Argentina le ganó 17-12 a Gran Bretaña para hacer historia en Tokio, colgarse el bronce y aportar la primera medalla para el país en los Juegos Olímpicos.
Los Juegos Olímpicos venían siendo muy irregulares para los deportes por equipo de Argentina. Ni el fútbol, ni el básquet, ni el hockey, ni el vóley, todos con aporte histórico de medallas en la competencia, han conseguido afirmarse todavía. Después de algunos pasos en falso, entonces, le llegó el turno a Los Pumas de presentarse en el rugby seven abriendo su grupo nada menos que ante una potencia como Australia.
Con un arranque inmejorable en el Estadio Olímpico de Tokyo, Argentina cerró sus primeros 7 minutos olímpicos con marcador de 24-0 sobre los australianos, gracias a los tries de Lucio Cinti, Matías Osadczuk, Marcos Moneta e Ignacio Mendy. Sin embargo tuvo que sufrir por la gran remontada rival en el complemento, que llegó a acortar distancias a solo cinco puntos, poniéndose 24-19. Finalmente, Lautaro Bazán Vélez marcó un último try con el tiempo cumplido, para cerrar la victoria en 29-19.
El primer de Los Pumas en lo que va de los Juegos Olímpicos llegó ante Nueva Zelanda, por si algún distraído todavía pensaba que les había tocado un grupo accesible. El inicio fue auspicioso gracias a un try de Marcos Moneta, probablemente la máxima figura argentina en lo que va del seven, para abrir el marcador. Incluso Argentina volvió a estar cerca del in-goal neozelandés, pero no pudieron aprovechar el ataque y en la respuesta llegó el empate Ngarohi McGarvey-Black. Antes del descanso, llegó un nuevo try de Sione Molia para que los campeones mundiales de la disciplina pasaran al frente 14-7. Argentna volvió a empatar con try de Luciano González y conversión de Santiago Mare. Pero Nueva Zelanda terminaría de despegarse con los tries de Joe Webber, Tim Mikkelson y William Warbrick para ganar el partido 35 a 14.
Para el final del grupo había quedado el rival más accesible, pero lejos de confiarse los dirigidos por Santiago Gómez Cora arrasaron con Corea del Sur incluso después de haber rotado mucho el plantel titular, con marcador de 56-0 al que aportaros tries Lautaro Bazán Vélez, Matías Osadczuk, Santiago Mare, Luciano González, Rodrigo Isgro, Germán Schulz, Gastón Revol e Ignacio Mendy.
Quiso la suerte que en cuartos de final, ya en la madrugada de este martes, tocara otro amplio candidato al título como Sudáfrica, que si estamos contando esta historia, ¡qué alegría!, ya no lo es. Fue épico. Tal vez un antes y un después para Argentina en la historia del rugby olímpico. Sin dudas una gesta que se repetirá durante años. Una historia que se contará en los clubes incluso cuando los jugadores que la escuchen todavía no hayan nacido.
Se contará que Los Pumas lo empezaron perdiendo por un try de Selvyn Davids y que casi de inmediato se quedaron con un jugador menos en la cancha por la expulsión de Gastón Revol, que metió un duro topetazo sin pelota. Discutible, sí. Pero no injusta. Así, con 6 tipos dando batalla en una cancha que fue creada para jugar 14 vs 14, todo pareció volverse cuesta arriba. Pero enseguida llegó la primera corrida imparable de Marcos Moneta para empatar. ¡Y una más para pasar al frente antes del final de la primera mitad! Se notó en Sudáfrica la presión por saber que no se les podía escapar un partido así. Cometieron errores insólitos y los pibes de Gómez Cora le sacaron el máximo provecho con otro try, esta vez con la firma de Santiago Álvarez. Sudáfrica descontó una vez más a segundos del final, sabiendo que estos se extenderían hasta que se consumiera la última jugada, por un penal intencional de Bazán Vélez que para colmo dejó a Los Pumas con cinco. Pero así y todo, cuando parecía imposible cubrir los espacios, Argentina se quedó con la última pelota en la reanudación y la sacó de la cancha para celebrar la clasificación a semis.
Tocó jugar con Fiji, la gran potencia de la disciplina que se terminaría quedando con la medalla dorada ganándole la final a Nueva Zelanda. Hubo resignación por la derrota 26-14, en la que se pagaron caros algunos errores en la posesión de los ataques y se sufrió en defensa ante toda la inventiva de los iseleños. Pero de inmediato ganó el convencimiento de que en horas quedaba todavía algo muy importante por lo que pelear. Y allá fueron.
Gran Bretaña, el mismo rival que los había eliminado en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Río 2016 esperaba en el partido por el tercer puesto. En los primeros instantes del juego, Ben Harris puso el try que le dio ventaja a los británicos, aunque no hubo conversión y la diferencia fue solo de 5-0. Los Pumas lo empataron después de un scrum, que permitió a Bazán Vélez llegar al in-goal para igualarlo, también sin conversión. Fue sobre el final del primer tiempo que apareció el gran corredor que tuvo Argentina en Tokio: Marcos Moneta hizo una gran jugada personal y consiguió un nuevo try, que con la conversión de Mare permitió irse al descanso ganando 12-5.
En un segundo tiempo parejo Hague volvió a igualar el partido para Gran Bretaña, pero casi de inmediato, con ese vértigo que propone el seven, Ignacio Mendy se escapó y llegó al in goal rival para poner el 17-12 que Los Pumas defenderían con garras y dientes hasta llegar al final del partido y celebrar una medalla de bronce que se dio luchando contra todo. ¡Y es la primera para Argentina en Tokyo!