Con mucho de desahogo, Diego Aguirre gritó como un hincha más el gol de Fernando Belluschi que le dio la clasificación a San Lorenzo a los octavos de final de la Copa Libertadores de América, con un agónico 2-1 sobre Flamengo que encendió la euforia en la noche en el Nuevo Gasómetro.
Fue un resultado que a muchos les trajo el recuerdo de aquella noche de 2014 en que el técnico era Edgardo Bauza, cuando San Lorenzo superó por 3 a 0 a Botafogo mientras palpitaba el triunfo en Chile de Independiente del Valle, de Ecuador, por 5 a 4 sobre Unión Española. Así, el Ciclón alcanzó una clasificación a octavos de final que le permite soñar nuevamente con otro título copero como el de que obtuvo entonces.
«Yo vi que intentamos, que por momentos tuvimos buen juego, y por otros momentos, muchas ganas. En un partido de Copa, en el que uno pasa y otro puede quedar afuera, entran a jugar muchas veces lo emotivo. Este era un partido en el que había que ponerlo todo, es lo que hablamos con el equipo. Este partido entrará en la historia, va a quedar en el recuerdo, cuando pasen los años nos vamos a acordar de este partido», dijo Aguirre en declaraciones a Fox Sports.
«Hoy fuimos más que un gran equipo, porque Flamengo era un equipo que se armó para ganar la Copa Libertadores, con un presupuesto enorme, imposible de igualar. Es un grande de verdad, y eso aumenta la jerarquía del triunfo que conseguimos», amplió el uruguayo.
«Los jugadores son los que definen, porque están los momento de calidad, de corazón y de entrega. Hoy los cambios (los ingresos de Nahuel Barrios y Gonzalo Bergessio, que participaron en los dos goles) salieron bien; otras veces lo intento y el resultado no se da», reconoció el DT.
En el mismo sentido, contó que «llegamos al entretiempo perdiendo, eliminados de la Copa, pero cuando entramos para el segundo tiempo estábamos convencidos de que se podía ganar… después pasó que nos enterábamos de los goles del otro partido, y no nos alcanzaba para seguir… al final explotó todo con el segundo gol».