Si bien el nombre de Rubén Osvaldo Díaz quedará inseparablemente vinculado a Racing, otro club lo tiene en su galería de símbolos: el Atlético de Madrid. El club español no tardó en hacerse eco de la muerte del defensor central como consecuencia de un aneurisma aórtico y expresó su tristeza a través de su cuenta de Twitter.
Díaz llegó al Atlético en 1973, procedente de San Lorenzo. Permaneció en el club durante cuatro temporadas, un tiempo más que suficiente para ganarse el mote de leyenda del Colchonero, sobre todo porque en ese período obtuvo la Copa Intercontinental de 1974 (venció en la final a Independiente), la Copa del Generalísimo (la actual Copa del Rey) en la temporada 1975/76 y la Liga de la temporada 1976/77.
Si bien en España se lo recuerda como un recio lateral izquierdo, su calidad quedó en evidencia varias veces. Una de ellas, que los simpatizantes del Atlético guardan muy bien en su memoria, fue un golazo de tiro libre contra Real Madrid por la 16ª fecha de la Liga que terminaría ganando el conjunto rojiblanco.
Los dos grandes de Madrid se cruzaron en el Vicente Calderón y el Atlético terminó imponiéndose con un contundente 4 a 0. El Panadero convirtió el segundo con un sutil remate que dejó sin chances al arquero Miguel Ángel.
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Otro argentino, Rubén Cano, marcó otros dos goles en ese encuentro (el restante fue de Bermejo). En ese equipo del Atleti también se destacaba otro compatriota, el Ratón Rubén Ayala.
Tras su exitoso ciclo como futbolista, el Panadero Díaz volvió al club madrileño en 1995 como ayudante de campo de Alfio Basile. Su experiencia fue breve ya que el Coco discutió en durísimos términos con el entonces presidente Jesús Gil y Gil y terminó renunciando.
