Una nueva herida acusa el maltrecho cuerpo del Barça con las noticias que llegan desde el otro lado del Canal de la Mancha. Según la prensa británica, emisarios del Manchester City y del entorno de Lionel Messi se reunieron en un restaurante de Barcelona la semana pasada. Los hombres del City expresaron su intención de incorporar a Messi en el próximo mercado y la gente del rosarino dijo que durante todo este año iban a evaluar esa posibilidad.
La información fue difundida ayer por el diario escocés Daily Record y aunque no fue recogida por los medios catalanes, tampoco hubo desmentida desde el club. «Según fuentes de Barcelona, Messi está considerando seriamente salir. Está abierto a un movimiento, pero sabiendo que el jugador le tomará un tiempo decidir», consigna el diario. Y luego describe las razones por las cuales Messi podría plantearse la salida de su club de siempre.
En principio, porque Messi no firmó la renovación anunciada por el Barça en un comunicado difundido el 5 de julio. En aquel momento se dijo pondría la rúbrica al regreso de la pretemporada en Estados Unidos. El presidente Bartomeu afirmó dos veces, el 7 y el 29 de julio que sólo esperaban el momento de la escenificación con acto de gran envergadura. El vice Jordi Mestre, el manager Pep Segura y el secretario técnico Robert Fernández dijeron que aunque no existía la firma «está bien encaminada». Messi aún no firmó.
En medio de esos desencuentros, la directiva no pudo retener a Neymar. El capitán Andrés Iniesta acaba de declarar: «Me planteo el futuro como antes no lo hacía». La política de fichajes no conforma a nadie en Cataluña. A los 11 mediocampistas les están por sumar a Seri. Nunca llegan Coutinho ni Dembelé. Y lo de Dybala se desdibujó en el tiempo. Messi no tiene un equipo competitivo y a este paso es difícil que esté bien rodeado en esta temporada. ¿Por eso se toma un año para evaluar la seducción del City?
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Sacar a Messi de Barcelona no es un problema de dinero. La cláusula de rescisión, sin actualizar porque Messi no puso la bendita firma, no llega a los 300 millones de euros. Una bagatela si se recuerdan los 222 que los qataríes propietarios del PSG pusieron por Neymar y que tampoco conmoverían la billetera del jeque de Abu Dhabi, Mansour bin Zayed Al Nahyan. Al PSG y al City los visten la misma marca. Si Nike recaudó fortunas vendiendo camisetas del Barça puede duplicar el negocio poniendo en vidrieras la celeste del City que vestiría Messi.
Sin embargo, no todo es dinero. Y no todo es competencia deportiva. A pesar del atentado en Las Ramblas y Cambrils, sigue siendo amable vivir en Barcelona. Allí llegó Messi a los 13 años y acaba de cumplir 30. Allí crecen sus hijos Thiago y Mateo. Allí su mujer Antonela tiene a sus amigas, su franquicia de Ricky Sarkany. La familia parece ser feliz en Barcelona. ¿Aceptarán mudarse al clima hostil de Manchester?, ¿a una ciudad sin el charme y los encantos de la capital catalana?, ¿tomarán el desafío de comunicarse en inglés?
En el City, Messi se reencontraría con Sergio Agüero. Si es que el Kun se queda. Y en un increíble déjà vu, Leo volvería a estar bajo el mando de Pep Guardiola. Aunque no son enemigos, la relación entre ambos no terminó bien en Barcelona. ¿Querrá Leo ser dirigido otra vez por Pep?