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Érika Herández, la carta de gol panameña que se subió al tren de UAI

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Un día antes de salir a jugar en Rancho Taxco ante Estudiantes de La Plata había aterrizado en un vuelo procedente de Japón, donde había participado de la Fecha FIFA con una Selección de Panamá que hacía más de un año que no se juntaba. Le dolían las piernas y, producto del jet lag, no terminaba de saber bien qué hora era, ni siquiera qué día estaba transcurriendo. Pero mantenía las ganas de aportar esa cuota goleadora por la que UAI Urquiza la había ido a buscar. Y volvió a cumplir, porque en el triunfo 4-0 metió su tercer tanto en tres jornadas, uno por partido.

Con tan solo 22 años, Érika Hernández llegó al fútbol argentino con una enorme cosecha. De goles, de títulos, de experiencia. Fueron 118 los tantos que registró en la Liga Panameña antes de partir, tres los títulos que conquistó con Universitario y de máxima jerarquía internacional las rivales que enfrentó defendiendo la camiseta del seleccionado canalero. Entonces, llegar a un gigante del fútbol femenino argentino para ella no es presión. Es desafío. Y los desafíos le gustan tanto que lo asume a la vez que cursa el tercer año de la Licenciatura en Educación Física.

Foto de UAI Urquiza

-¿Qué tan difícil es estudiar y ser una futbolista profesional, además de seleccionada?

-Para mí no es fácil, porque he tenido muchos momentos de stress por tener que ir a entrenar y a la vez tener mucha tarea que hacer. Cuando no me dan los tiempos tengo que pedir oportunidad a los profes. Pero ahí voy tratando de seguir para adelante con el fútbol y los estudios.

-Así y todo vas tres de tres con UAI. ¿Esperabas un inicio así en el fútbol argentino?

-La verdad que no me lo esperaba, por ser un nuevo equipo, un nuevo fútbol. Acá se juega de otra forma. Se ha dado y estoy muy agradecida con el equipo, porque si no fuera por el trabajo en equipo no hubiera podido hacerlo.

-Empezaste con un ritmo como para igualar la marca que dejaste en Panamá si es que te quedás unos años en Argentina.

-Bueno, jaja. Hay que ir de a poco. No me importa tanto el gol, sino que el equipo gane. Si no lo meto no me frustro porque sé que voy a seguir teniendo oportunidades para poder hacerlo.

-Para colmo al último partido llegaste después de un viaje larguísimo. ¿Costó más?

-Bueno, sí. Llegué desde Japón un día antes del partido y las piernas me dolían mucho. Estaba muy cansada pero tocó jugar y gracias a Dios se dio un buen resultado. Estaba perdida preguntando qué día es hoy, qué hora es, jaja.

-Hacía mucho que no se juntaban con la Selección de Panamá, ¿no?

-Sí, muchísimo tiempo. Al volver a ver a mis compañeras me llené de mucha emoción, porque había pasado tanto tiempo entre la cuarentena y ahora que estoy lejos de ellas. Son todas como mis hermanas y me sentí muy contenta de estar con ellas.

-¿Cómo se dio tu llegada a UAI?

-Fue en plena cuarentena, cuando yo pensaba que el fútbol mundial no iba a volver porque todo estaba muy revuelto. Justo ahí me escribió mi profesor de la Selección anterior, Víctor Suárez, que es argentino, y me dijo sobre la posibilidad de ir a UAI. Sin dudarlo dije que sí. Empecé a investigar, vi que era un gran equipo y ya estoy acá.

-¿Llegar acompañada por Katherine Castillo hizo más fácil la adaptación?

-Sí, claro. Venir acompañada por otra panameña ha sido lo mejor y más porque fue con Katherine que es una amiga mía desde pequeña. Estoy feliz de haber venido con ella porque es como tener ese calor panameño. Nos conocemos desde divisiones inferiores. La conocí cuando llegué a mi primer equipo, que fue San Cristóbal. Yo tenía 13 años.

Foto de UAI Urquiza

-Llegaste desde un equipo que cada torneo tiene la responsabilidad de ser campeón en Panamá. Imagino que el objetivo de UAI Urquiza es el mismo.

-Sí. La verdad que en Panamá siempre teníamos esa presión, porque estábamos acostumbradas a ser campeonas. Eso me ha ayudado bastante también aquí. Campeonar es el primer objetivo. Venimos trabajando en equipo para lograrlo y ojalá se nos de la oportunidad. Los profes siempre recalcan que no hay que relajarse ni nada por el estilo. Hay que seguir trabajando hasta conseguirlo.

-¿Qué sabías del fútbol femenino en Argentina antes de venir y con qué te encontraste a tu llegada?

-La realidad es que no sabía tanto y al venir acá también me di cuenta que están pasando por un proceso. Pero he visto que están más avanzados que en Panamá y eso es importante. Creo que el fútbol femenino a nivel mundial merece un gran apoyo. Ojalá acá sigan empujando y sigan dando ese apoyo que merecemos las mujeres que jugamos al fútbol.

