Una final de la Copa Libertadores entre los dos equipos más grandes del fútbol argentino es un acontecimiento sin parangón. Una rivalidad que no tiene comparación y que tendrá como premio ser el campeón de América. Nunca se había dado que el clásico de un país definiese al campeón continental. Desde 1908 hasta la fecha, los dos clubes más importantes del país se enfrentaron en 247 oportunidades, el club xeneize ha conseguido 7 victorias más. Sir Alex Ferguson definió el Superclásico argentino como «el partido que siempre he querido ver». Palabras mayores.
El compromiso de vuelta tendrá como sede el Santiago Bernabéu después de que el autobús que trasladaba a los jugadores de Boca Juniors al Monumental fuese atacado por aficionados de River Plate. Los hinchas que esperaban el paso del vehículo lanzaron piedras, botellas y objetos contundentes al mismo. El chófer se desmayó y el vicepresidente xeneize, Horacio Paolini, tuvo que hacerse cargo del volante. Además, la policía roció gas pimienta para alejar a los alborotadores pero este se introdujo en el micro de Boca y provocó que muchos de los futbolistas se sintieran descompuestos y no pudieran encontrarse en situación de jugar el partido. Además, Pablo Pérez sufrió graves lesiones en su ojo. El capitán tuvo que ser trasladado a una clínica junto a Gonzalo Lamardo, un juvenil que acompañaba al equipo. En primera instancia el encuentro se postergó dos horas, pero posteriormente decidió aplazarse para el día siguiente, el domingo 25 de noviembre.
A partir de ahí empezó el baile. Boca Juniors no estaba dispuesto a jugar, pues sus futbolistas no estaban físicamente al cien por cien para afrontar una final de Copa Libertadores. River Plate accedió a que el encuentro se disputara en otra fecha. Entonces, Boca elevó una denuncia a la CONMEBOL pidiendo el partido por ganado, a lo que el máximo órgano del fútbol sudamericano se negó. Por su parte, la confederación dirigida por Alejandro Domínguez dictaminó que la vuelta de la final no se podía jugar en Argentina porque la seguridad no estaba garantizada. Se barajaron varias sedes para acoger la final. Asunción, Medellín, Doha… Pero Madrid, después de que el presidente de la CONMEBOL y Florentino Pérez dialogaran por teléfono, fue la ciudad elegida para este histórico partido.
En lo deportivo, Boca llega con todos sus jugadores disponibles. Cristian Pavón, que sufrió una lesión en la ida, se ha recuperado y con total seguridad será titular en el Santiago Bernabéu. Probablemente su compañero en el ataque sea Ábila. La duda reside en cómo formará el equipo. Porque si el sistema elegido es el 4-4-2, Almendra parte con muchas posibilidades de jugar desde el inicio. Por otro lado, si el 4-4-3 es la formación xeneize en el estadio del Real Madrid, Sebastián Villa tiene muchas papeletas de ser el hombre por el que apueste Guillermo Barros Schelotto. Pablo Pérez, Wilmar Barrios y Nahitan Nández son indiscutibles en la medular por el equilibrio que le han dado durante esta Copa Libertadores.
River, por su parte, tiene más dudas. Nacho Scocco, uno de los atacantes más importantes, no estará en el compromiso por lesión. Ha viajado a Madrid pero no se espera su presencia en el once ni en el banquillo. Tampoco podrá estar Rafael Santos Borré. El colombiano se ha erigido como una de las figuras más importantes de River Plate en los últimos partidos, pero una amarilla en el partido de ida en la Bombonera le privará de estar en el césped. La apuesta por Nacho Fernández, Quintero o volver a los tres centrales son las opciones que maneja Gallardo para formar en la final. La noticia positiva dentro de la plantilla riverplatense es que Rodrigo Mora tiene el alta médica y podrá tener minutos en la vuelta de la final de la Copa Libertadores frente a Boca. El uruguayo, que ha pasado muchos problemas físicos recientemente, es de los únicos que estuvieron en la conquista de la anterior Libertadores, en 2015, y su presencia servirá como envión anímico para el resto.
El camino hasta la final
El camino de River
River Plate se metió en la gran final después de que los de Gallardo le dieron la vuelta a las semifinales frente a Gremio, metiéndose en su sexta final de la Copa Libertadores. Así fue el camino hasta llegar a poder jugar el doble partido por el título. El equipo millonario arrancó su andadura en esta edición con un empate, también ‘in extremis’, ante Brasil frente a Flamengo (2-2) gracias a un gol de Maidana desde fuera del área. En la segunda fecha de la fase de grupos, River no pasó del empate a cero en el Monumental ante Independiente de Sante Fe.
Tras no ganar en las dos primeras, River Plate logró un triunfo vital en Ecuador frente a Emelec gracias a un solitario gol de Javier Pinola, venciéndoles apenas una semana después en Buenos Aires con tantos de Pratto y ‘Pity’ Martínez (2-1). El tercer triunfo consecutivo y su pase a octavos llegaron en tierras colombianas, gracias al gol de Lucas Pratto ante Independiente Santa Fe en la primera media hora de juego. La fase de grupos concluyó con un empate sin goles ante Flamengo en el Monumental, certificando la primera plaza del grupo D.
En octavos de final el rival fue Racing. Tras empatar sin goles en el partido de ida en Avellaneda, River venció con contundencia en la vuelta, gracias a los goles de Pratto, Palacios y Santos Borré. En los cuartos esperaba otro compatriota, esta vez Independiente. Al igual que con Racing, River sacó un empate a cero de su visita a Avellaneda ante el ‘Rojo’ y solventó la eliminatoria en la vuelta, ganando por 3-1 con goles de Quintero y Borré después de que Romero empata el tanto inicial de Scocco tras el descanso.
En las semis, River pudo con Gremio después de que los brasileños asaltaran el Monumental con un tanto de Michel (0-1) y lograran sellar su pase a la final venciendo en Porto Alegre gracias al polémico tanto de Santos Borré y el penal convertido por ‘Pity’ Martínez pese a empezar por debajo tras el gol de Leo Gomes.
El camino de Boca
Boca ha atravesado un carrusel de sensaciones hasta llegar a la final. Ha dejado muchas dudas durante gran parte de la competición, pero siempre ha sabido competir y reponerse gracias a la calidad de sus futbolistas y al carácter que ha trasladado Guillermo a su equipo. Basando su juego en la solidez defensiva, el xeneize ha alcanzado su 11ª final.