Delfina Pignatiello vivió los cuatro días más felices de su vida deportiva entre el jueves y el domingo pasados. Pero esas 96 horas del huracán “Calu”, que arrasó Indianápolis con un temporal de sonrisas frescas de esta piba de 17 años, tienen un impacto cuantitativo notable en la historia de la natación argentina y mundial. Y, lo que quizás sea más importante, la ansiedad por ese intangible cualitativo que podrá generar a futuro no sólo en la carrera de la abanderada en su colegio secundario sino en los que la acompañan en la camada.
Dos medallas de oro en los 800 y en los 1.500 metros libre, con récords de campeonato incluidos. Una medalla de plata en los 400 libre. Un récord sudamericano en los 800. Tres récords argentinos en cada una de esas distancias. Es demencial lo realizado por Delfina en el Mundial Juvenil de natación, claro está. Pero más lo es aún porque certifica que la joya argentina se codea con la elite internacional antes de la mayoría de edad que cumplirá en abril.
Su rendimiento en los 1.500 metros libre escapa al razonamiento normal. A los 17 años y cuatro meses, con sus 15m59m51 del domingo, Pignatiello se convirtió en la cuarta nadadora menor de 18 años que baja los 16 minutos en la historia de esa prueba. Sólo lo habían logrado la estadounidense Janet Evans en marzo de 1998, cuando marcó el récord mundial de 15m52s10 con apenas 16 años y casi 5 meses; la china Xuanxu Li (15m58s02), cuando fue bronce en el Mundial de Shanghai 2011 con 17 años y medio; y la implacable estadounidense Katie Ledecky, que fue campeona mundial en Barcelona 2013 con 15m36s53 (entonces récord mundial), con 16 años y 4 meses.
Delfina es la 19ª mujer que baja los 16 minutos en esta prueba en la historia, en un ranking liderado por Ledecky con los 15m25s48 con los que ostenta el récord absoluto desde el Mundial de Kazan 2015. Lo que da escalofríos es hacer cuentas, revisar estadísticas y comprobar que entre las 18 nadadoras que la preceden en el ranking histórico de los 1.500 libre, ganaron 25 medallas olímpicas (12 de oro, 8 de plata y 5 de bronce) y 63 medallas en Campeonatos Mundiales de pileta de 50 metros (25 de oro, 19 de plata y 19 de bronce) en varias pruebas. Un despropósito.
Es cierto que lo de Ledecky es impactante por donde se lo mire, con 5 oros y una plata olímpicas, además de 14 oros y una plata mundiales. Pero los nombres históricos de la distancia siguen. La danesa Lotte Friis, dueña del segundo tiempo (15m38s88), suma un bronce olímpico y dos oros y cuatro platas en Mundiales. La neozelandesa Lauren Boyle, tercera con 15m40s12, ganó 2 platas y 3 bronces mundialistas. La estadounidense Kate Ziegler, cuarta con 15m42s54, sumó 4 oros, una plata y un bronce en Mundiales. La española Mireia Belmonte, octava con 15m50s89, asombra con 10 medallas: un oro, dos platas y un bronce olímpicos; y un oro, 4 platas y un bronce mundialistas. Y Evans, novena, supo ganar 4 oros y una plata olímpicas, más 3 oros, una plata y un bronce en Mundiales.
De las 18 nadadoras que la preceden en el ranking, solamente la chilena Kristel Kobrich (12ª) no se colgó medallas olímpicas o de Mundiales en pileta de 50 metros. Y Pignatiello quedó a 5s21 de su récord sudamericano de 15m54s30, logrado en el Mundial de Barcelona 2013.
Hablar hoy de la argentina en Tokio 2020 sería una falta de respeto y una presión innecesaria en una joven que sabe que no hay que saltar etapas. Por eso con su entrenador Juan Carlos Martín consensuaron en no competir en el Mundial absoluto de Budapest para buscar lo que se logró en Indianápolis. Y el año próximo la meta estará puesta en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
¿Cómo no ilusionarse, lógicamente, si Delfina logró el cuarto mejor tiempo en la distancia en lo que va del año? Lo asombroso es que solamente la superan las tres nadadoras que el 27 de julio se subieron al podio en el Mundial de Budapest: Ledecky, oro con 15m31s82; Belmonte, plata con 15m50s89; y la italiana Simona Quadarella, bronce con 15m53s86 a los 18 años.
Para seguir tomando noción de lo conseguido por la sanisidrense, el año pasado sólo la húngara Boglarka Kapas había bajado los 16 minutos (15m50s22) en el Campeonato Europeo. En 2015, cinco nadadoras lograron quebrar esa barrera; en 2014, sólo cuatro; en 2013 fueron seis; en 2012, ninguna; y en 2011, apenas tres atletas.
Como ya fue reflejado, con los 15m59m51, Pignatiello mejoró su mejor marca en 17s41, batió el récord argentino que la cordobesa Cecilia Biagioli tenía desde abril de 2012 con 16m13s84 y quebró el récord de campeonato mundial juvenil que poseía Quadarella desde Singapur 2015, con 16m05s61.
Claro que no todo queda en los 1.500 libre, porque con su oro del jueves en los 800 libre, gracias a un tiempo de 8m25s22, Delfina quedó 11ª en el ranking mundial del año, liderado –cuándo no- por Ledecky con 8m11s50 y a apenas 2s14 del cuarto lugar ocupado por la australiana Ariarne Titmus (16 años) con 8m23s08. Y marcha 47ª en el ranking histórico comandado también por Ledecky con los 8m04s79 que hizo en Río 2016 para ganar el oro.
Con su marca en Indianápolis, Delfina superó su récord nacional de 8m29s86, que había logrado en el Campeonato Argentino de Santiago del Estero en mayo; batió por 71 centésimas el récord sudamericano de la venezolana Andreina Pinto, que tenía 8m25s93 desde mayo de 2013; y quebró el récord de campeonato mundial juvenil que poseía la estadounidense Sierra Schmidt desde Singapur 2015, con 8m27s55.
Además, el subcampeonato mundial juvenil en los 400 metros libre llegó con nuevo récord nacional (4m08s33), superando los 4m10s16 que tenía desde el Argentino de Santiago del Estero y quedando a 2s31 del récord sudamericano de la venezolana Pinto, que marcó 4m06s02 en el Mundial de Barcelona 2013. En tanto, quedó 26ª en el ranking del año, liderado por Ledecky, oro en Budapest con 3m58s34, y marcha 112ª en el ranking histórico, también comandado por Ledecky con 3m56s46 con el oro de Río 2016.
Delfina Pignatiello se llevó las miradas, los análisis y los elogios de todos en el Mundial Juvenil. Ya se codea con la elite. Y no pretende achicarse. Que se preocupen las demás…