-Si tenés que elegir una jugadora con la que mejor te hayas entendido en estos primeros partidos con UAI, ¿ya tenés favorita?

-La verdad que con todo el equipo me he sentido muy cómoda. En el mediocampo están las que siempre filtran los balones y creo que tanto Mica (Sandoval) como (Daiana) Falfán me han ayudado mucho en mi juego.

Foto de UAI Urquiza

-Cuando llegaste a la marca de 100 goles en Panamá dijiste que mirabas mucho a Messi. ¿Lo seguís haciendo?

-Sí, Messi para mí es un gran ejemplo. El mejor del mundo en mi opinión. Y claro que lo veo porque me divierto pero también porque aprendo de él. Verlo me hace feliz porque es como una magia la que tiene.

-Y si tuvieras que elegir una jugadora para mirarte todos sus videos

-Me encanta como juega Rapinoe.

-Ya jugaste contra ella…

-Sí, tuve la oportunidad en el Pre-Mundial.

-¿No le pediste una foto?

-Lastimosamente no, porque ese día estaba muy triste por haber perdido. Ojalá vuelva a tener otra oportunidad de enfrentarla y ahí sí voy a aprovechar. Al estar las dos selecciones en Concacaf es más fácil que nos volvamos a topar.

Foto de Lewis Gettier

-Pensando a futuro, soñando destinos, ¿preferís Estados Unidos o alguna liga europea?

-Me gusta más la liga de Estados Unidos. Me encanta. También por un tema de estudios, de tener más cerca a la familia.

-¿Cómo surgió el apodo de Siri?

-Me lo pusieron mis compañeras de la Selección. Siri es la asistente de iPhone, que tu le preguntas Siri tal cosa y te responde. Así me pusieron a mí porque yo siempre tenía algo para decir, jaja.

-¿En Argentina ya te dicen Siri también?

-¡No! Todavía no saben…

-Será que llegaste con perfil bajo… ¿O ya tomaste confianza?

-¡Ya empecé a tomar confianza! Jaja.

Foto de UAI Urquiza

-Dijiste que habías extrañado mucho a tus compañeras de Selección. ¿Cómo manejás estar lejos de tu familia, de tu gente?

-Al principio se me hizo súper difícil. A cada rato estaba llamando a mi mamá porque soy muy apegada a mi familia. Ya al pasar el tiempo me fui acostumbrando. Sí le escribo por WhatsApp constantemente, pero no la llamo todo el tiempo como antes. Llega un momento que una extraña, que no quisiera estar lejos. Pero es lo que toca sacrificar en este momento.

EL MUNDIAL QUE NO SERÁ

¿Lamentaste que Panamá se bajara de la organización del Mundial Sub-20 tan pronto? Sobre todo viendo que finalmente se postergó y que Costa Rica sí mantuvo la sede para que se haga el año próximo.

-Fue algo triste. Muchas luchamos para que el Mundial finalmente pudiera hacerse en Panamá, hicimos protestas. Pero al final se terminaron bajando. Mis compañeras que iban a jugar estaban aún más tristes que nosotras. Esa era una puerta para abrir en Panamá, pero lastimosamente antes de tiempo se bajaron.

-¿Qué más falta para que se abran esas puertas?

-Allí en Panamá todavía falta mucho apoyo al fútbol femenino. No es profesional. Las chicas luchan cada día por que les den un viático o algo así, pero no se les da a todas. Falta mucho empuje todavía para que el fútbol femenino crezca en Panamá.

-¿Es importante seguir juntándose en las fechas FIFA?

-Sí. El profe nos dijo que van a tratar de seguir consiguiendo amistosos con selecciones que sean potencias. Nos dijo que van a aprovechar todas las fechas FIFA. Ahora en junio viene otra y lo más probable es que con Panamá la juguemos.

-Pensando en jugar contra potencias, recientemente Argentina jugó la She Believes Cup y hubo quienes fueron críticxs de ir a jugar contra selecciones de jerarquía tan superior por el hecho de que no se puede plasmar contra ellas demasiadas intenciones de juego. ¿Estás cerca de verlo así o crees que al final de cuentas jugar contra una potencia mundial siempre es ganancia?

-La gente siempre va a buscarle la quinta pata al gato, siempre va a criticar. Pero creo que jugar contra las grandes potencias siempre es ganancia. Argentina también jugó contra grandes potencias y vi que las criticaron mucho. Pero al final una gana mucha experiencia, mejora en cuanto a su disciplina viendo lo disciplinadas que son esas grandes selecciones. Una siempre va a querer copiar los grandes ejemplos y va a ganar en disciplina, trabajo en equipo, orden. Independientemente de los resultados, es ganancia.

Por Juani Portiglia

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