Todos los amantes de la pelota nacidos en estas tierras cuentan que estuvieron, un día como hoy pero hace 41 años, en el estadio de Argentinos Juniors. Y es que aquella tarde quedó marcada a fuego en la página más gloriosa de la historia del fútbol argentino: debutaba en Primera División el Pelusa Diego Armando Maradona, con apenas 15 años. Ingresó en el segundo tiempo por Rubén Aníbal Giacobetti. Fue en el choque entre el local y Talleres de Córdoba, que ganaría el juego por 1-0 con un tanto marcado por Luis Antonio Ludueña a los 33 minutos del primer tiempo. «Un gran habilidoso«, lo describió el periodista Miguel Angel Bertolotto para Clarín. El mago del fútbol, tal vez el mejor de todos los tiempos, había nacido en una cancha para ser inmortal.
La cobertura de Clarín del día del debut de Diego.
Según el registro de la venta de entradas de la AFA, Argentinos-Talleres vendió ese día 7.737 boletos. Es decir que hubo el doble en la cancha: alrededor de 15.000 personas en Juan Agustín García y Boyacá. Fueron, son y serán los únicos privilegiados, a pesar de los miles y miles que mienten haber estado en la cancha que hoy, en un acto de total justicia, lleva el nombre de Diego Armando Maradona.
«Entrá y hacé lo que vos sabés«, cuentan que le dijo el entrenador Juan Carlos Montes, que lo conocía tan bien como todos en La Paternal. Sí, la zurda perfecta de Diego ya era famosa desde sus días como cebollita. El mérito de Montes fue haber apostado por ese chico de 15 años que la rompía en las prácticas y esa decisión también lo dejará en la historia. Y en una de las primeras pelotas que tocó como jugador profesional, el 10 (que esa jornada no llevó ése número que siempre será suyo) recibió de espaldas ante la marca de Juan Domingo Patricio Cabrera, se dio vuelta, amagó y le tiró la pelota entre las piernas. Sí: el caño inicial.
Diego Maradona, puro rulos y frescura. Pasaron 41 años de su debut en Primera.
Sucede algo particular cuando se revisa en el archivo un partido entero jugado por Diego Armando Maradona: en todas las jugadas hace algo mágico. Se debut en Primera no escapa a las generales de la ley, claro. No es necesario armar o mirar un compilado para maravillarse con Maradona porque cada contacto de Diego con el balón es una caricia al alma. La fantasía en cada aparición, la magia innata, la gambeta arrogante aprendida en las carencias de Villa Fiorito.
La primera foto de Diego con la camiseta de Argentinos tomada en Mar del Plata el 14 de noviembre de 1976 a 20 dias de su debut oficial frente a Talleres de Córdoba.
Horacio Pagani, un mes después del debut, lo entrevistó para Clarín en la nota titulada: «Un sueño de barrilete«.
-¿Cómo fue el debut oficial?
–Fue contra Talleres. En el segundo tiempo. Contra Newell’s estuve de entrada. Después un rato en otros tres partidos…
-¿Y qué pensás?
–Que no lo puedo creer. Todo sucedió demasiado rápido. Y además, esto de la Selección… Me lo tomo con soda, porque si me pongo a pensar me puedo enloquecer…
El cuento infinito dirá que cuando Maradona sacaba la lengua para arrancar una jugada, toda la belleza del mundo se manifestaba en su botín zurdo. Y todo eso comenzó hace 41 años. Por eso la fecha merece ser recordada. Y celebrada.