Boca le ganó 2-0 a Athlético Paranaense en La Bombonera y, con marcador global de 3-0, se clasificó a cuartos de final de la Copa Libertadores, donde desde ayer lo espera Liga de Quito.
En un primer tiempo de bajo calibre, Ábila fue Ramón. Se tentó como de costumbre con el offside, perdió en el mano a mano y perdió ocasiones clarísimas de empezar a definir la serie.
Pero en el complemento, Ábila fue Román. Aguantó con el cuerpo, aguantó que lo bajaran y le regaló a los hinchas tres pinceladas para recordar. La primera terminó nada menos que en el gol de Boca. Recepción perfecta para dejar en el camino a su marca, arranque potente y bombazo implacable.
Ramón Ábila abre o placar para os argentinos: Boca Juniors 1×0 Athletico-PR #Libertadores pic.twitter.com/CKBYHc6Fs4
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La segunda, con perdón del mejor jugador de la historia Xeneize, fue la más riquelmeana. Pinchó la pelota en el borde del área, se hamacó con el cuerpo y soltó una asistencia quirúrgica a Mauro Zárate, que no definió bien.
La tercera fue la más intrascendente, pero indicó que ya era hora que le bajara la ovación desde las tribunas. En campo de Boca giró en un solo movimiento para burlar al marcador, que impotente lo terminó derribando con una infracción desde atrás.
Ábila dejó por 45 minutos de ser Ramón, jugó a ser Román e invitó a no extrañar a Benedetto.
Lo definió Salvio en el último minuto de adición. 2-0. Boca jugará los cuartos de final de la Copa Libertadores, como River. Qué poquito falta para pensar en que se vuelvan a encontrar.
EL GOLAZO DE WANCHOPE EN #AnguloFOX#LibertadoresxFOX | Mira la definición de Ábila, que le dio la apertura del marcador a Boca. pic.twitter.com/tGyKYQHShL
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