oportunidad de tener revancha en Buenos Aires integrándose a Comu para jugar el Reducido de Primera B y logrando el ascenso en una final disputada en Salto ante Sarmiento.
-¿Cuánto significó para vos el gol en el clásico y para el equipo poder ganar ese partido después de una derrota tan dura ante Central?
-La verdad que veníamos de una derrota con Central que no esperábamos se diera así. No salió nada de lo que habíamos planeado para jugar el partido. Anímicamente nos pegó fuerte. Vino el clásico y ganarlo siempre es lindo. Más porque era nuestro primer clásico en Primera A. Siempre nos decimos que la historia la estamos escribiendo nosotras. No hay nada más lindo que quede escrita esa primera victoria en un clásico. Y por el gol también muy contenta, porque para mí era algo especial jugar otra vez en esa cancha en la que hace 7 años debuté. Son como revanchas que me va dando la vida. Jugar, hacer un gol y que sume para ganar, olvidate que para una delantera no hay nada más lindo. A nivel de equipo estamos muy contentas porque pudimos aguantar un partido que si bien pudimos haber ganado por más, no concretamos algunas chances que nos quedaron y faltando 15 minutos nos quedamos con una jugadora menos. Se notó el cansancio. Nos cerramos todo lo que pudimos, forzamos el físico y trabajamos en equipo como nunca para cerrar los espacios que quedaban y a la vez intentar llegar de contra. Por suerte nos pudimos llevar los 3 puntos y estamos felices.
-Veníamos hablando mucho de la campaña de El Porvenir y Deportivo Español en la Zona A. Pero si mirás la Zona B, más allá de esas derrotas duras que tuvieron, Comunicaciones ya tiene 9 puntos. Están a nada de los puestos de clasificación a cuartos de final…
-Obvio que el triunfo nos generó esa confianza de decir estamos vivas. La verdad que nos ponemos a pensar que es nuestro primer torneo y que tenemos nueve puntos y que llegamos con vida a la octava fecha… Eso se tiene que valorar. La categoría es diferente, te tenés que acostumbrar a otro ritmo, a otro tipo de partidos, a otros rivales. Sabíamos que íbamos a tener partidos muy duros, como nos tocó contra la UAI y también sabíamos en qué partidos podíamos sacar puntos. En eso nos enfocamos. Tenemos tres triunfos y son sumamente importantes.
-A eso iba. Haber sumado tres triunfos en siete partidos, para un equipo recién ascendido que conservó a muchas de esas jugadoras que jugaron en Primera B, es muy valorable.
-Es que si te ponés a ver tenemos más puntos que Estudiantes, que Lanús, que El Porvenir, que son equipos que vienen jugando en la categoría desde hace años. Por eso te digo que a veces no caemos en la realidad, pero tenemos que pensar que tenemos tres triunfos en un campeonato al que recién entramos y que no es fácil. Hay equipos que están jugando hace años y no los tienen. Entonces tenemos que aprender a valorarlo. Somos un equipo sumamente competitivo, con una mentalidad que nos hace pensar y querer más. A veces nos frustra mucho el hecho de perder, pero a la vez tenemos que entender que venimos bastante bien.
🔥⚽"El gol que más me gustó fue el que le hice a Estudiantes, de tiro libre", nos dijo Daiana Alaniz.💛🖤 pic.twitter.com/2klCLWx8aN
— J24 Fútbol Femenino (@J24FutFem) May 19, 2021
-Esa competitividad que mencionás se notó mucho también en el Reducido de Primera B. Porque no habían empezado bien, porque no las daban como candidatas y porque terminaron logrando el ascenso.
-Nos costó muchísimo. Ahora sí tuvimos un par de bajar importantes, como la de nuestra capitana, y cuesta en algunos puestos encontrar reemplazos. Pero se le está buscando la vuelta al equipo. El cuerpo técnico lo está haciendo de la mejor manera. Intentamos ser lo más profesionales posible en el equipo. Se trabaja mucho, con nutricionista, con psicólogo…
-¿Salto quedó como un recuerdo muy especial en tu carrera como futbolista?
-Yo la verdad que no había jugado nunca en esa cancha. Con la cantidad de campeonatos que tengo, entre nacionales, una olimpiada a la que he viajado en China y muchas otras cosas que he jugado en estos años; el partido de Salto, ese ascenso con Comu, lo pongo entre las cosas más lindas que viví en el fútbol. Tiene mucha historia atrás para mí. Tuve que dejar mi provincia, me arriesgué a dejar mi trabajo, a venir a luchar por un ascenso. Entonces tiene muchos condimentos aparte para mí. Cada vez que recuerde esa fecha, ese partido, esa cancha, siempre van a ser cosas lindas.
