Finalizado el Clausura 2023 de fútbol femenino de Primera División de la Liga Deportiva del Oeste, elaboramos el que a nuestro entender fue el equipo ideal en rendimiento, jugadora por jugadora.
El equipo ideal del Clausura 2023
El Torneo Clausura 2023 de Primera División que organizó la Liga Deportiva del Oeste terminó coronando a Sarmiento como campeón después de dos años y ocho meses, gracias a su victoria 1-0 ante BAP, club que por su parte disputó su tercera final desde que compite en el fútbol femenino local. Fue la primera final en dos años que no contó con la presencia de UNNOBA, equipo que finalmente se quedó con la medalla de bronce tras imponerse en el partido por el tercer puesto 2-0 a Villa Belgrano, la gran revelación del certamen.
De entre esos cuatro equipos que animaron hasta el final la competencia que cerró el año deportivo para el femenino de la ciudad, elegimos el que a nuestro entender fue el equipo ideal del campeonato, en función de continuidad, rendimiento y aportes decisivos en momentos específicos.
ARQUERA
Melina Elisei (BAP): Su rendimiento fue de menor a mayor, a tono con el de un equipo al que la fase de grupos se le hizo cuesta arriba, pero que terminó sacando todo su instinto competitivo en los partidos definitorios. Clave para mantener a sus compañeras con vida en una eterna serie de penales ante Newbery por cuartos de final, también se lució con atajadas decisivas en semis para consumar un celebradísimo triunfo, también en penales, que puso freno al arrasador predominio de UNNOBA en los últimos dos años. Ya en la final, también hizo mucho por mantener al equipo a tiro hasta el desenlace, volviéndose una de las futbolistas más valiosas de ese encuentro definitorio.
DEFENSORAS
Sofía Ledesma (Sarmiento): La misma que no hace mucho tiempo atrás fue delantera revelación defendiendo la camiseta de Rivadavia, está ahora consolidada como marcadora lateral por izquierda en Sarmiento. Aunque llamar marcadora a una futbolista con el manejo de pelota de Sofía Ledesma es un pecado, porque su aporte determinante en la campaña del campeón tuvo mucho más que ver con la salida prolija y las ambiciones ofensivas que con la tarea de romper el juego.
Josefina Leonidas (Sarmiento): Otra futbolista que desde muy chica mostró su potencial y que mutó su posición desde su arribo a Sarmiento. En el caso de Josefina Leonidas, se volvió una zaguera hecha y derecha, con voz de mando, actitud combativa y sin ningún reparo en mandar la pelota a volar cuando la jugada lo demanda, pero sin dejar de lado ese buen trato que desde inferiores la tenía marcada como uno de los grandes proyectos del fútbol juninense. Además, aportó goles importantes a la campaña del título, liquidando la serie de cuartos de final ante Juan El Bueno y abriendo de tiro libre un cerradísimo partido ante Villa en semis.
Luna Gallardo (BAP): En el plano de las consolidaciones, la todoterreno de BAP fue una de las futbolistas más regulares no solo del Clausura, sino del año. Su presencia en la cancha le dio siempre un plus de combustible a Las Ferroviarias, por el aporte incansable tanto en la recuperación de la pelota como a la hora de atacar por banda derecha. Fue autora de dos goles y no falló en las definiciones por penales que tuvo que afrontar su equipo para llegar a la final, siendo además la encargada de meter el definitorio para sentenciar la serie ante UNNOBA. Imposible no pensar que su desafortunada lesión en el segundo tiempo del partido por el título no haya tenido gran influencia en el desenlace.
MEDIOCAMPISTAS
Juana Garayalde (UNNOBA): La capitana de Las Guerreras no se hará llamar delantera, pero una vez más se encargó de hacer demasiado desigual la competencia en cuanto a la tabla de goleadoras se refiere. Fueron un total de 12 para ella en la competencia, anotando su nombre en cada una de las instancias de playoffs, incluido el doblete ante Villa que terminó valiendo la medalla de bronce para UNNOBA. Su mejor producción goleadora fue el póker que marcó ante River. Pero también Sarmiento, BAP e Independiente fueron sus víctimas. Dueña de la pelota parada a la que volvió a sacar réditos a lo largo de todo el torneo, también ofició de definidora con llegada al área constante y gran sentido de ubicación para recibir con libertades.
