Canadá hizo historia conquistando su primera medalla de oro olímpica luego de vencer a Suecia en una definición por penales en la que volvió a brillar la arquera Stephanie Labbé. Llegaron a esa definición tras igualar 1-1, con goles de Stina Blackstenius para las suecas y de Jessie Fleming para las canadienses.
En el Nissan Stadium de Yokohama, la finalísima de los Juegos Olímpicos de Tokio enfrentó a dos equipos que nunca antes se habían colgado la medalla dorada. De un lado Suecia, que se había quedado con la plata en Río 2016 y que en Japón había ganado todos y cada uno de los partidos que disputó. Del otro lado Canadá, que venía de ganar dos medallas de bronce consecutivas, en Londres 2012 y Río 2016, y que venía de dar la sorpresa derrotando a Estados Unidos en semifinales.
Las europeas, que a lo largo del torneo se fueron ganando la chapa de máximas candidatas al título, no tardaron en imponer condiciones en el terreno de juego. Durante los primeros minutos activaron la presión alta para incomodar a las canadienses en la salida y se hicieron dueñas de la pelota, con Kosovare Asllani muy activa y haciéndose cargo de todos y cada uno de los tiros libres ofensivos, haciendo gala de su gran pegada.
La primera ocasión clara de gol llegaría a los 16 minutos, Stina Blackstenius cedió para Fridolina Rölfo que desde afuera del área le dio de primera, con cara interna, buscando colocar la pelota contra el palo más lejano de Stephanie Labbé, que sin embargo tuvo una gran reacción para contener. Pero Canadá respondió a los 20 con un buen envío de Quinn desde mitad de cancha para encontrar a Nichelle Prince por izquierda y esta centró para Janine Beckie, la mejor de las norteamericanas en ofensiva, que por poco no llegó a empujar.
A los 28 volvió a avisar Suecia con un centro de Fridolina Rölfo que cabeceó bien Sofía Jakobsson, exigiendo otra gran respuesta de Labbé. A los 33 finalmente llegaría el tanto que abrió el marcador. Las suecas presionaron en mitad de cancha para provocar la pérdida de Quinn en la salida. Rölfo recibió y jugó rápido para el desborde por derecha de Asllani, que encontró el ingreso de Stina Blackstenius con un centro bajo y la delantera definió de primera para salir a celebrar el 1-0.
Para el inicio del complemento sorprendió en Canadá la salida de Beckie, producto de un doble cambio con el que la entrenadora Beverly Priestan buscó emparejar las acciones. También salió Quinn, para que ingresaran Adrianna Leon y Julia Grosso. De entrada fucionó y la propia Grosso probó con un remate de afuera del área que salió por arriba del travesaño. Pero las suecas no tardaron en volver a hacerse de la pelota. Sin embargo, al igual que sucedió en semifinales contra Estados Unidos, las canadienses encontrarían en un penal la posibilidad de igualar las acciones. Amanda Ilestedt derribó a Christine Sinclair dentro del área y no fue la árbitra del encuentro sino el VAR quien detectó la infracción que le permitió a Jessie Fleming poner el 1-1 engañando en su ejecución a la arquera Lindahl.
A los 75 Suecia metió tres cambios juntos para buscar volver a desnivelar. Ingresaron la goleadora de Juventus Lina Hurtig, Hanna Bennison y Jonna Andersson, mientras que las que dejaron la cancha fueron Jakobsson, Eriksson y Angeldal. A los 78 fue Asllani, figura de la cancha a esas alturas, quien recibió dentro del área desde un lateral, aguantó de espaldas la presión de su marcador y metió un centro bajo de mediavuelta que conectó de primera Fridolina Rölfo para mandar la pelota pegadita al poste.
A los 88 lo pudo ganar la propia Asllani, que encontró la pelota dentro del área tras un rebote y remató cruzado ante la salida de Labbé, pero se encontró con la presencia de Allysha Chapman que sacó la pelota sobre la línea. Canadá apostó al contragolpe y le dio a las europeas varios sobresaltos con salidas rápidas. Incluso tuv la última ocasión antes del alargue, con un remate de Fleming en el cuarto minuto de adición que cayó en el techo del arco.
Las acciones se fueron a la prórroga y Suecia no modificó su actitud ofensiva incluso sabiendo que cualquier descuido podría pagarse demasiado caro. Canadá apostó a llenar de centros el área rival y encontró llevar peligro con un tiro de afuera del área de Grosso a los 4. Las suecas respondieron por la misma vía a los 13, pero el remate de la ingresada Andersson se fue pegadito al travesaño mientras Stephanie Labbé parecía tener todo bajo control.
La primera del segundo tiempo extra la tuvo Canadá. Deanne Rose ganó a pura potencia por derecha y metió el centro al área para el ingreso de Jordyn Huitema que le metió un frentazo de pique al suelo y la mandó muy cerquita del poste más lejano de Lindahl, que no llegaba. Pero la más clara fue de Suecia, que llenó de jugadoras el área rival. Andersson desbordó por izquierda y metió un centro venenoso que le cayó por la espalda a Labbé, pero nadie llegó a empujar sobre la línea. En el rebote le volvió a quedar a Andersson, pero su remate fue bloqueado por la defensa. Y ya no quedó tiempo para más que los penales.
Canadá ya había vivido la experiencia en cuartos de final ante Brasil y Stephanie Labbé se había alzado como gran figura bajo los tres palos. Para Suecia sería la primera experiencia, pues había ganado todos sus partidos en los 90 minutos, sin necesitar siquiera del alargue. En la apertura de la serie le tocó fallar a Kosovare Asllani, que había sido la figura del partido. Pero Suecia lo pudo ganar tras dos atajadas de Lindahl, sin embargo la capitana Seger tiró el suyo por encima del travesaño. Finalmente, Labbé se lo atajó a Andersson y dio a Julia Grosso la oportunidad de definirlo todo. Esta no falló y el oro fue para las canadienses, de sorpresa en sorpresa.
