El Real Madrid, líder de la Liga Santander, está obligado a reaccionar ante un Málaga golpeado, para no entrar en crisis tras pasar del récord histórico de cuarenta partidos invicto a dos derrotas seguidas, que hicieron mucho daño en el equipo de Zinedine Zidane.
Con un colchón de puntos en La Liga, un partido por recuperar ante el Valencia, y la posibilidad de remontar el 1-2 en Copa del Rey en Balaídos ante el Celta, el «Merengue» tiene la imperiosa necesidad de recuperar su autoestima ante el Málaga.
Zidane hizo un llamamiento a la serenidad en su vestuario para que sus jugadores valoren de dónde venían: de un récord histórico que les tenía enchufados. Intentará que no se vengan abajo anímicamente como hicieron en Copa y buscará goles como mejor remedio ante el bache.