Gustavo More, director técnico de Juventud Unida de Quimilí, se disponía a comenzar el entrenamiento cuando vio que uno de los jóvenes de la Reserva no se aprestaba a moverse junto al resto de sus compañeros, según informa el diario local El Liberal.
Ante esto, More se acercó y le consultó el motivo de su pasividad, a lo que el jugador, de apenas 16 años, le mostró sus pies en los que tenía puestas unas alpargatas de goma, calzado con el que le era imposible realizar el entrenamiento dispuesto por el DT
«¿Cuánto calzás?», lo cuestionó More, y al enterarse de que tenía el mismo talle de calzado que él, se sacó sus zapatillas y se las dio para que pudiera sumarse a sus compañeros.
Así las cosas, el entrenador dirigió toda la práctica descalzo tras el noble gesto, que para colmo tuvo un aliciente cuando, al terminar los trabajos, el joven le quiso devolver las zapatillas, algo que More no aceptó.
En Santiago todos hablan de esta actitud de un Gustavo More que, más allá de los resultados deportivos, demostró tener envidiables valores de ésos que cada vez escasean más en el mundo del fútbol.