En su debut oficial con la camiseta de Boca, Alexis Mac Allister fue el artífice de un triunfo que bien puede empezar a definir la serie de octavos de final ante Athlético Paranaense.
Fue faltando siete minutos para que se cumpliera el tiempo de juego reglamentario, con un zapatazo desde afuera del área que se le clavó en el ángulo al arquero Santos.
Boca ganó 1-0 en Brasil y había hechos méritos suficientes como para conseguirlo, en especial por lo que produjo en los primeros 30 minutos de partido. Pero allí, en ese primer tiempo que quedó tan lejos, los goles que erraba Benedetto, y que ya nunca más errará con la camiseta de Boca, los erró Wanchope Ábila.
En el complemento Paranaense emparejó, pero mostró ser mucho menos peligroso de lo que el Xeneize lo había hecho parecer las dos veces que se cruzaron en la fase de grupos.
El equipo brasileño contó, ya en tiempo de edición, con un guiño del VAR que convalidó un penal que da para debatir un rato largo. Marco Rubén nos ahorró esa discusión, porque estrelló su remate en el palo y el triunfo se lo llevó Boca.