Valentina Ronca (Villa): Villa fue la gran revelación del torneo y lo hizo jugando al ritmo de su número 10. Con gambeta vertical cuando hubo que atacar, pero también sabiendo proteger la pelota bajo la suela para que todo su equipo descanse en momentos de apremio. Aportó goles que fueron golazos y fue la jugadora más clara a la hora de asistir. Todo lo hizo sin negociar nunca el sacrificio por una camiseta con la que siente una conexión especial y que la premió con la posibilidad de defenderla como capitana.
Abigail Corón (Sarmiento): Se propuso pasarla bien y no solo ella lo logró, porque todo el equipo disfrutó de tenerla como organizadora del fútbol. Manejó con mucho acierto la pelota parada, tuvo conducción y finalización. Incluso cuando fueron cambiando los nombres que la rodearon, siempre se mantuvo como eje y siempre conectó. Aportó tres goles a la campaña, firmó una destacada planilla de asistencias y también colaboró en la recuperación para alcanzar el equilibrio ideal para cualquiera que pretenda adueñarse de la mitad de la cancha.
Yanina Greco (BAP): Si su equipo se caracterizó por la minuciosa tarea de ubicar cada engranaje en su lugar para fortalecimiento del conjunto, fue ella la encargada de proponer el desorden necesario para rebelarse al pizarrón y aportar la cuota necesaria de inconciencia y creatividad que rompió el molde en el juego ofensivo. Jugadora de apariciones, con gambeta eléctrica y la cuota necesaria de confianza para apostar al mano a mano. Importante también en el aporte goleador, siendo el tanto que le marcó en semifinales a la UNNOBA el más valioso de los tres que firmó a título personal.
DELANTERAS
Francesca Álvarez (Sarmiento): El torneo pasado la tuvo como revelación, el Clausura 2023 la confirmó como una realidad. Si bien el recurso constante de Sarmiento de emplear futbolistas que también forman parte del plantel de AFA en posiciones de ataque le hizo jugar menos minutos de los que merecía por productividad dentro de la cancha, cada vez que le tocó demostró tener todo para pelear el lugar, como en los cuartos de final ante Juan El Bueno despachándose con un doblete y sobre todo en la final, siendo figura excluyente del triunfo más importante de la Primera División local en los últimos dos años y medio, lo que por sí solo ya le valdría poner su nombre en nuestra alineación destacada.
Iara Mansilla (Villa): Su tarea como delantera a lo largo de todo el torneo inició desde la presión incansable que en cada partido ejerció sobre la salida del rival, un valor agregado de enorme aporte a un equipo que también necesitó del sacrificio para sorprender metiéndose entre los cuatro mejores. Claro que a la hora de atacar, completó esa fusión perfecta con el aporte de seis goles que le valieron ser la segunda máxima artillera del Clausura 2023. Goles y sacrificio, doble comando que no podíamos dejar de reconocer.
Felicitas Gil (UNNOBA): En los momentos más difíciles que le tocó atravesar a UNNOBA a lo largo del torneo, sacó a relucir esa vergüenza competitiva que traspasa la barrera del fútbol y la convierte en una deportista integral. Contra Sarmiento, en una derrota dura a la que hubo que ponerle el pecho a menos de 48 horas de haber jugado una final de Copa Federal de enorme exigencia física, con viaje incluido, gambeteó todo lo que se le puso por delante. Y es que precisamente en el Clausura, Felicitas Gil se reencontró con su versión más desequilibrante, desempolvó la chapa de crack que jamás presume, pero está, y mejoró incluso su cuota goleadora siendo la segunda máxima artillera del equipo que se quedó con el bronce.
DT
Diego Jordán (BAP): No hay tarea más difícil para quien comanda un equipo de trabajo que convencer cuando los resultados no se dan. Allí marcó la diferencia el entrenador de un BAP al que le tocó sufrir varios golpes en fase de grupos, de los que sin embargo salió fortalecido en el tramo más importante del torneo. Con un plantel al que no le sobraron las variantes ofensivas, trabajó para que tampoco sus rivales pudiesen aprovechar las propias, con orden para desactivar circuitos de juego, una defensa que creció en seguridad a lo largo del mata mata y un mediocampo combativo. Fue el suyo el equipo que logró poner fin a la seguidilla de títulos conquistados por UNNOBA y aunque en la final fue el desgaste físico lo que terminó rompiendo los sistemas diseñados a conciencia, su equipo se mantuvo en competencia hasta el último minuto. Y sin chistar.