Una vez más, la alegría será solo brasileña. Santos despachó a Boca con un contundente 3-0 y se metió en la final de la Copa Libertadores donde desde ayer espera Palmeiras, que pese a perder 2-0 con River como local hizo valer el 3-0 conseguido en la ida.
Ya en La Bombonera el equipo brasileño había sido futbolísticamante superior al Xeneize, pero el empate 0-0 había dejado la serie con mucho por decir. En el Estadio Urbano Caldeira le tomó apenas 16 minutos a los locales abrir el marcador, gracias a un gol de Diego Pituca, una de las grandes figuras del encuentro.
Boca se fue a los vestuarios sabiendo que necesitaba solo un gol para eliminar a Santos. Lejos de conseguirlo, recibió dos cachetazos consecutivos en el arranque del complemento. El venezolano Yeferson Soteldo puso el 2-0 a los 49 y Lucas Braga el 3-0 lapidario a los 51.
Para colmo, Frank Fabra no se aguantó la calentura de empezar a saberse eliminado y le metió tremendo pisotón a Merinho a los ojos de un árbitro que no dudó en enseñarle la tarjeta roja que le marcó el camino de los vestuarios.
Anoche hubo exagerada algarabía por la desgracia ajena. Hoy, quedó claro que hay un refrán que funciona igual sin importar las sensaciones. El que llora último…
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