En 2014, Alemania ganó el Mundial de Brasil y embolsó 35 millones de dólares. Un año después en Canadá, el seleccionado femenino de Estados Unidos ganó la Copa del Mundo y apenas recibió dos millones, aunque la FIFA había decidido aumentar un 50% los premios que había dado en Alemania 2011 y la bolsa había pasado de 10 a 15 millones.
En el pasado el fútbol era cosa de hombres y es una realidad que mueve sumas siderales de dinero; basta con recordar el pase de Neymar de Barcelona a París Saint Germain en 222 millones de euros.
Sin embargo, lo que todavía preocupa son las situaciones de machismo que deben atravesar las mujeres que tiene al fútbol como su pasión. «No se aprende a convivir con la discriminación», dice Estefanía Banini, la única futbolista argentina que juega en la liga profesional de Estados Unidos (NWSL).
Acaba de terminar una nueva jornada de entrenamientos en el club Toca Junior, donde les enseña a chicas de 12 años y también a sus madres. «Acá el fútbol es totalmente profesional. Y cuando llegué me sorprendió también el aspecto social: hay cero discriminación«, subraya la jugadora de Washington Spirit.
Estefanía Banini firma autógrafos tras un entrenamiento en Washington Spirit.
«Lo que más me sorprendió fue que nadie te dijera lo que tenías que hacer. Salía de un país en el que te decían ‘ahora entrená, ahora hay que elongar, andá al gimnasio por tu cuenta’, cosas que quizás en Argentina son muy pocas las que lo cumplen», explica.
Y compara: «Acá, en cambio, todas se cuidan al máximo porque es un trabajo. Sí, les apasiona, pero se toma como un trabajo. Si acá no rendís, te sacan. Eso hace que todas se dediquen al ciento por ciento. Se da entonces una muy linda competencia interna por ganarte un puesto y contra los otros equipos».
— ¿Tuviste que enfrentar situaciones de machismo o discriminación en el fútbol?
— Enfrenté muchísimas situaciones de machismo. Todas las chicas que han jugado desde chicas en Argentina lo han sufrido. Todavía existe esa discriminación pero siento que se puede cambiar.
— ¿Por ejemplo?
— Desde que no te dejaran de jugar por ser mujer en equipos de hombres hasta comentarios de chicos y de padres. Es lamentable.
— ¿Y se termina aprendiendo a convivir con eso?
— Viví muchísimas situaciones de discriminación y no se aprende a convivir con eso. Yo no aprendí. Sigo sin entender cómo existen esas situaciones. Siento que somos muy poco tolerables: no aceptamos al otro como es. Si la otra persona es feliz de determinada manera, no tenemos porqué criticar. La nuestra es una sociedad a la que le cuesta cambiar, que siente que somos los mejores del mundo en todo y no nos damos cuenta que nos estamos quedando atrás.
La Copa América de Chile y el deseo del Mundial
Como el Topo Gigio. La Selección femenina de fútbol en Chile.
En abril, la Selección femenina adquirió notoriedad por una protesta: antes de un partido de la Copa América de Chile, el equipo adoptó la pose del Topo Gigio que Juan Román Riquelme trasladó a una cancha para visibilizar la falta de apoyo. No faltó ninguna: titulares y suplentes aparecieron en la foto que rápidamente se replicó en redes sociales. Banini era una de ellas.
— ¿Cómo se llegó a esa Copa América?
–Llegamos con una semana sola de entrenamiento y nos encontramos con selecciones que habían entrenado más de dos años para un torneo que te clasifica a las competencias más importantes: JJ.OO., Mundiales, Panamericanos. Conseguimos un tercer puesto gracias al esfuerzo que hicieron todas las chicas.
— ¿Qué las motivó a hablar?
– El sentir esa desventaja -el apoyo de una federación y un país y el vivir en una sociedad muy machista sobretodo- nos dio fuerza para pelear, sacar la voz y hacernos escuchar. Nos motivó a dar pelea. Más aún estando tan cerca sin nada de trabajo y con poco apoyo. Estábamos cansadas de luchar desde muy chicas contra una discriminación y una sociedad muy machista. Éramos un grupo de personas cansadas de esta situación que se unió para sacar la voz.
— ¿Cambió algo desde aquel día?
— Creemos que cambió algo, más que nada en la sociedad. Los medios nos han dado un poco más de importancia y más visibilidad y eso es muy importante. Que nos den ese valor en los medios, nos dio el lugar que nosotras pretendíamos.
Estefanía Banini volvió a Washington Spirit en julio de 2017. (Foto: Twitter @WashSpirit)
Mientras Banini está en Estados Unidos con su equipo, un grupo de 26 jugadoras comenzó a entrenarse en el predio de la AFA en Ezeiza de cara al repechaje en el que Argentina buscará su pasaje al Mundial de Francia 2019.
«Ahora estamos en un proceso: tuvimos que esperar a que terminara el Mundial de los hombres para volver a entrenar. La selección ya se está entrenando de nuevo y se van a hacer unos amistosos y una gira de cara a los partidos de noviembre. Así que creo que algo cambió. Siento que esta federación tiene que empezar de cero con muchas cosas, pero es un cambio positivo y eso es lo más importante», resaltó Banini.
La mediocampista ofensiva, y dueña de la 10 en Washington Spirit, tiene un sueño: que los hinchas acompañen al seleccionado el 5 de noviembre, en el partido de ida del repechaje. La vuelta será el 13.
Argentina jugará contra un rival que se conocerá cuando culmine el Campeonato Femenino de CONCACAF, que se disputará del 4 al 17 de octubre.
«No suma seguir criticando o diciendo lo que nos falta. Ya hicimos lo que teníamos que hacer que era el reclamo. Ahora necesitamos apoyo y el apoyo también de la gente. Vamos a jugar una clasificación al Mundial y necesitamos de todo el país«, pidió Banini.