-¿Qué pasó en el medio de ese debut que mencionás en cancha de Excursionistas hace 7 años y tu llegada a Comu para jugar el Reducido?
-Ese partido fue mi debut en Primera, con UBA. Me acuerdo que entré cinco minutos. En el medio hubo de todo, una vida. Jugué un año y medio acá en Buenos Aires con la UBA. Después me tuve que volver a San Luis por cuestiones personales. Tenía que decidir entre terminar la carrera del profesorado o quedarme a jugar. Decidí volver. Después por otras cuestiones no pude volver y fui cerrándole la puerta a Buenos Aires, mientras jugaba en San Luis. Estuve en Ave Fénix, con Marianela Suárez que ahora también juega conmigo en Comu. Ahí estuvimos mucho tiempo. Después arranqué a jugar futsal. Anduvimos bien con un equipo del que fui una de las creadoras: Aminé Futsal. Fue campeón de San Luis tres veces, después jugamos un Nacional. Ahí salí mejor jugadora de futsal. Y después arranqué a jugar fútbol playa, desde donde en medio de la cuarentena me llamaron para jugar en la Selección Argentina. Eso me motivó también a querer venir y ponerme bien físicamente. Aunque ahora no lo puedo hacer porque la verdad que no me gusta estar en dos cosas a la vez, porque no termino de enfocarme en ninguna de las dos.
-¿Cuán distinta crees que hubiera sido tu decisión de aquel entonces con la realidad de este fútbol femenino de Primera División?
-Eran dos realidades sumamente diferentes. Yo no me arrepiento de la decisión que tomé. Obviamente me dolió mucho y tuve momentos de frustración como jugadora, porque para mí en la UBA era uno de mis mejores momentos futbolísticos. Le venía haciendo goles a River, a la UAI, a equipos grandes… Ya me habían visto de otros clubes y tenía otro tipo de futuro. Pero no me arrepiento porque hoy tengo una carrera profesional y las mujeres todavía no podemos vivir del fútbol, por lo que el día que deje de jugar ya tengo un título y puedo ejercer tranquilamente como lo venía haciendo.
-A nada de terminar esta primera fase, ¿qué objetivos se habían puesto para el inicio del torneo? ¿Cambiaron ahora que ya jugaron siete fechas?
-El objetivo que tenemos con Comu es mejorar partido tras partido, porque sabemos que es una categoría nueva y tenemos que aprovechar el hecho de que no haya descensos, que permite que el proyecto sea más a largo plazo. Cada partido se estudia al rival y se compite con ese objetivo de mejorar nosotras mismas. Creo que lo veníamos cumpliendo. En el medio tuvimos una derrota como la de Rosario Central que no la esperábamos ni nosotras, porque no sentimos que hubiera esa diferencia de goles. Pero estamos en una categoría en la que cada error se paga con goles en contra, entonces vamos aprendiendo de esas cosas.
-¿Qué equipos de esta Primera División crees que realmente marcan una brecha con el resto?
-Creo que Boca, River y UAI. Incluso la UAI es un equipo que se está renovando. Por ejemplo, el partido que nos ganan a nosotras los goles llegan por errores nuestros y por pelota parada. En el segundo tiempo tuvimos llegadas y propusimos. Creo que con un equipo que le sale a jugar mano a mano y que se cuida de no cometer errores, no es la misma UAI de antes. Boca y River, más que nada, sí marcan una diferencia.
-¿Cómo es Comunicaciones desde lo institucional en el vínculo con el fútbol femenino? Porque con el ascenso dio la sensación que hubo muchos más ojos puestos sobre ustedes.
-Eso siempre va a pasar. Estamos en Argentina donde somos todos resultadistas y cuando a un equipo le va bien hay más gente, más apoyos. Y cuando no, no. Entonces haber ascendido generó muchas cosas en el club. La verdad que nos apoyan. Es un club que económicamente no se encuentra bien pero hace mucho esfuerzo para ayudarnos y que tengamos a mano todo lo que esté al alcance. A pesar de esa economía, se busca que podamos tener psicólogo, nutricionista y esas herramientas que nos sirven como jugadoras a la hora de competir. Por otro lado siempre van fotógrafos y alguien de prensa que te hace sentir más querida o no sé… Comu es como una familia, un club muy social y la gente siempre está bancando.
Por Juani Portiglia